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lunes, agosto 06, 2012

PortAmérica 2012: fiesta, aftersun y Rías Baixas

Aunque pueda parecer que siempre se está a vueltas con lo mismo, en Galicia, cuando o home do tempo pronostica que durante el fin de semana las nubes dan tregua, se produce un curioso fenómeno. Oleadas de seres humanos se dirigen en masa a la costa, dispuestos a poner su piel al sol, con el objetivo de pasar de la palidez aristocrática invernal a un bronceado caribeño que ríete tú de las garotas de la playa de Ipanema.

Iván Ferreiro y Xoel Lópe
Al lío. La cosa es que, como dirían Os Resentidos, durante el festival PortAmérica, del 19 al 21 de julio en Nigrán (Pontevedra), hizo un sol de carallo. Y eso se notó muchísimo en la afluencia de público al recinto ubicado en el polígono industrial Porto do Molle. La organización colgó el cartel de aforo completo en el camping al segundo día, lo que tuvo que sentar muy bien a la productora Esmerarte, que ya tenía experiencia en la organización de algún festival como Vigo Transforma, al ver la extraordinaria buena acogida de esta iniciativa en esta costa noroeste, tan necesitada de buena música en directo.

Vaya por delante que el equipo de Alquimia Sonora no pudo hacer acto de presencia en el recinto hasta el viernes por motivos de agenda laboral. El oficio del periodismo en verano y los clásicos gajes del oficio. Pese a ello, enviamos una avanzadilla al recinto, para no perder detalle. ¿Y que nos han contado?

Pues que Iván Ferreiro y Xoel López se salieron. El primero, haciendo feliz a la parroquia trayendo al festival su recopilatorio ‘Confesiones de un artista de mierda’. Felicidad por doquier con temas como ‘Años 80’, ‘Mi coco’ o ‘El equilibrio es imposible’. Éxtasis de su parroquia con las colaboraciones de Xoel López y Santi Balmes de Love of Lesbian se subió al escenario. Y todo ello en la compañía de Amaro. Vamos, uno de esos conciertos para que los fans se hagan, si cabe, todavía más fans. Y los que no…bueno, siempre podrán decir que estuvieron allí.

Con Xoel López, más de lo mismo. Un concierto correcto, en el que el coruñés hizo gala de su poder para domesticar a las fieras, o lo que es lo mismo, la chavalada de este festival. Un recital imprescindible, en que también contó con la presencia de Iván Ferreiro, y en el que demostró que es una de esas personas que disfruta con su trabajo. Y eso, obviamente, se nota en el resultado.

Viernes: yo te quiero con limón y sal, pero lejos, bonita.

Para la jornada del viernes, el equipo ya estaba al completo. Hay que decir que, si bien el recinto del festival era amplio y no daba sensación de saturación de personal (el archiconocido lema de muchas organizaciones de ‘donde caben dos, caben tres’), las indicaciones para llegar al mismo eran un poco escasas. También es verdad que en un 60 por ciento, los asistentes al festival era muchachada de la zona, que ese fin de semana decidió irse de festi por primera vez en su vida. Ese dato contribuyó en gran medida a darle un aire teen al Porto do Molle, y a provocar algún que otro momento de miedo y pánico en los baños ante la cantidad ingente de planchas de pelo y secadores que allí se enchufaban, y que un veterano festivalero no cargaría jamás. Aprovechamos aquí para felicitar calurosamente a la organización de PortAmérica por hacer que los baños se mantuviesen en unas condiciones más que aceptables de limpieza, dadas las circunstancias. Y por el agua caliente de las duchas a la mañana. Que no hubiese a la noche ya no era un problema, la gran incidencia de pieles quemadas por el sol tras pasar el día en las preciosos arenales de las Rías Baixas, con playa América en primera línea de Quechua hasta lo llegaron a agradecer.

Al lío. El camping, situado justo al lado del recinto de los conciertos, permitía estar a tope en los mismos aún si en ese momento se estaba ocupado en otros menesteres más…domésticos. Y ese puntazo nos permitió disfrutar del concierto de Disco Las Palmeras! muy a gusto. Diego, Selín y David demostraron ante menos gente de la que se merecen la razón por el que muchos los consideran los dignos sucesores de Triángulo de Amor Bizarro. Después, llegaron Eladio y los Seres Queridos, acompañados de la orquesta de saxos del Conservatorio de Redondela. Precisamente, esto hizo que las canciones de los vigueses sonasen con un punto de magnificencia superior al que nos tiene acostumbrados en la gran cantidad de eventos a los que se suman últimamente. Muy divertidos, en todo caso.

Y después, uno de los platos fuertes del PortAmérica: los hermanos Kitty, Daisy & Lewis. Definitivamente, su éxito está más que justificado. Ya no sólo por el rollo que llevan, con un look rockabilly más que resultón, sino porque los chicos, realmente, son capaces de hacernos bailar toda la noche. Y, además, tocando los instrumentos como quien –habrá quien piense a juzgar por su edad-- maneja los mandos de la Playstation. No faltaron sus hits más conocidos hasta la fecha, como ‘I’m so sorry’ o ‘Messing with my life’. De lo mejorcito que pisó el escenario.

