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sábado, junio 02, 2012

Festival Sonisphere – Auditorio John Lennon. Getafe, 26/05/2012


Festival Sonisphere – Auditorio John Lennon. Getafe, 26/05/2012. 

Hace un par de días os contábamos qué nos había parecido la primera jornada de la cuarta edición del Festival Sonisphere que se celebró en Getafe el pasado fin de semana, hoy toca rememorar el segundo día. 

Que el sábado estaríamos más estrechos en el auditorio John Lennon era algo fácilmente predecible, nada más bajar del tren en la estación de Getafe Industrial esa intuición se hizo patente y la procesión que tuvimos que soportar hasta llegar a la entrada del recinto fue una buena muestra de ello. De los 92.540 asistentes que la organización contabilizó, 54.000 acudieron el sábado y creo que no me equivoco si digo que Metallica fue el motivo único y principal de ese incremento de público. 

La segunda jornada del Sonisphere empezaba para nosotros con Mastodon, grupo ya habitual del Festival y del que pudimos disfrutar de su directo en salas hace solo unos meses. Los de Atlanta tocaban en el escenario grande a partir de las 18:20 de la tarde y me sigue resultando curioso que uno de los grupos más consolidados del panorama metálico contemporáneo continúe siendo emplazado a una hora tan temprana. Mastodon abrieron su show con la potente Black Tongue, incluida en su último trabajo The Hunter (2011), disco al que dedicaron gran parte de su set. Dry Bone Valley, el single Curl of the Burl, Octopus Has no Friends o, el mejor tema del disco, Stargasm, fueron algunas de las canciones nuevas que tocaron. Sanders y los suyos completaron el repertorio con Crystal Skull de Blood Mountain (2006) o Blood and Thunder de Leviathan (2004) y ¿de Crack the Sky? nada de nada. No hay ninguna duda de que Mastodon son una de las bandas jóvenes más interesantes del rock en general y del metal en particular, pero en directo, aunque suenan muy compactos y visualmente llenan completamente el escenario, una tiene la sensación de que no acaban de sonar lo bien que podrían. Aunque quizás el mayor pero que se les puede poner es referente al setlist, todos aquellos a los que les ha encantado The Hunter habrán disfrutado como enanos de su show pero los que preferimos sus anteriores discos echamos de menos más clásicos, aunque ya os digo que un temazo como Stargasm me parece que está a la altura de cualquiera de ellos. 

Lamentablemente tuve que dejar el concierto de Mastodon antes de que terminase para poder ver el final del show de los finlandeses Children of Bodom que se estaba llevando a cabo en el escenario 2, para poder hacerme al menos una idea de su propuesta. Los de Alexi Laiho dedicaron su set a repasar su carrera con temas como Hate me! de Follow the reaper (2000), Warheart o Downfall incluidos en Hatebreeder (1999) o Needled 24/7 de Hate Crew Deathroll (2003) entre otros. Un show intenso, como intensos resultaron ser los fans del grupo a juzgar por lo que veía a mi alrededor. 

Una vez finalizado el show de Children of Bodom tocaba decidir entre acercarse a ver Within Temptation o buscar un buen sitio para ver el concierto de los suecos Ghost, en mi caso opté por la segunda opción. No quiero desmerecer el trabajo de los holandeses pero Ghost han publicado uno de los discos del año pasado, Opus Eponymus, y venían precedidos por una reputación en directo muy prometedora, además, lo admito, el shock-rock me encanta. La música de Ghost aunque es muy comercial, no es para todos los públicos: riffs metálicos clásicos, mucha producción y unas armonías vocales absolutamente pop son una combinación arriesgada que puede atragantarse, además, la sombra del “fake” había planeado en algún momento sobre su propuesta pero diría que con su directo, los suecos se cargaron esa sombra y dieron el que fue uno de los mejores shows del festival. Desde que Papa Emeritus y sus Nameless Ghouls aparecen en escena, no puedes apartar los ojos de ellos, ataviados especialmente para la ocasión con túnicas blanquísimas resultaban todavía más impactantes que con su habitual uniforme negro. Imperdonable el fallo de sonido que nos impidió escuchar a Papa Emeritus gritar “Lucifer” al inicio de Con Clavi di Dio, por suerte en el resto del show el sonido resultó impecable. A falta de ver como evolucionan, ya que sólo cuentan con un disco en su haber, se podría decir que Ghost lo tienen: tienen espectáculo, tienen canciones y tienen carisma. ¿El momento culminante? El final con su hit Ritual, impagable. 

