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jueves, octubre 27, 2011

Supersubmarina-Sala Apolo. Barcelona, 20/10/2011

Supersubmarina-Sala Apolo. Barcelona, 20/10/2011


Son las nueve y diez y la segunda planta de la Sala Apolo, en Barcelona, empieza a llenarse. El motivo es el concierto de Supersubmarina. Un grupo de Baeza que toca por primera vez en la sala grande, sin la necesidad de ser los teloneros de nadie.
El concierto está programado a las nueve y media y, por raro que parezca, empieza con rigurosa puntualidad. Sólo llevo en la aquí 20 minutos, el tiempo necesario para ver cómo la sala pasa de estar medio llena, a llena del todo. Al menos la parte central.

El cuarteto sale al escenario, da las buenas noches y sin más intercambio de palabras empiezan con la elegida para abrir, Kevin McAlister. El público empieza a animarse cuando suena Ana y acompaña al grupo cantando. Ahora sí, vuelven a saludar y aprovechan para decir “teníamos muchas ganas de estar aquí en Barcelona. Es un honor pasar de la sala dos a la sala uno. Para nosotros es muy importante” y antes de seguir con la siguiente canción añaden “nosotros vamos a pasarlo muy bien y esperamos que vosotros también” La cuarta canción empieza con fuerza. Al ritmo de las palmas del público suena Niebla. Se hace un silencio en el escenario para animar a los asistentes a que sean ellos los que canten el estribillo.

Para “el paseo de los tristes alegrar” nos vamos a Granada. Una ciudad que, aunque no es la natal del grupo, representa mucho para ellos. Tampoco se quedad en el tintero Puta vida, de su último trabajo. Después de este tema nos cuentan que el EP Realimentación ha sido grabado en un estudio de Barcelona y piden una ovación para los responsables del vídeo de Puta vida que están allí viendo el concierto, desde la zona de los teclados.

El estado del público cambia con Niebla y con Eres. La sala se contagia de un ambiente mucho más pasivo con estas dos canciones. Con El Encuentro, que como nos ha confesado en la entrevista José Chino es una de las canciones que él más disfruta tocando, el público vuelve a animarse, seguramente contagiados por ese energía y responden alzando los brazos y bailando. Para enfrentarse a Centro de atención, José y Jay cambian de guitarras. Ahora se reúnen en torno a la batería de Juancha para arrancar con fuerza y apoyados por las palmas de los asistentes la que es su canción más reivindicativa XXI, que los cuatro componentes deciden terminar con el puño alzado.

Antes de empezar con la siguiente canción, Pope, el bajista del grupo, hace la promesa de que va a bailar, si los allí presentes le animan, el siguiente tema. En mi cabeza sólo puedo pedir mentalmente “que sea, que sea...” y deseo concedido. Los primeros acordes de Elástica Galáctica empieza a sonar. Pope cumple su promesa y no deja de mover las caderas en cada estribillo. La siguiente en sonar es Ola de calor. No sé si soy las dos favoritas de la noche pero, sin duda, son las más esperadas. Lo que sí es seguro es que el grupo consigue meterse al público en el bolsillo con ellas.

Fin de la primera parte del concierto. El público pide bises y como con los deseos del público no se juega, vuelven a saltar al escenario sin hacerse mucho de rogar. José hace una nueva confesión y vuelve a da las gracias, en catalán, y afirma “me he quitado una espinita”

Si ya terminaron fuerte el bloque anterior no bajan el listón en esta segunda parte. Con Eléctricologran mantener al público despierto. La Sala Apolo se llena de palmas acompasadas y manos en alto. Otra que no podía faltar es la canción que lleva el nombre del grupo, Supersubmarina, con la que la gente no para de bailar. El cantante aprovecha este tema para sorprendernos con otro momento emotivo, en el que vemos a José Chino bastante emocionado cuando dice “me estáis haciendo pasar una noche inolvidable”
Ahora sí, llega el momento de las presentaciones. José, micrófono en mano, va rimando frases hasta que presenta a la banda y al resto del equipo técnico que han hecho posible el concierto.Con la siguiente canción puedo notar como la tarima vibra bajo mis pies con los saltos de la gente, que se ha venido arriba con Cientocero. El cantante también nota esa entrega y gira el micro para que sea el público quien continúe la canción.

Aquí llega, la frase temida en todos los conciertos, justo antes del último estribillo “ahora sí Barcelona, esto se acaba”. Así que el público disfruta de los últimos acordes antes de ponerle fin a una gran noche. El grupo se reune en el centro para dar las gracias y saludar. Jay se tira de rodillas al escenario y Juancha tira sus baquetas a la gente del foso. Los de Baeza han disfrutado y han hecho disfrutar. Desde el principio han derrochado energía y no la han perdido en ningún momento.

Sin embargo, si tuviese que poner un pero a la noche, el punto negativo se lo llevaría el sonido, que sin ser malo del todo tampoco ha sido excelente. No sabría decir si por las características de la sala, o si el motivo ha sido otro. Pero la calidad que consiguieron en su concierto, en el Arenal Sound, ha superar a la que han logrado en la Sala Apolo.
A pesar de eso, la gente ha salido del recinto con muy buen sabor de boca y un rato después del concierto todavía he podido oír a varios grupos de personas canturreando sus canciones. Es la segunda vez que veo un directo del grupo y desde luego no será la última. A mí no me han defraudado.






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