Iván Ferreiro - Sala Bourbon. Córdoba, 4.2.12
Un concierto en acústico, a pelo, íntimo, desnudo o como quiera que lo denominemos siempre entraña sus riesgos. Ninguno para los fans fatales a los que todo lo que haga el ídolo en cuestión les trae sin cuidado siempre que se plante sobre un escenario y les regale sus canciones, y más si pueden verlo mucho más cerca y casi interactuar con el set-list e intercambiar impresiones en caliente con su cantante favorito.
Un concierto en acústico, a pelo, íntimo, desnudo o como quiera que lo denominemos siempre entraña sus riesgos. Ninguno para los fans fatales a los que todo lo que haga el ídolo en cuestión les trae sin cuidado siempre que se plante sobre un escenario y les regale sus canciones, y más si pueden verlo mucho más cerca y casi interactuar con el set-list e intercambiar impresiones en caliente con su cantante favorito.
Iván Ferreiro no es uno de esos artistas que se caracterizan
por arrastrar multitudes allá donde vaya, ni por elevar su voz a través de
plataformas mediáticas que amplifiquen su hipotética grandeza como músico. Lo
suyo es más de puertas para adentro, cuenta con una amplia troupe de seguidores que no le piden prácticamente nada salvo que
toque lo que sabe tocar y como lo sabe tocar, sin importar el formato ni la
compañía. Ahora, cuando arrecian vientos turbulentos y el futuro es dudoso para los que siguen
confiando en su arte y en su público, tal vez este tipo de apuestas sean más
loables que nunca. Apoyado por su hermano de sangre y de creación, un discreto
(en presencia, nunca en importancia) Amaro que se trajo su Fender a Córdoba
para barnizar los temas que él mismo modeló junto al hombre que se sentó al
piano, el de Nigrán salió a escena brindando con el respetable con una copa de
vino que quedó depositada sobre el teclado durante toda la actuación, llenando
su desgarrado gaznate entre un trago y otro de sus canciones.
Él mismo lo anunció, los conciertos en este formato están
divididos en dos partes: la primera presentando los temas más introspectivos,
solos él, su piano y su voz, y una segunda más intensa donde sonaría lo más “exitoso”
de su carrera en solitario, en la cual el papel del otro Ferreiro juega un
papel fundamental, no en vano es el responsable de muchas de estas letras y
músicas a las que Iván les pone voz y prestancia. Y como fue anunciado sucedió,
uno tras otro fueron sonando temas como ‘Santa Adrenalina’, ‘Rocco Siffredi’, ‘Paraísos perdidos’, todos ellos remozados recientemente en sus nuevas ‘Confesiones de un
artista de mierda’ y aquí de nuevo reducidos al esqueleto, y una conmovedora
por su vigencia aún, casi siete años después de su publicación, ‘Ciudadano A’,
posiblemente una de sus escasas incursiones en las arenas movedizas de la
conciencia política. Personalmente, el momento cumbre de la noche, junto con el
posterior cierre de la primera parte con ‘Promesas que no valen nada’ unida a
la mítica ‘Insurrección’, que por lo allí escuchado casi nos hizo dudar si el
dúo García-Portet la escribieron para que un día la versionaran unos gallegos
llamados Piratas. Antes había sonado también, cómo no, el himno a los ‘Años 80’,
más coreada por el público que por el propio solista, que dejó que nos explayáramos
con una canción que ya forma parte del legado del mejor pop español de siempre.
Siempre digo que por muy críticos que a veces seamos con un
artista, él mejor que nadie sabe cuáles son sus mejores trabajos, y en este
caso dudo que a Iván Ferreiro se le escape que su techo en solitario hasta el
momento está en su debut, en aquellas ‘Canciones para el tiempo y la distancia’
que le abrieron el camino buscado al margen de su banda, y por ello esperó a
que apareciese su hermano para rescatar juntos su mejor surtido con ‘S.P.N.B.’,
‘Mi furia paranoica’, ‘El viaje de Chihiro’ y sobre todo ‘Turnedo’, un tema
potentísimo en estudio que, aunque recortado y adaptado en este directo, no
pierde demasiada fuerza y que pide a gritos un poco más de protagonismo para el
trabajo de Amaro (os aconsejamos escuchar su proyecto Glez., seguro que estais
de acuerdo con nosotros).
También reserva Iván un hueco para las versiones, en este
caso aprovechando para hacer un guiño a amigos y músicos afines como Leiva de
Pereza en ‘Si quieres, bailamos’ y a Zahara en la suculenta historia de ‘El leñador y la mujer América’, un momento inesperado y absolutamente disfrutado. ‘Canción de amor y muerte’ fue otro tramo intenso, con Iván sentado con las piernas
cruzadas y poniendo alma y corazón en una entregada interpretación que retrata
a un creador de los pies a la cabeza, con sus equivocaciones y riesgos, sus
puntos luminosos y curvas oscuras, pero siempre intentando dibujar una sonrisa
en el rostro de quien se atreva a disfrutar de su música. Incluso cuando 'El equilibrio es imposible', o más bien lo parece, claro.
Nuestra primera vez con este pequeño gran creador, que ya ha
grabado tres discos largos, un E.P. y un directo en estudio con colaboraciones
interesantísimas, fue una experiencia diferente, aliñada con la emoción de sus
canciones y ligeramente enturbiada por la escasa preparación del personal de
la sala Bourbon, un local de reducidísimas dimensiones para albergar ciertas
actuaciones cuyos responsables no nos facilitaron en nada el trabajo, más bien
al contrario. Tal vez a algunos empresarios supuestamente metidos en cintura
rockera el término “prensa” no debería sonarles a chino, ni el personal de
puerta debería responder a un perfil más propio de un robot incapacitado para
escuchar, pero esta vez seremos benévolos en vista del resultado satisfactorio de
nuestras gestiones. Esperamos que la próxima cita en este mismo lugar, de
producirse, no nos obligue a escribir un artículo paralelo de consecuencias
imprevisibles para sus intereses. Aun así, que conste que vivimos en una ciudad
maravillosa para esto de la música y que hay gente que trabaja mucho y bien
para que podamos seguir contando y contándoos grandes conciertos. Este ha sido
uno de ellos, y prometemos que no será el último.
Más fotos del concierto aquí.
Texto: JJ STONE
Fotografías: RAISA McCARTNEY
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario