Amistades peligrosas

A estas alturas dudo que haya alguien por aquí que no sepa que Johnny Depp, que últimamente parece limitarse a atender las llamadas de su amigo Tim Burton para aparecer en la pantalla, también le da a esto del rock and roll. Incluso formó 'The Kids', una banda con sus compañeros de secundaria, aunque no creo que lo hayais visto mucho por la tele, y antes ya había hecho sus pinitos a la guitarra con sus amigos de Rock City Angels, una formación nacida en Florida que no pasó de la segunda división del nuevo punk americano de los primeros ochenta. Pero el gusanillo de la música siempre lo ha tenido, así que ahora, en vista de que su fama como actor y su imagen de galán-maduro-que-vuelve-locas-a-jovencitas-y-sus-mamás pueden opacar permanentemente sus intentos por destacar en ese mundillo, sólo coge su instrumento (me encantan estas frases ambiguas) para "enchufarse" en el escenario con gente prestigiosa, de la que entrevistan en las revistas musicales, fotografían en webs y escriben en prensa de todo tipo, tal vez para buscar esa notoriedad que aún le falta en un campo que, oido lo oido, sigue sin ser el suyo.

Marilyn Manson, que está a punto de vomitar publicar nuevas canciones y cuyo nuevo disco se titulará 'Born villain', se ha fijado en la semi apagada estrella del ex pirata del Caribe y afilador de dedos metálicos en 'Eduardo Manostijeras' para que le acompañe en algún bolo, como ya ha sucedido en la pasada entrega de los premios Revolver Golden Gods, en cuya ceremonia presentaron el tema en el que colabora el actor, una versión sui generis, completamente ensuciada y adaptada al sonido industrial de la banda de Manson, del clásico de Carly Simon 'You're so vain' que ya podeis escuchar aquí. En esa ocasión también tuvieron tiempo de recordarnos lo mucho que les gustan los 80 atacando sin piedad 'Sweet dreams', otra de esas tonadas imperecederas que todos podemos escuchar a diario, y varias veces además, si tropezamos con el cansino dial de Kiss Fm o similares "oldie radios". Al menos, os guste o no el andrógino ser del exceso de maquillaje y los ojos policromados, no podreis negar que nunca imaginamos que la voz de Annie Lennox podría convertirse en el gutural rugido que podreis escuchar (y ver) en el vídeo de abajo.

¿Os deseo dulces sueños antes de que lo veais o espero a que la pesadilla termine? En cualquier caso, este tipo de amistades más que darle publicidad a tal o cual lanzamiento lo que pueden conseguir es que terminemos odiando y amando a partes iguales a esta pareja circustancialmente bien avenida. De las pintas del señor Brian Hugh Warner mejor no digo nada, que luego lo lee algún "talifan" y me la lía.