Entrevista a Jorge Ilegal: "Que la hornada de los 90 salió mal es algo que ya nadie duda"

Pocas veces tienes el extraño privilegio (y digo extraño porque solo tú eres consciente de tenerlo) de compartir barra, comida y bebida con uno de los músicos que mÔs escuchaste de adolescente, casi hasta llegar a sacarle el jugo a algún vinilo, varios casetes y, ya traspasado ampliamente el umbral de la edad del pavo, a una buena colección de cds que siguen sonando varias décadas después de ser grabados en plenitud de vigencia y con una actitud resistente a la erosión del tiempo y la edad. Si ese músico se llama Jorge, se apellida Martínez y compruebas que hasta el encargado de servirnos los respectivos condumios es un fan fatal de Ilegales, el momento pasa a engrosar tu lista de recuerdos mÔs preciados.

Durante el transcurso de la charla con el ahora magnĆ­fico asturiano, uno de los guitarristas y compositores mĆ”s dotados del rock espaƱol, constatamos lo que ya intuĆ­amos a travĆ©s de contactos anteriores en los que el hilo telefónico nos impidió captar todos los matices de las respuestas: la irreverencia, la sinceridad y la capacidad de sorpresa permanecen impasibles en su ADN, y solo hace falta dar con sus huesos en el lugar y momento adecuados para que fluyan en toda su grandeza. Aviso: la conversación aquĆ­ resumida fue mucho mĆ”s larga, pero por ese mismo privilegio apuntado y porque uno es un hombre de palabra, debo reservarme otras perlas para la intimidad. Aun asĆ­, estas lĆ­neas no son aptas para mentes pacatas ni ojos susceptibles. Bienvenidos al ‘Guateque del hombre lobo’, un mamĆ­fero lenguaraz y provocador que intenta, y lo consigue casi siempre, no dejar tĆ­tere con cabeza.

Alquimia Sonora: ¿QuĆ© diferencia hay entre ser ilegal y ser magnĆ­fico?

Jorge Ilegal: Te cuento: en el mundo de Ilegales no cabĆ­a algo como lo que estamos haciendo ahora, que es tocar mĆŗsica de muy distintas Ć©pocas, desde finales de los aƱos 20 hasta principios de los 60. Alguna canción tocĆ”bamos, alguna canción ilegal tenĆ­a que ver con el twist ese primero, como ‘La fiesta’ o ‘El piloto’ o cosas asĆ­, pero el resto no cabĆ­a en este momento. Formamos Jorge Ilegal y Los MagnĆ­ficos porque estuvimos pensando en ello desde hace unos 18, 19 o 20 aƱos, a lo mejor cuando yo tocaba el bajo estĆ”bamos ya pensando en esto.

AS: En una época totalmente diferente, cuando la cultura del bar y de la música en directo existía mayoritariamente. Ahora la tortilla ha dado la vuelta, un concierto casi se toma como excusa para alternar entre copa y copa.

J. I.: Supongo que hay rock and roll y se toca actualmente, creo que las cosas son mucho mĆ”s fĆ”ciles ahora a cualquier nivel que quieras. La distancia entre un artista y su pĆŗblico ha disminuido totalmente, internet es un vehĆ­culo que anula todos los filtros que tenĆ­an los medios de comunicación. Antes para comunicarte con alguien dependĆ­as de la prensa o de la radio, en estos momentos no es asĆ­. Sólo hay que interesar, tienes que ser algo interesante.

AS: El primer disco de Jorge Ilegal y Los MagnĆ­ficos, ‘Nuevo rumbo’, recorrĆ­a palos tradicionalmente alejados del rock hasta una Ć©poca cercana a la dĆ©cada de los 50. En este 'Guateque del hombre lobo' adelantas los estilos en el tiempo y te vas hasta los 60.

J. I.: Jorge Ilegal y Los MagnĆ­ficos en este momento disponen de un muy buen estudio de grabación, tenemos nuestro propio estudio que se llama La Casa del Misterio y lo tenemos secuestrado casi todo el tiempo, graba algĆŗn otro grupo pero es casi exclusivo nuestro. El primer disco tenĆ­a que ser de ruptura total, probamos tipos de mĆŗsica que jamĆ”s se habĆ­an tocado en Ilegales, y en el segundo ya nos dejamos ir, la cabra tira al monte, yo siempre quise tocar mĆŗsica de twist y tal y la grabamos, conseguimos las guitarras adecuadas y todo el equipo para hacerlo, para conseguir ese sonido que querĆ­amos.