Julieta Venegas, genio y figura.
No se puede decir lo mismo de Julieta Venegas, quien tomó el relevo de los hermanos Durham. Su presencia en este festival resultaba un poco metida a calzador, el toque MTV innecesario. Aún así, oye, la gente se animaba a corear los grandes hits de la mejicana, como ‘Limón y sal’ o ‘Andar conmigo’, o incluso la versión del ‘Sin documentos’ de Los Rodríguez, defendida por la señorita Venegas sin tampoco demasiada pasión. Otro concierto que se resume en dos frases: o bien con un “yo vi a Julieta”, y ya; o bien “estaba pidiendo cañas”, de lo que se deduce que capacidad de motivar al personal, más bien poquita. Aprovechamos para hacer un inciso dándole otro punto positivo a la organización del festival con su gestión de las barras y puestos de consumiciones. Con la (genial) idea de establecer un mecanismo de conversión de euros en ‘amaros’, la moneda oficial del festival, las colas para las cañas y demás iban rápidas, rápidas. Y los precios, bastante bien también para lo que es un sarao de este tipo. Para que os hagais una idea, una caña eran dos amaros. Que tomen nota en otros lados…

Love of Lesbian saltaron al escenario con la partida ganada de antemano. Estamos seguros de que un alto porcentaje de los allí presentes ya los habían visto en otra ocasión, y ya estaban  más que predispuestos a darlo todo con los catalanes. Y así fue. Temas de su último disco, ‘La noche eterna-los días no vividos’, presentado oficialmente muy poquitos días atrás pero que ya se coreaban a viva voz. Y euforia con los grandes hits de la banda, como ‘Club de fans de John Boy’, ‘Incendios de nieve’ o ‘Algunas plantas’. Iván Ferreiro cantando en ‘1999’ con un Santi Balmes en su papel de showman que tan bien le va. El manejo de las masas, con energía y buen rollo. Una apuesta segura la de estos muchachos.

Santi Balmes e Iván Ferreiro 
Y después, el fiestón. Aquí, la redactora alquimista, reconoce que las expectativas por su parte estaban muy altas con Peter Hook y su DJ set de Joy Division-New Order. Y el resultado fue que, aunque es verdad que no paró de bailar, el ligero regustillo amargo no se lo quitó nadie. Podía ser el señor Hook, como podía ser el DJ de la discoteca indie de Alcorcón. En cambio, el dúo barcelonés de Buffetlibre DJ’s fue el despiporre. ¡Caña, caña, caña! Vamos, que más de uno terminó rozando el suelo con la piel de la planta de los pies de tanto que quemó suela. Para seguir muy de cerca, las andanzas de estos muchachos.

Sábado: Nita del Rey

¡Y ya sábado! Las playas y sus chiringuitos hicieron que más de uno (y de dos, y de diez…) alargasen un poco más el día, durmiendo lo que en las tiendas de campaña era imposible (¡ni una sombra en el recinto del camping!). Por ello, la jornada de conciertos para Alquimia Sonora se estrenó entrada la noche, con los Corizonas repartiendo amor, buen humor y rock&roll tras las actuaciones de Combo Dinamo, Onda Vaga, Depedro y Zoé. Estos últimos, según han declarado fuentes fidedignas, supieron ganarse a su público con un repertorio que les dejó ganas de más. No sabemos exactamente si ganas de más canciones, o ganas de ver otra vez de cerca a León Larregui, la voz de esta banda mexicana, y cuyo atractivo físico fue trending topic en las conversaciones de esa noche en PortAmérica.

Los amaros, la moneda oficial de PortAmérica
Corizonas es una fiesta. Es que no hay otra manera posible de definir el producto resultante de la fusión entre Los Coronas y Arizona Baby. Carisma y buen rollo con un toque de sabor tex-mex en alguna playa californiana. No faltaron temas de sus bandas anteriores, como del disco actual. Voces en grito coreando ‘The falcon sleeps tonight’ o ‘Run to the river’. Alguna versionaca suelta de esas que enamoran, como el himno ‘Wish you were here’ de Pink Floyd. Total, que lo de los Corizonas es pasión, y lo demás es tontería.

Y ya, por fin…¡Vetusta Morla! He de reconocer aquí, a título personal, que no iría al fin del mundo por verlos actuar en directo. Vamos, que me aburren un poco. Pero es verdad que los vetustos saben cómo gestionar un concierto para que resulte redondo. Será por los años de carretera y manta que llevan encima estos chavales, será por lo absolutamente entregada que tienen a su audiencia, será por el carisma de Pucho. Pero lo cierto es que triunfan como la Coca-Cola. Porque no se le puede llamar de otra manera a un grupo cuyas letras de canciones no son precisamente sencillas, pero que consiguen que en un festival nos encontremos en espantosa minoría los que no nos las sabemos de memoria. Lo dicho, fans contentos, y banda maja. No se le puede pedir más al momento.

Cerrando capítulo con Vetusta Morla, y abriéndolo con Fuel Fandango. ¿O debería decir Nita? ¡Qué mujer, qué presencia, qué arte! Lo de los madrileños es un caso aparte. Ya no sólo por lo bien y elegante que suena su cóctel de electrónica-funk-rock con aires flamencos, sino porque consiguen que en ningún momento puedas despegar sus ojos de esa diva que es la señorita Nita. Con rosas en el pelo en un (no sabemos) tributo a Lana del Rey, se movía por el escenario como quien está en un salón de fiesta con amigos. Simpatía a raudales, y muchas ganas de más Fuel Fandango. Im-pres-cin-di-bles.

Fuel Fandango
Y ya cerrando la noche, y de paso el portAmérica, los DJ’s de La Fábrica de Chocolate Club. Animando el cotarro un poco más, y dejando en el aire la esperanza de que dentro de un año volvamos a tener por la costa noroeste un evento como este. ¡Ojalá!. 

Fotografías de Lorena A. Álvarez

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