Los Enemigos + Love of Lesbian – Jardines de Viveros (Feria de Julio) Valencia 06-07-12

Los Enemigos + Love of Lesbian – Jardines de Viveros (Feria de Julio) Valencia 06-07-12

Si tradicional es la cita musical que la Feria de Julio de Valencia prepara cada año en los Jardines de Viveros, quizás no fuera tan convencional el cartel que marcaba el inicio de este ciclo de conciertos. Unos veteranos que volvían a enfundarse las camisetas de los directos y unos clásicos en todo festival que se precie: Los Enemigos junto a Love of Lesbian compartían escenario en un show que prácticamente duró 4 horas y que dejó contentos tanto a los seguidores de unos como a los fans de los otros. Estilos diferentes para un público heterogéneo que en ambos casos se “portó” de manera ejemplar.

Ten ejemplar como ver, durante el retorno tras 10 años de ausencia de Los Enemigos, a padres con sus hijos, a fans con entradas de hace 20 años impresas en cartón para conseguir que se las firmaran, a cuarentones con los ojos brillantes de emoción y raspas en el pecho y a veinteañeros que coreaban algunos de sus temas más conocidos como “Septiembre” o “Yo, el Rey”. Y todo esto presidido, en ese reinado del enemigo, por una magistral clase de rock en castellano. Lirismo en sus letras y guitarras afiladas al más puro estilo enemigo para una cita tan imprescindible como esta.

Chema Pérez (batería), Manolo Benítez (guitarra), Fino Oyonarte (bajo) y Josele Santiago (guitarra y voz) demostraron que ni el tiempo ni las modas pueden con los grandes del rock. Eso de que “los viejos rockeros nunca mueren” (en su sentido más conceptual) es cierto y demostrable cuando en 2 horas de show un tornado sonoro y sentimental barre con todo lo que encuentra a su paso. Incluso “también” (como recalcó el propio Josele) con los fans más lesbian@s que abarrotaban las primeras filas y que se dejaron llevar por la energía que los 4 de Madrid generaban desde el epicentro enemigo.

Una cátedra que presentaban con un “John Wayne” y en la que postularon temas como “Paracaídas”, “Antonio”, “Dentro”, “Ná de ná” (con esa percusión “latina” del inicio, quizás obra de Chema “Animal” Pérez) o esa versión del “Señora” de Serrat que siempre llevaron a su terreno. Un recital de punzadas escondidas tras las verdades de cada una de sus letras y que, aunque no sonaron tan claras como solían sonar en la voz de aquel Josele (si es que los años pasan factura...) de los '90, sí recompusieron a una de las bandas míticas de la música española. Un repaso por casi todos los temas que marcaron su carrera con las concesiones justas a un público que tampoco las necesitaba. Alguna dedicatoria esporádica y algún comentario rápido entre tema y tema por parte de Fino fueron los únicos “descansos” que Los Enemigos se otorgaron a ellos mismos.

El concierto fue amasando su forma hasta llegar a, quizás, el tema más esperado de los madrileños, ese “Desde el Jergón” que ellos mismos se ocuparon de presentar como mandaban, rindiendo ese tributo a uno de sus mejores canciones. Y ya desde el punteo inicial de Manolo, el público decidió meterse en ese jergón con estos enemigos. Un tema que desencadenó la catarsis colectiva y que transformó el concierto en otro distinto basado en sus himnos de siempre y en la sobriedad de Josele, Manolo, Fino y Chema. Así fue como llegaron “Septiembre”, “No amanece en Bouzas”, “Yo, el Rey”, “La cuenta atrás”, “Soy un ser humano” y “Todo a cien”. Terminando de compactar ese setlist rebosante del mejor rock patrio.

Y si este primer concierto extasiaba a fans y les devolvía la fe en el rock y en la entrega de Los Enemigos, en paso de Love of Lesbian por el escenario de los Conciertos de Viveros dentro de la Feria de Julio no fue para menos. Su primera parada en Valencia tras la publicación de “La noche eterna. Los días no vividos” y, desde luego, no la última. Los reyes de los festivales, los magos de la diversión, siguen enfrascados en una extensa gira que tiene en el verano su mejor caldo de cultivo.

