
Varése Sabarande, 2011.
De nuevo aquí para continuar con el Especial Halloween, así entre semana y sin cobrar un plus. Y teniendo en cuenta que los plus por aquí se pagan con generoso número de latigazos, que ni en La Pasión de Cristo los quisieron, pues uno rechaza la oferta con total humildad, por no querer abusar y eso, no por otra cosa.
En esta ocasión vamos a hablar del score de La Cosa. ¿Cómo que otra vez? No hombre, no. El anterior artículo trataba de la música de La Cosa de los 80. Esta vez se trata de La Cosa de este mismo año, la de Marco Beltrami. ¿Quedó claro ahora? ¿No? Pues esperad, que lo explico mejor. La cosa es la siguiente. Resulta que esta cosa es precuela de La Cosa de 1982, que a su vez era remake de otra Cosa de 1951. Por tanto esta cosa dentro del universo de La Cosa, sería anterior a La Cosa del 82, pero posterior a esa cosa fuera del mundo del cine. ¿Ahora sí lo he dejado cristalino, verdad? ¿¡Ah, no!? Pero si la cosa está chupada. Mejor lo dejamos así. Por cierto, ¿alguien ha traído aspirinas?

Es curioso, pero en varias de estas piezas compuestas para la película he conseguido identificar algunas notas con parecidos a temas de James Horner en Aliens. El Regreso y otro de James Newton Howard para Señales. No estoy diciendo que se haya copiado, sólo hago una apreciación particular sobre esta curiosidad. Lo cierto es que, adrede o no, incluso el film está influenciado por películas como las de Alien en alguna que otra escena.

Perdonad, ¿qué decís? No, que yo sepa no sufro ningún episodio de bipolaridad. El hecho de que “critique” y alabe a la vez esta banda sonora no es de locos. Que vosotros bien que ponéis a parir a las niñas de vuestra clase y luego os gustan más que el ocio a Paquirrín, psicólogos de pacotilla.
En este caso, al tratarse de una banda sonora nueva, no he tenido oportunidad de escucharla a fondo demasiadas veces. Desde luego no 29 años como la anterior. Sin embargo me quedo con las siguientes piezas en este mismo instante:

Road to Antartica viene a ser la expansión del tema anterior. Con más instrumentos de cuerda esta vez y alguno de viento, comienza con suavidad y va subiendo el tono hasta llegar a un punto más majestuoso que va mutando hacia algo más estridente, anunciando que los protagonistas no van hacia algo bueno.
Meating of the minds tiene cierto toque a Aliens. El Regreso muy al principio y luego cambia a algo que recuerda a un tema concreto de Señales. Es el típico tema que evoca persecución y peligro, con violines y trompetas marcando un ritmo tenso, que acaba con sonidos que evocan revelación y va bajando el tono para indicar que el peligro ha disminuido o pasado. Es uno de los puntos álgidos de la acción en la película y podríamos decirse que es el tema de La Cosa en sí.

Como bien indica su nombre, The End es el final. Y para dicho final la melodía ofrecida es triste, con violines y trompetas suaves, entremezclados con el tema principal a piano y un violonchelo o chelo (disculpadme por la imprecisión, pero no distingo bien entre ambos) que marca la pauta más melancólica al principio y al final de la pieza. Un tema corto, sencillo y muy efectivo, sobretodo unido a las imágenes de la película en ese justo instante.
Lo sé, lo sé. Parece que me haya puesto tierno en esta última parte, pero no os hagáis ilusiones. Sólo se debe a que, generosamente, me han dado el plus que rechacé al inicio del artículo. Son lágrimas de pura alegría y agradecimiento, por supuesto, nada en plan nenaza. Que conste.

Y hasta aquí hemos llegado por hoy, aunque no es el final de este Especial de Halloween. Habrá un tercer artículo. Tranquilos, tranquilos, no os asustéis. No volveré a hablar de más Cosas. Bueno, técnicamente hablaré de cosas, pero no de estas Cosas. En fin, la cosa es que hablaré de cosas que no tienen que ver con estas Cosas que hemos visto en los dos artículos que llevamos hasta ahora. Creo que necesito esas aspirinas otra vez.
Lo dicho, el próximo artículo tratará de una película diferente, incluída dentro del género de terror y la ciencia-ficción, pero a la vez la mar de divertida. Permaneced atentos si os interesa. Es más, si sois tan amables os acercáis al portero del otro día, el que acababa de salir de la cárcel, y le dáis vuestros datos completos para confirmar asistencia. No os preocupéis hombre, que Kevin Costner de Jesús no muerde, no os dejéis llevar por esa dentadura de oro que reluce en su boca. Él sólo rompe huesos, pero morder ni se le ocurre, que es de mala educación. Faltaría más.
Grotestos, sudorosos, sanguilonientos y mucosos alquímicos saludos de cine.
Enlaces jugosos de posible interés aquí y aquí.
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