Pues es una pena, oigausté, porque servidor no ha tenido oportunidad de verlos en directo pero su música sí que me gusta, sí. Es más, espero que esto no sea otra cosa que una riña de patio de colegio y pronto vuelvan a los escenarios porque no pinta muy bien la cosa...

Por un lado nos encontramos con los problemas de ¿salud? de su cantante, Caleb Followill, y lo escribimos en entre interrogaciones por el tema que nos lleva al segundo punto: los componentes de la banda no se llevan muy bien entre sí que digamos, y ya se han lanzado los trapos sucios, redes sociales mediante.

Así, en el Twitter de Jared Followill, se pudo leer que los problemas no eran por beber precisamente Gatorade y aunque su batería, Nathan Followill, ha desmentido los rumores de separación, esas famosas fuentes cercanas que tanto abundan en el mundillo del artisteo han llegado a declarar en US Weekly: "Están intentado que Caleb entre en rehabilitación. Esta es la razón por la que han cancelado todo su gira por Estados Unidos. [...] bebe más que un pez". Y, otra persona diferente, lo corrobora "Es cierto. Caleb está bebiendo sin control, y están convenciéndolo para que ingrese en una clínica. Es un demonio antiguo con el que sigue luchando".

Su representante lo desmiente todo y dice que para el 28 de septiembre Kings of Leon estarán otra vez en la carretera pero, mientras tanto, sólo queda esperar y ver cómo se desarrolla todo.