
El final del pequeño viaje por la PenÃnsula de Javiera Mena llegó en Valencia. Último concierto de esa gira que la ha llevado, como el viento, de punta a punta del paÃs con paradas en festivales como el DCode madrileño o el Primavera Sound barcelonés. Pese a ser la tercera vez que pisa nuestras tierras, su show nos despertó interés y curiosidad y, sin lugar a dudas, se convirtió en uno de los más especiales a los que hemos asistido en lo que llevamos de año. Y sÃ, aquà habla esa parte de “fan” contenida que siempre intentamos esconder, pero que en la crónica de hoy va a ser difÃcil guardar en el cajón. No en vano sus dos trabajos de estudio han estado en modo repeat constantemente estas últimas semanas en nuestros oÃdos... Recomendables, dicho sea de paso.

La música de Javiera parte de una doble vertiente: la de la cantautora que machaca garitos a base de voz y guitarra acústica, y la de la “amante” de los sintetizadores. Y si bien en sus dos trabajos editados en solitario (“Esquemas juveniles” y “Mena”) hay mucha base de baile, si prescindimos de ella siguen siendo canciones con entidad propia, más cerca quizás de lo que tradicionalmente conocemos como un cantautor. Y si las canciones funcionan en ambos sentidos es por la verdad sus las letras, que funcionan más allá de la técnica, de los arreglos y del éxtasis fiestero que muchas de ellas evocan. Y es que la chilena salió con ganas de romper la noche: bailes, saltos y recorrer el escenario, más cerca de una Lilly Allen que de la gran esperanza indie de su paÃs.

Con el "subidón" de energÃa sobre el escenario de la Sala Wah Wah, Javiera hizo un repaso por sus dos álbumes. "Sufrir", "Ahondar en tÃ", el éxtasis colectivo en "Luz de piedra de luna", "El amanecer", "Hasta la verdad", "Al siguiente nivel",... hasta acabar (como previa a los protocolarios bises) en esa versión de "Yo no te pido la luna", un clásico por estas tierras que todo el mundo conoce y que se convirtió en himno durante 4 intensos minutos. De esas canciones que podrÃan estar sonando constantemente y no aburrirnos, y de esas canciones que nos sorprendemos tarareando un dÃa sin saber por qué.
Y en medio de la energÃa, una pequeña, escasa, concesión a temas como "Cámara lenta", "Como siempre soñé", "No te cuesta nada" o la genial "Esquemas juveniles" los más tranquilos de sus discos, pero pasados por la coctelera del teclado, el sintentizador y la guitarra. Sà que echamos de menos más desnudez en estos temas, a piano y voz, a guitarra y voz por ejemplo, pero en esta ocasión iban más acorde con la dinámica del concierto. Quizás en el próximo concierto, ¿no?
Desde Alquimia Sonora solo nos queda recomendaros que investiguéis, amiguitos, otras latitudes musicales (después de Björk o a pesar de ella, también hay vida) para que podáis encontraros con sorpresas como la de Javiera Mena. Y si tenéis la suerte de encontraros en medio de un concierto, una noche despistada de viernes, mucho menor, ¿no? Os dejamos hoy con ese "Yo no te pido la luna" para que podáis cantarlo, gritarlo, bailarlo,.. para que lo "javieramenicéis" a vuestro gusto.





"Yo no te pido la luna" (Eduardo Crespo, 2007)
Más info:
http://www.myspace.com/javieramenamusica
http://javieramena.com/sitio/
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