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sábado, octubre 15, 2011

Fuel Fandango – Sala La 3. Valencia 14-10-11

Fuel Fandango – Sala La 3. Valencia 14-10-11

Puntuales aparecieron Ale, Nita y Carlos sobre el escenario de la sala La 3 con los primeros compases de “Brazil”, uno de los temas del trabajo homónimo que Fuel Fandango (por fin) presentaron en Valencia. Flores como atrezzo enredadas junto a los pies de micro prevenían de lo que se iba a vivir durante la siguiente hora y media, un mestizaje maridado de funk, rock, soul, electro y flamenco con tintes magentas y “coloraos” que compartieron con un público que, aunque no colgó el cartel de “no hay entradas” (como ha pasado en otras ciudades), se entregó en cada tema llegando a una simbiosis emocional y sonora que barrió a cada uno de los asistentes.

No es fácil conseguir que una apuesta musical como la de Fuel Fandango se comprenda a la primera porque nace de la irracionalidad de las pulsiones. “Es como electrónica pero ella canta flamenco” escuchamos decir, sin poder evitar sonreir al oirlo, a alguien que esperaba en la cola. Todo en Fuel Fandango es como algo pero siendo otra cosa. Y ese margen por el que corre la sangre más fusionada de Nita, Ale y Carlos es el que llevaron a La 3. No hay que explicar en qué bando sonoro militan, sino dejarse llevar por el huracán rítmico y sobretodo emocional con el que arrasan a todo el que se les ponga por delante.

Un grupo al que teníamos ganas de pillar sobre un escenario, algo que nos generó bastantes expectativas y que, de alguna forma, temíamos que no se cumplieran. Demasiadas escuchas de uno de los discos más brillantes editados en este último año siempre provocará que se espere de ellos mejorar ese trabajo de estudio. Y eso siempre supone un “problema” a la hora de vivir un directo, aunque sea uno tan compacto y, sobretodo catártico, como el que pusieron en escena. Desde Alquimia Sonora miramos con un poco de reticencia los dos primeros temas, analizando cada paso y cada quebranto de la voz de Nita y esperando de alguna forma que fallaran por algún lado; esperando que la burbuja de elegancia en la que habíamos metido a los Fuel Fandango estallara por algún lado y dejáramos de sobrevalorarlos... pero es cierto eso que dicen, que “lo que no puede ser no puede ser y además es imposible...”.

Imposible evitar dejarse arrastrar por un directo sin fisuras curtido sobre los escenarios, con lo que lo único que pudimos hacer en ese exacto momento de entender que no podríamos ir en contra de aquella primera sensación tras escuchar “Fuel Fandango” era dejarnos llevar. Porque ese abandono a las emociones rítmicas marcadas con el fuego de Carlos, el estilismo sonoro de Ale y los equilibrios vocales y sangrantes de Nita, es al que nos entregamos sin peros.

Sí que echamos de menos alguno de los modelitos que Nita ha vestido en conciertos anteriores, más sobrios y más elegantes quizás que la camisa-vestido que lucía. Eso sí, sin renunciar a unas alturas de vértigo sobre unos tacones que en más de una ocasión nos hicieron temer por la seguridad de Cristina (que supo controlar a la perfección algún desnivel en el suelo del escenario). Una elegancia que está presente en cada track del disco pero con la que también se visten en cada concierto. Elegancia que, en el caso de la vocalista, adereza con poses y movimientos y que combina con unas gotas de dramatismo escénico... No cabe duda que el legado más flamenco de Nita aflora en su voz pero también en su presencia tras los micros... es imposible deshacerse del arraigo coplero y de su teatralidad, pero sin llevarla a extremos, sino quedándose en el espacio que queda entre lo conceptual y lo exquisito.

El show está diseñado desde inicio a fin como un todo, sin pensar en las individualidades de las canciones por separado. Y esto es lo que dota a su directo de potencia y sobre todo de sentido, algo que hemos echado de menos últimamente y que quizás solo hayamos visto con los catalanes Standstill (un show sin fisuras, medido al milímetro y sin posibilidad a un cambio de guión). Destacar la dirección a la sombra en todo momento de Ale, responsable de los arreglos electrónicos. No podemos obviar que Ale Acosta fue uno de los creadores de aquel otro proyecto-fussion que fue Mojo Project, y su personalidad está presente en todo momento.

“Shiny Soul” (tema que ya nos adelantaba Eme Dj que iba a remezclar con Fiumichino y que podéis encontrar aquí), “Monkey”, “I say no”, “No sense”, “Hype” o “Just” (con ese “y un leré, y un leré" que todos corearon) fueron algunos de los temas que se fueron encadenando y en los que Nita mostró sus vísceras más soul en inglés y su vena (literalmente) más flamenca en castellano. Y esta mezcla de idiomas, como la mezcla de estilos musicales, es lo que hace que no podamos situar a Fuel Fandango aquí o allá. Un repelente anti-etiquetas natural, sin productos químicos, que tiene en lo más orgánico de la música su punto de partida, algo que también estaba presente en los proyectos anteriores de Ale.

Y cuando algo se convierte en orgánico, incluso en la música más bailable, se traspasa esa caja negra tan teatral que un escenario siempre tiene. Si a esto además se le une un público entregado en cada nuevo tema, la combinación hace que se fusionen, no solo estilos, sino también las emociones. Sin aditivos, sin palancas y sin forzar nada. Solo ese punto orgánico que tienen Fuel Fandango en sus directos.

Una puesta en escena, como hemos comentado, cuidada. Sin recargar, con los elementos necesarios para ambientar y en la que la iluminación juega un papel importante, eso sí, allá donde es posible utilizarla dramáticamente. En esta ocasión se jugó con los estrobos en algunos momentos, pero no se explotó la teatralidad de los contras o de las luces más ténues a las que sí que han recurrido en otros shows.

Pero la catarsis colectiva, como en toda buena historia que se precie, llegó al final. En uno de los bises más esperados que hemos vivido en los últimos conciertos. Los asistentes sabían que faltaba una de las canciones más potentes de “Fuel Fandango” y fue la que pidieron insistentemente antes de la vuelta de Nita, Ale y Carlos a sus instrumentos. “Always searching” comienza a sonar desde el ordenador de Ale y todo empieza a desatarse. Se abren las puertas de una dimensión paralela en la que la palabra “alma” lo inunda todo con “quejío” y raíz y en la que podría seguir sonando durante horas el tema que más esconde la esencia sonora y estilística de los cordo-canarios (Nita es corbesa y Ale canario).

Tema en el que el abanico se convierte en el alter ego de Nita, la esconde y la presenta en cada recoveco del mismo. Tema en el que Nita se convierte en un personaje que se pasea desde lo snob de los poses de pasarela, hasta lo más profundo de la tradición andaluza con los requiebros vocales más sentidos pasando por la teatraliad corporal de sus movimientos, a veces con arranques flamencos, en ocasiones con toques sobrios y a cámara lenta y por los ademanes más rockeros (tumbar el pie de micro, por ejemplo). Giros de muñecas, movimiento de abanico, y entrega en cada momento de la canción. “To the floor” indicó Nita y todo el público siguió sus indicaciones, agachados preparados como cazadores para lanzarse sobre su presa, en esta ocasión una presa en forma de ritmo y de electrificante pasión. Clímax sonoro y lluvia de confeti en forma de corazones (rojos, como debía ser). Uno de esos finales que dejan exhaustos a los devotos y que impresionan a los iniciados en ese ritual en el que se convirtió el concierto de Fuel Fandango.

Y si antes hablábamos de la importancia que cobra lo orgánico en los directos de estos chicos, es con este tema con el que mejor podemos entender ese halo de energía y de sexualidad musical que emanan. Un tema con una estructura in crescendo, con pausas, con ritmos evolutivos y con todo aquello que, en definitiva puede transmitirse y sentirse a través de la piel. Pero para que podáis entender esto, alquimistas, tenéis que vivir uno de sus conciertos.

Un esperado paso por Valencia en esta gira que acaban de comenzar que sin duda nos deja con ganas de volver a vivir y sentir y que os recomendamos especialmente desde Alquimia Sonora. Como colofón final a lo que fue la noche más Fuel de Valencia, os dejamos con la puesta en escena que del “Always searching” hicieron en la Sala Caracol de Madrid.

Ale a la guitarra

Nita

Fuel Fandango

Carlos

Ale y Nita

Nita

Ale

Fuel Fandango




“Always Searching”
(Sala Caracol. Madrid, 2011)

Próximos conciertos:
20 octubre – Málaga (La Caja Blanca)
21 octubre – Jerez (Sala Tío Zappa)
28 octubre – Logroño (Sala Modus)
29 octubre – Zaragoza (Sala Poeta Eléctrico)
03 noviembre – Granada (Teatro Caja Granada)
04 noviembre – Alicante (Sala Stereo)
05 noviembre – Murcia (Sala Stereo)
11 noviembre – Badajoz (Sala Doré)
12 noviembre – Cáceres (Sala Bógalo Club)
18 noviembre – Jaén (Sala Le Club)
17 noviembre – Toledo (Sala Pícaro)
24 noviembre – Kiev – Ucrania (Palacio de Deportes)
25 noviembre – A Coruña (Sala Le Club)
26 noviembre - Pontevedra (Sala Karma)
02 diciembre – Rennes – Francia (Le Transmusicales Festival)

Más info:
http://fuelfandango.com/ES/

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