Cuando el otro día abrí el correo y leí el último mail de ese ser tan especial y entrañable que tenemos en Alquimia Sonora (no, la mascota no, me refiero a la JEFAZA) me dejó un poco sorprendido.

"Estimados esclavos, con motivo de estas fechas tan señaladas os impongo y obligo a que escribáis chorraditas llenas de ñoñeces y alergias varias para formar algo que denominaremos Especial San Valentín".

Automáticamente la llamé y le dije:

-Jefaza...
-¿Pero qué diablos...? ¡what the fuck!- espetó ella dulcemente- ¿cómo osas desconcentrarme una vez más Brace-lerdo?

-Euh... que no era mi intención corregirla...-
-¡Más te vale, aplastachapas de segunda!
-...pero no me ha quedado claro el concepto con el que su ilustrísima da comienzo a la misiva. Vamos, que no pillo lo de "estimados"-

-Hum... Es... ¡Es una errata! ¡Quería decir "mojonesmierdas"!

-Ah, ahora sí, mucho más en consonancia, me había acongojado a little su alteza haciéndome creer que tenía sentimientos, así, en general...-

Colgué el teléfono y me puse a escribir sobre el tema. Espero acordarme de bajar el teléfono del tendedero de la ropa.

"Cómo pretendes" es una canción de amor. "Cómo pretendes" es una canción de desamor. Lo que está claro es que, según la situación personal de cada uno y el momento en que se escuche, puede ser ambas cosas.

Sea como sea, para este el que suscribe, es una de las canciones más sentidas de las que he podido escuchar en los últimos años. Una situación que estoy seguro que más de uno habrá vivido, si no igual, de manera muy similar a lo que narra la historia.

Un amor después del amor, de cuando se acaba, de esas veces en que quedan cenizas y un cruce de miradas en silencio lo dice todo. De un adios mal planeado.

Amor y flamenco en una época en la que todo va demasiado rápido y nadie se detiene a buscar lo realmente importante en esta vida...

Cómo pretendes