CatPeople - Sala Metrópolis. Córdoba, 3-3-12.
El circo del rock and roll tiene estas cosas, que te enteras de que te han acreditado para un concierto sólo unos días antes y piensas que eres un tipo afortunado por poder escuchar a esas pequeñas grandes bandas que comparten escenario con otras algo más grandes (aunque a veces eso dependa sólo de la asistencia de público a las salas donde tocan) y que no figuran en lo más alto de los carteles que anuncian festivales o actuaciones conjuntas por las más diversas ciudades. Eso, al menos para el abajo firmante, es uno de los pequeños placeres que aún seguimos disfrutando los que hacemos que la música sea casi nuestro sustento diario.
El circo del rock and roll tiene estas cosas, que te enteras de que te han acreditado para un concierto sólo unos días antes y piensas que eres un tipo afortunado por poder escuchar a esas pequeñas grandes bandas que comparten escenario con otras algo más grandes (aunque a veces eso dependa sólo de la asistencia de público a las salas donde tocan) y que no figuran en lo más alto de los carteles que anuncian festivales o actuaciones conjuntas por las más diversas ciudades. Eso, al menos para el abajo firmante, es uno de los pequeños placeres que aún seguimos disfrutando los que hacemos que la música sea casi nuestro sustento diario.
En fin, disertaciones aparte, el otro día tuvimos la ocasión
de ver -¡por fin!- en directo a uno de los grupos que más hemos perseguido en
sus giras, y no será porque no se han hartado de tocar en los últimos cinco
años, desde que editaron un debut que pasó desapercibido para la mayoría de los
que hoy bailan sus canciones a pie de escenario. Aquel sensacional disco, ‘Reel#1’, sentó las bases de nuestra admiración y de su futura excelencia, y ellos
saben que de no haber grabado aquel primer trabajo hoy no podríamos escuchar
las perfectas versiones de algunos temas que incluían en él, como ‘Radio’, con
el que cerraron el concierto en una toma alargada y enlazada con el estribillo
de ‘Sorry’, que a su vez fue el que abrió la noche (también su último disco), u
otros como ‘Behind’ o ‘Mexican life’, con los coros que Adrián Pérez –por
cierto, menuda voz la de este chico- pedía a un público empeñado en
demostrarles que éramos pocos, pero no hacía falta nadie más para que el baile
continuara hasta el final.
Y no era para menos cuando las guitarras se afilaban
y los punteos se sucedían, como en la magnífica ‘Sister’, tal vez el single más tarareado de su repertorio
para los que sólo hayan nadado por la superficie de su anterior largo, ‘What’sthe time Mr. Wolf’, o en otro de esos momentos brillantes que ya son habituales
en su discografía, la magnífica ‘In silence’, en la que los pies y la cabeza ya
casi se nos habían disparado sin darnos cuenta. Llega un momento en que por la
atmósfera de las canciones ya no sabes si te recuerdan al lado más pop de The Cure, a la psicodelia mixta de algunos momentos de The Beatles o a la base
rítmica orientada a la pista de Franz Ferdinand, pero el coctel está
perfectamente condimentado para que bebamos una gota de cada uno de ellos y no
lleguemos a empacharnos con la mezcla resultante. Era evidente cuando
consiguieron que media sala corease ‘Goodbye angel’, que nos acordásemos de Joy Division (otra vez) al tocar ‘Coohagen’ y ‘Looks like dogs’, con el bajo
atronando los bafles y los teclados creando el ambiente perfecto para que las
guitarras tomen las riendas de una canción redonda que redondeaba aún más,
valga la redundancia, uno de los mejores discos de 2008, y que nos recordaba
que tenemos que volver a escucharlo detenidamente.
El grueso de esta gira, incluida dentro del ciclo GPS (Girando por Salas) que una vez más reune a algunas de las mejores bandas del
panorama independiente en gira por toda la geografía nacional, estuvo basado en
su reciente trabajo ‘Love battle’, algo más luminoso que los anteriores y con
una producción impecable, a la que en directo dan una vuelta de tuerca,
incorporando percusiones y vientos extra y convirtiendo al grupo en un sexteto
que no para de moverse durante toda la actuación. Estos son los directos que
nos gustan, los que intentan hacer de cada show una fiesta en la que somos los
invitados principales.
Se nota que estos gallegos afincados en Barcelona están
orgullosos de sus influencias, que hacen música por el puro placer de hacerla y
que en los tiempos que corren no pretenden ir más allá que donde el azaroso
viento del pop les quiera llevar. Capacitados están de sobra para llegar a lo
más alto, y casi me atrevería a decir que si hubiera justicia musical en este
país, algo que dudo cuando escucho la última canción del sosainas de Pablo Alborán
(y podría poner muchos más ejemplos) y veo que sigue siendo el más escuchado del
momento, los CatPeople deberían estar copando esas primeras posiciones, no sé
si de las listas o de las escuchas o de las descargas o de los politonos, que
todavía hacen que algunos sintamos vergüenza ajena, con todos los respetos, al
poner la radio cada mañana. En nuestra playlist
particular, la escuche quien la escuche, ya son “disco rojo” de la semana, y
subiendo.
Set-list:
- 1. Sorry
- 2. In silence
- 3. Rana
- 4. Secret life
- 5. Fat rat
- 6. Safari
- 7. Behind
- 8. Looks like dogs
- 9. Goodbye angel
- 10. She was an astronaut
- 11. Sister
- 12. Coohagen
- 13. Mexican life
Bises:
- 14. Love battle
- 15. Radio
Más fotos del concierto aquí.
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