En ese estudio en el que os refugiais últimamente también grabais a gente mÔs que interesante, como el grupo de Isaac GonzÔlez, entre otros, que ha estado tocando con Los Ciclones y acompañando a Teté Delgado en directo.

J. I.: Tenemos un muy buen estudio con las cosas que tiene que tener un estudio, porque la gente se gasta el dinero generalmente en ponerlo muy bonito. En vez de gastĆ”rselo en tener una buena sala y que grabes bien en ello se lo gasta en un montón de software y de cosas para arreglar lo que ya estĆ” mal grabado. Nosotros llevamos muchos aƱos y como ganĆ© un pastón con Ilegales, que no estuvo mal, pues cogĆ­ una gran parte de la pasta y me comprĆ© un montón de guitarras que ya podrĆ” probar Isaac y mĆ”s gente. Hoy le dejĆ© al otro guitarra que toca una Harmony del aƱo 46, muy guapa, pero tengo guitarras mucho mejores, que nadie se preocupe. Por eso de Los MagnĆ­ficos sale un disco al aƱo, cuido mucho el proceso de fabricación.

AS: Los trajes contribuyen a esa atmósfera que buscais, y seguís imponiendo respeto con ellos.

J. I.: SĆ­, cada noche espero que los trajes estĆ©n un poco arrugados despuĆ©s de la noche anterior. Eso de ir trajeado a lo… bueno, no quiero dar nombres, pero si vas a ir de traje, gĆ”state la pasta. Yo llevo un traje a medida, por favor, no voy como un paleto de domingo. No creo que impongamos respeto, la verdad, los llevamos por ambientar un poco la historia, porque es tan de ruptura con lo que hacĆ­amos con Ilegales que es como hacer algo nuevo, por darle ambiente de alguna manera.

AS: Justo lo que requiere la ocasión. Antes hablabas de guarachas, boleros y joropos, ¿ahora es solo el twist lo que te ocupa?

J. I.: Esto es solo twist y rock, el siguiente probablemente vaya en otra dirección. Se trata de que hay dos tipos de mĆŗsica: la buena y la mala, y vamos a por la buena. Me lo puedo permitir porque pago muy bien a los mĆŗsicos, asĆ­ que toco con los mejores. Ya desde muy pequeƱo empecĆ© a tocar como profesional, llevo tocando con mĆŗsicos buenos muchos aƱos y no entro en ninguna jaula que supone tocar con unos tĆ­os con flequillo por ejemplo, no pertenezco a nada parecido, y eso te dota de una libertad que te permite acceder a muchos tipos de mĆŗsica diferentes y eres consciente de quiĆ©n toca bien y quiĆ©n toca mal. Me viene cualquier tipo al que a lo mejor el lĆ­der de no sĆ© quĆ© grupo muy de moda le parece un mĆŗsico de la hostia, pues a mĆ­ me parece una mierda pinchada en un palo y le digo: “te voy a meter tu instrumento por el culo, hijo de la gran puta”. Son casi ridĆ­culos y es muy triste, asĆ­ no puedes crecer. Cuando cualquier planta cae en mal sitio crece mal, y yo he tenido la fortuna de caer en muy buen sitio y ademĆ”s soy un poco mĆ”s móvil que las plantas.

AS: Sin dar nombres, todos estamos pensando (parcialmente, que ha habido y hay bandas muy valiosas) en cierta hornada de los 90 perteneciente al mal llamado muchas veces pop independiente.

J. I.: Hombre, que la hornada de los aƱos 90 salió mal es algo que ya nadie duda, nadie se plantea que no sea asĆ­. ¿Por quĆ© no voy a decirlo? Puedes apuntar la lista completa de grupos de los 90: “hola, sois unos mierdas”, y probablemente tambiĆ©n podrĆ­a decirles “no tenĆ­ais que haber nacido”.

