Geffen Records, 1993.
Hace 65 millones y 19 años que los dinosaurios dominaron la tierra. (Más o menos el tiempo que llevo sin escribir por aquí) Hace 19 la pisaron por segunda vez de la mano de Spielberg, añadiendo a su menú habitual la lubina chilena, informáticos fumadores compulsivos o carentes de dieta, abogados codiciosos (como si hubiera de otro tipo... ¡Huy! no sabía que me leían unos cuantos. La de demandas que me van a caer), cazadores expertos y empleados varios de Ingen que nunca se preguntaron por qué sus nóminas tenían tantos ceros.
Fue entonces cuando John Williams nos ofreció otro de sus mejores trabajos, un score que sobrecogía tanto como ver a un tiranosaurio arrancar una verja de contención en medio de una tormenta y buscar una comida chillona dentro de un jeep. Y es que este disco abarca una gran gama de sonidos, desde los más épicos a los misteriosos, de los llenos de tensión a los más emotivos... lo tiene prácticamente todo.
Lectores habituales, mis queridas acosadoras que dejáis vuestra ropa interior en mi buzón, bienvenidos... a Jurassic Park.
Esta es una de esas poco comunes ocasiones en las que, aunque sólo un tema es considerado como main title, posee dos que casan perfectamente entre sí y responderían a ese título sin problemas, (diría que hasta tres, pero dejémoslo así). En este caso y para no ponerlos por separado, se pueden escuchar en los End Credits. La una sería una pieza que gira en torno al piano, para luego verse sustituído por instrumentos de cuerda principalmente. Es un tema con un fondo triste, pero al mismo tiempo lleno de esperanza. El otro vendría a estar dominado por la trompeta, una pieza más aventurera y grandilocuente, que desprende más alegría.
Jorney to the Island también contiene ambas piezas principales. Personalmente me parece uno de los mejores momentos musicales y visuales de la película. Todo está medido de tal forma que lo que rodó Spielberg se intensifique con la partitura.
La primera parte del tema pertenece al viaje en helicóptero hacia la isla, no ocurre nada emocionante realmente aparte de una conversación y, de pronto, Hammond mira hacia cámara y dice: "ahí está", justo sobre el minuto y trece segundos, cuando el tema comienza a despuntar. En la pantalla no estamos viendo dinosaurios, ni nada llamativo (obviando la belleza del paisaje, claro), sólo el helicóptero adentrándose entre las montañas de la isla y posteriormente descendiendo a la par que una cascada de fondo, pero la música hace que parezca que estemos adentrándonos en el paraíso, a las puertas de una gran aventura.
Tras una variante del primer tema, la música va tornándose oscura y misteriosa sobre los 4 minutos y 30 segundos, anunciando que algo grande va a ocurrir. Y tal como debía ser, la música nos hace sentir como los protagonistas, con un tema que nos sobrecoge, nos llena de tristeza y alegría al mismo tiempo, como si observásemos el espectáculo más grande de la naturaleza, rompiendo todo lo que creíamos saber. Sencillamente, la perfección hecha música.
Hatching Baby Raptors es bastante sencilla. A base de arpa, algunas notas de piano, un suave coro, violines... se crea una pieza suave, pero también con cierto toque de misterio.
En Sick Triceratops nos encontramos un trabajo emocional, hecho para transmitir ternura.
Jurassic Park Gate tiene ese toque de "safari" aderezado con algo de arpa y culminado con el tema central. Posteriormente se torna en algo más oscuro.
Con Dennis Steals the Embryos difrutamos de algo bastante inusual en el compositor, sonidos sintetizados. Estos, mezclados con sonidos clásicos, nos regalan una pieza bastante curiosa llena de misterio, sensación de cuenta atrás e incluso algún toque de villano.
High Wire Stunts y Finding Dr Malcolm nos ofrecen mucha tensión en sus notas, marcando la pauta de peligro que suponen los raptores con gran acierto. Una tensión que va en aumento en Frozen Raptor & Control Room y continúa en T-rex Rescue & Finale, culminando con el tema central, sirviendo este de alivio a toda la descarga de adrenalina acumulada y que retoma por unos segundos dicha tensión para acabar en un glorioso final para el rey del parque.
Como curiosidad, el grupo Aerosmith iba a componer un tema para la película titulado Lizard, pero finalmente fue deshechada. Al final dicho tema fue parte de la banda sonora de la película animada de Los Rugrats, pasando a llamarse Lizard Love.
Y aquí os dejo la versión con letra de Goldentusk.
Debido a problemas técnicos en la redacción debemos terminar por hoy. Hasta la próxima.
¡A veeeeeer!, ¿quién se ha dejado el recinto del redactorsaurio abierto? Como pille al culpable le voy a ¡aaaaaaaaarg! ¡Que alguien traiga un arma y le pegue un tiro a esta cosa!
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