Tricky – Maxinquaye. Founth & Broadway Island, 1995

Maxinquaye continúa siendo hoy una de las obras más logradas de un músico que alterna una mezcla artesana de abstraccción: claroscuro y misterio, profundo y salvaje, reduciendo a lo preciso del género, con resultados de ejercicios malabaristas combinando esencias de hip-hop, soul, dub, rock y música electrónica.

Así es Maxinquaye, título que contrae el nombre de Maxine Quaye, la madre que el autor perdió a los 4 años. Parece la toma de conciencia de que a pesar de algunos estados de plenitud, indaga a que todos estamos solos y confusos en soledad.

Fue el primer álbum de Tricky, un productor discográfico y rapero de Bristol, Reino Unido, emitido en 1995, con la colaboración de Massive Attack.

Las canciones más representativas son “Black Steel” versión con batería y guitarras de un soplo hacia un tema de Public Enemy (“black steel in the hour of chaos”). “Hell is roun the corner”, cantado junto la preciosa voz de Martina Topley Bird sobre el maravilloso crepitar de un vinilo antiguo. “Pumpkin”, con las más perversa, audaz y glamorosa voz de Alison Goldfrapp. O “Aftermath”, con la inquietud de esos incertidumbres sonido de flautas evanescentes al estilo acid jazz. También la esquizoide “Strugglin” es una pieza angular en el disco, un tanto esquizoide (“dime por qué estoy aquí…me tachan de chalado…creo que soy más normal que la mayoría”).

“Suffocated love” se sumerge en la unión de fango y terciopelo, aportando candidez al tema, además de violencia (thaws scupe) y las caricias de Martina Topley cariñosas pero distante “la cuido pero nunca nos besamos”.

En la gira del disco que Tricky dio a finales de 1995, antes había tocado como telonero de PJ Harvey, en formato de grupo de rock, endureció y metalizó su música y adoptando, a ratos postura de Miles Davis, dando la espalda al público, mientras en otros agarraba el micrófono junto a un cigarrillo emulando a Beth Gibbons (Portishead).