Joanra (bajo), Oriol (batería), Juli (guitarra), Jordi (guitarra) y Santi Balmes (voz), los de siempre, acompañados en la retaguardia, por esas bestias pardas-multiinstrumentalistas que son Ricky Falkner y Vallvé, discretos, en el background de esas noches eternas y de las que son muy responsables (Falker produce este disco). Un show que comenzó con los problemas que un ampli puede ocasionar cuando se funde y que mantuvo a Jordi durante las primeras canciones peleándose con el mismo.Y si con Los Enemigos la escenografía se rendía ante una gran raspa trasera en el escenario, los lesbianos sacaron sus neones más introspectivos como complemento a esos días no vividos... ¿para vivirlos más?

Prácticamente dos horas de show en las que las entregas, tanto de la banda como de su público, se unían y conseguían hacer fluir temas como ese inicial “Nadie por las calles”, “Wio”, “Los seres únicos” o “El hambre invisible”. Un concierto concebido para engordando poco a poco y acabar estallando con ese himno que es “Noches reversibles” y en el que romperse no importa nada o con la fiesta que siempre es “Algunas plantas” sobre el escenario. Éxtasis de diversión sin tantos disfraces, pero sin renunciar a una pequeña máscara o a una camisa floreada para darle ese toque de jardinería al concierto.

Un juego cómplice no comentado, no pactado con el público, se establece siempre en los conciertos de Love of Lesbian. Y es esa espera de la siguiente canción. La excitación de la anticipación que provoca el no saber qué será lo próximo que se escuche y que termina cuando en los primeros acordes el público grita entre una mezcla de “sabía que tocarían esta” y “Oooohs” prolongados. Porque ese club de fans de John Boy que muchos lucían en sus camisetas en realidad es ese club de fans de Love of Lesbian en un tiempo omniscente pero omnipresente.

Con una notable supremacía de los temas más curtidos sobre el escenario, los llegados de discos anteriores, debemos decir que a “La noche eterna. Los días no vividos” le queda todavía alguna noche más para madurar y algún día por medio sí vivido para conseguir atrapar a sus hermanas mayores. Pero aprenden rápido.

Pese a ese buen rollo que los barceloneses siempre consiguen florecer a sus pies a base de la fiesta continua con la que agasajan a su público, de momento esta puesta en escena de su último trabajo no es tan compacta como aquel (verdadero) show del interminable “1999”. No son capaces de desprenderse de algunos de los temas emblemáticos de su carrera, aunque el amante guisante sobrevuele otras tierras ya... Pero junto a ellos sigue estando esa “Niña imantada” que aprende “Maniobras de escapismo” siempre “Allí donde solíamos gritar” con el “Club de fans de John Boy”.

Y aunque Santi y los suyos son muy dados a las improvisaciones, a interactuar con el público, se mostraron más comedidos que en otros conciertos. Nada de disfraces o de invitaciones a subir al escenario. Una sucesión de “coreografías” pop aprendidas que ya son capaces de facturar a ciegas. Y ese baile tan característico del Balmes que se suelta sobre el escenario, menos afectado, más divertido, que nos recuerda tanto al baile de la alegría que Chris Peterson danzaba en la serie “Búscate la vida”. Y desde Alquimia Sonora nos atrevemos a lanzar una sugerencia a Santi: debes pulir un poquito más el gesto de Bowie...

Hemos decidido unir a estos dos grupos con dos temas que nos remiten a una misma imagen: la sombra por la que vagan Los Enemigos con “Por la sombra” y aquella que tiene matices colorimétricos en manos de Love of Lesbian, “Los colores de una sombra”. Porque ambas bandas demostraron que no son sombras del pasado o de discos anteriores; porque Los Enemigos han sabido cómo volver sin recovecos en su show y porque los lesbianos han enterrado aquel “1999” eterno. Sin duda, un primer examen superado con notable alto por los Conciertos de Viveros de esta Feria de Julio de 2012.