Los siguientes en tocar fueron Slayer, junto con Metallica y Anthrax, uno de los pilares del metal tal y como lo conocemos. A lo largo de la hora que duró su show, fueron cayendo temas como World Painted Blood o Psychopathy Red de World Painted Blood (2009), Mandatory Suicide de South of Heaven (2007) o Altar of Sacrifice y Angel of Death entre otras del clásico Reign in Blood (1986). No creo que yo sea la más adecuada para escribir acerca de un show de Slayer, soy muy consciente de su aportación a la música y de que son los mejores en lo suyo, pero como dicen los ingleses no son “my cup of tea”, los he visto a medias en tres o cuatro festivales y siempre acabo desconectando, pero no pierdo la fe quizás algún día acabe pudiendo ver su show entero, hago el esfuerzo porque soy consciente que me pierdo algo grande.  

Y llegó la hora de los hombres de negro, como decía al principio, el único motivo por el que muchos de los asistentes del sábado habían acudido a Getafe. No es que los de Los Ángeles se prodiguen poco por nuestras tierras, al contrario, pero han llegado a un punto de su carrera en el que ya no importa lo que hagan porque van a tener el éxito de asistencia garantizado, en este sentido son un fenómeno parecido a Bruce Springsteen, AC/DC o los Stones, salvando las distancias estilísticas. En esta ocasión además, había el aliciente añadido de poder escuchar íntegro el Black Album, uno de esos álbumes en los que no sobra ni una sola canción. Decir que el público iba predispuesto a disfrutar del show de Metallica era quedarse muy corto y el arranque diría que no les decepcionó, Hit the Lights de Kill 'em All (1983) seguido de Master of Puppets y del respetable gritando “master, master” como si les fuese la vida en ello. El show se dividió en tres partes, una inicial en la que, a parte de los mencionados Hit the Lights y Master of Puppets, tocaron otras canciones tan emblemáticas como For the Whom the Bell Tolls o The Shortest Straw; una segunda parte dedicada íntegramente al Black Album cuyo momento culminante fue el Metallica-Karaoke con Enter Sandman (porque se escuchaba más cantar al público que a Hetfield) y una última parte en la que sonaron de un tirón Battery, One y Seek & Destroy. En definitiva un setlist de temas infalibles con pocas concesiones a la actualidad del grupo, si no me equivoco el tema más nuevo del grupo que tocaron fue Hell and Black del Death Magnetic. A parte de eso, fuegos artíficiales, cañonazos y vídeos en directo ultra-editados. En fin, que uno cuando va a un show de Metallica ya sabe con lo que se encontrará, una gran producción, una celebración para fans y cero sorpresas, lo tomas o lo dejas. 

Por motivos que desconocemos, el concierto de Evanescence sufrió un retraso de una hora, esto hizo que los shows que quedaban por celebrarse vieran modificado su horario, hasta el punto que a las cuatro de la mañana todavía estaba tocando Fear Factory. A estas alturas de la película, los cuerpos ya estaban en un estado bastante lamentable con lo que había que decidirse por un último show y reservar fuerzas para él, en este caso el elegido fue Clutch

Los de Maryland habían arrasado en la última edición del Azkena Rock Festival y había muchas ganas de repetir la experiencia. Una desearía que les diesen mejores horarios, ya que siempre les toca actuar a altas horas de la madrugada, pero hay que reconocer que si hay un grupo capaz de hacer bailar a una panda de zombies festivaleros a las tres de la madrugada, esos son Clutch. El setlist estuvo plagado de “himnos” high-energy como Struck Down, Electric Worry, Gravel Road o Pure Rock Fury y, además, pudimos escuchar un par de temas nuevos que sonaron realmente bien. Si en Azkena, Clutch impresionaron, en Sonisphere borraron de un plumazo todo lo visto hasta ese momento en el festival. A parte de la anti-pose escénica de Tim Stult, la imagen entrañable de la noche la protagonizaron la pareja de ancianos sentados en uno de los laterales del escenario y que luego supimos eran los padres de el batería Jean-Paul Gaster. En fin, que si Fallon os dice “vámonos, vámonos” seguidle sin dudarlo.

Y hasta aquí el Festival Sonisphere 2012, ahora a contar los días para la quinta edición.

Mastodon

Children of Bodom


Ghost




Slayer

Clutch










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