AS: ¿Hablamos solo en tĆ©rminos nacionales o en Estados Unidos, por ejemplo, la cosa cambia?

J. I.: En Estados Unidos hicimos un concierto en Nueva York en un teatro donde habĆ­a otros nueve grupos y uno de ellos era por lo menos divertido, no recuerdo ahora su nombre. Pero habĆ­a muchos grupos pretenciosos, sobre todo el argentino que era el mĆ”s pretencioso, se excedieron del tiempo y les echaron todo el equipo a un callejón. Los callejones en Estados Unidos lo son realmente, los que veis en las pelĆ­culas son asĆ­, ese humo que veis por las calles que sale del subsuelo no es un efecto cinematogrĆ”fico, es verdad.

AS: Aparte de la experiencia norteamericana, ¿quĆ© tal el pequeƱo tour mexicano?

J. I.: MĆ©xico me interesa mucho, es un paĆ­s acojonante, tĆ­o, es la hostia. MĆ©xico estĆ” muy bien. ¿Sabes quĆ© pasó? Fuimos a MĆ©xico D. F. y cogimos una borrachera de la virgen, de lo peor, hubo tĆ­os en el concierto que acabaron fatal. El mismo empresario que tenĆ­a el local, que era como para unas 4.000 y pico personas, acabó vendiendo las entradas mucho mĆ”s caras, porque allĆ­ si hay mucha gente no hace falta reventa, ellos ya suben el precio allĆ­ mismo, tĆ­o. Pillamos una borrachera del copón y acabĆ© en la Plaza del Ɓngel con una niƱata, subió a la habitación y le dije “voy a llamar a tu novio”, y conseguĆ­ contactar con su novio, quedĆ© con Ć©l en la misma plaza y se la devolvĆ­. Llegó un peludo hippioso y pensĆ© “a tomar por el culo, que te folle SatanĆ”s”, asĆ­ que por la maƱana, que ya era por la tarde, salimos y habĆ­a varios carteles pegados anunciando en el mismo local tres orquestas de estas de once tĆ­os. “Hostia, lo que nos hubiese gustado verlas, lo que nos perdimos” y tal, y unos pasos mĆ”s allĆ” en la misma calle habĆ­a otra justo a la puerta del local. Nos fuimos para allĆ” y era como estar otra vez en 1952 o algo asĆ­, un viaje en el tiempo. Los mexicanos saben divertirse, habĆ­a gente de ochenta y pico aƱos bailando, viejas y jóvenes, de todo, tĆ­o, pero joder, yo tenĆ­a una resaca del copón y habĆ­a camareros muy bien vestidos: “Por favor, un refresco de naranja” , y los tĆ­os te ponen como un jarabe blanco, zumo de naranja y agua de sal, un refresco de los de verdad. Y una orquesta tocando mambos, cha-cha-chĆ”s… pero con una caƱa que estaba todo el mundo bailando. El baterĆ­a, el muy hortera, pidió una cerveza, una Indio de esas, bueno, que estaba bien para combatir el malestar y a la tercer canción ya se acabó, habĆ­amos llegado tarde pero lo habĆ­amos oĆ­do. Pero vemos que la gente sube por una escalera lateral, todo el mundo, y arriba habĆ­a otra orquesta igual, de puta madre, ademĆ”s con unas tĆ­as buenĆ­simas pero no sabĆ­amos bailar ni mambo ni nada, tĆ­o, somos unos ineptos, y allĆ­ si llegas sin saber bailar no vas a follar, ¡me cago en la puta!

AS: ¿Significa toda esta aventura el fin definitivo de Ilegales?

J. I.: De momento sĆ­, o definitivamente sĆ­. En este momento tengo 57 aƱos y es poco probable volver con sesenta y pico, aunque ahora tocamos alguna canción de Ilegales porque son canciones twist. El rollo retro siempre estuvo en Ilegales, toda esa historia siempre estuvo desde antes del primer disco. ‘La fiesta’, por ejemplo, es una canción que es como una especie de twist lento, y en este momento es lo que me interesa, tĆ­o. DespuĆ©s me interesarĆ” el tango, luego las guarachas otra vez. 

           

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