13/04/2012. Madrid.
La semana pasada la televisión nos sorprendía con una información de esas que quedan de tapadillo entre tanta crisis y tanta desgracia. No parecía gran cosa peor en realidad en su simplicidad y esencia recaía una inmensa responsabilidad. Un chico, quizás rondara la cuarentena, historiador de arte, argumentaba en la madrileña calle de Montera que se podía perder uno de los últimos vestigios de una época. De una forma excepcional explicaba que el Madrid de los ochenta significó muchas cosas, el acontecimiento conocido como “La movida” reveló a los jóvenes y convirtió a una generación entera en librepensadores. Por desgracia ese movimiento cultural dejó muy pocas huellas en Madrid, algunas de ellas fueron eliminadas como vulgar “vandalismo callejero” por eso, orgulloso, señalaba la importancia de salvar uno de los últimos graffitis de Muelle que ahora quedan ocultos tras las vallas de reforma de un edificio y que corre peligro de ser eliminados para embellecer la nueva fachada. Y es que efectivamente la movida tuvo una repercusión mediática, musical, cultural y dejó pocas huellas arqueológicas en el Madrid actual, pocos hitos reconocibles que puedan dar testimonio de lo que aconteció en los convulsos años de la transición.
Como Muelle hay muchos otros nombres propios de esa época que aún viven en el recuerdo o que incluso están de rabiosa actualidad. Personas que han marcado la juventud e infancia de la mayoría de los jóvenes (y no tan jóvenes). Por eso es un honor haber disfrutado de un concierto tan meditado, especial, nostálgico y entrañable como el que dio reunión a un buen número de amigos de esa época en la Sala Caracol.
Bernardo Bonezzi es por mérito propio un nombre de la época dorada de la música de este país. En su maleta de recuerdos atesora haber vivido el apogeo de la movida a finales de los 70 y principios de los 80. A los 13 años se atrevió a formar su propio grupo “Zombies”, pioneros en la movida y que pueden jactarse de ser el primer grupo que actuó en la sala Sol.
Su single “Groenlandia” es sin duda un himno del momento que aún nos sorprende apareciendo en cualquier momento en la actualidad desde bares de moda a versiones karaoke y que por fortuna tuvo su momento en la noche del viernes.
Bonezzi no dejó la música, su firma aparece en films de Almodóvar como “Laberinto de Pasiones” o “Matador”. En 1995 obtuvo el Goya por la música de la primera película de Díaz Yanes, 'Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto', y ha estado nominado al Goya en cuatro ocasiones más.
Por eso era un placer saber que se ha vuelto a colgar la guitarra para presentar su nuevo disco “Esencia de la Ciencia”. Tras casi 30 años fuera de los escenarios no deja de ser un autentico honor haber estado allí para poder contarlo.
La Sala Caracol bullía con el ambiente del reencuentro. Muchas caras conocidas y anónimas se reencontraban en la oscuridad de la sala sin tanto humo, alcohol y con algunos años más. Era una noche especialmente dedicada a las batallitas y el recuerdo.
Cuando pasadas las diez y media se abrió la cortina Bernardo Bonezzi apareció con algunos años más pero en cambio una serena tranquilidad y ese halo de timidez redomada detrás de la que se oculta este gran compositor y cantante. Con él una gran banda de siete músicos estaban preparados para desgranar algunos temas de su nuevo y fantástico disco “La Esencia de la Ciencia”. Porque no era sólo un momento para el recuerdo, era también un concierto de presentación de temas excelentes y cuidados como sólo los artistas de antaño saben cuidar su material.
“La esencia de la Ciencia” sonó mucho y bien en el concierto, un sonido más pop con letras increíbles y mucha base de guitarra. Un sonido radicalmente diferente al de las pistas del cd inundó la sala que tímidamente y después de ser animados por el artista se acercaron al escenario a disfrutar del calor del concierto.
El tracklist del concierto quedó más o menos de este modo:
La Herencia
No puedo perder mi tiempo
Concupiscencia: Que como él mismo definió de forma muy acertada. Según nuestro a académicos de la lengua es en la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en especial, apetito desordenado de placeres deshonestos.
La muralla china
La resiliencia
Un cristal oscuro
Terapia Ocupacional
La venganza de Cthulhu
Banderas
Como en un espejo (el single)
Mónica suspira (el single nuevo)
Cleopatra
Extraños juegos
Y las dos tandas de bises: La estatua y Groenlandia
Y Contacto en Zurich y La vida salvaje.
Entre los temas muchos se alegrarán de encontrar muchas canciones de su anterior etapa. Precisamente unida a una de las más especiales, Groenlandia, llegó la sorpresa (anunciada por el artista) con la presencia de Tesa, la cantante y bailarina de Zombies en su estado más genuino. La cantante permaneció en escena durante el resto de los bises provocando el delirio más absoluto de los fans. Saludó desde el escenario a los asistentes, caras como Paco Clavel o Alaska y Mario que se pasaron para acompañar a Bernardo en este concierto tan especial.
Llama la atención la repesca de muchos temas antiguos que eran anunciados con simpáticas alusiones como “A ver si os acordáis de esta” o “ Esta seguro que os suena”, por supuesto no sólo sonaban si no que servían de perfecto hilo conductor a la alternancia con las nuevas canciones en un flujo natural.
El concierto fue largo, intenso y agotador para un Bonezzi lesionado que perdió a los pocos minutos la tirita de su cabeza, pero que no dejó de lado en ningún momento su sonrisa, una sonrisa que nos hace pensar que sigue siendo el mismo tímido de los ochenta.
De momento la actuación de Zaragoza para el próximo 10 de Mayo está cancelada por unas lesiones que tuvo en Vigo y se cancelaron todas las fechas que tiene pendientes. Ahora que está mejor se replantea la gira. Hoy 17 de Abril estará en Málaga en una mesa redonda. Desde aquí deseamos una pronta recuperación y siga disfrutando tanto como nosotros de su regreso a los escenarios.
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