"Heil Gilber" el nuevo trabajo de Gilbertástico!

Gilbertástico-Heil Gilber-Granja Beat (2012) 

Detrás del nombre Gilbertástico se esconde Gilberto Aubán, músico valenciano que cuenta con la maqueta Un tullido velo (2006), el EP Operación Condor (2009), ambos autoeditados, un primer disco titulado Versalles al que pronto le seguirá su nuevo trabajo Heil Gilber, producido por Fernando Polaino (La Cabra Mecánica) y editado por la discográfica de este, Granja Beat.

El piano (su fiel acompañante) y su voz son los grandes protagonistas de su música, su brillante personalidad es su gran baza, polifacético, inquieto, insubordinado y carismático, con todas estas virtudes y muchas más, se convierte en un personaje querido dentro de la escena valenciana.

El salto a Heil Gilber lo distancia del aire barroco de Versalles acercándose a diferentes estilos, con trece cortes deja patente que la libertad esta presente en sus composiciones y que su yo más íntimo desprende ese halo especial que nos destella el alma, nos la rompe y luego nos la recompone, nos acaricia y nos sopla para hacernos volar alto pero que muy alto.

Y una vez hechas las presentaciones, os invitamos a descubrir su nueva colección de canciones que nos adentran en el universo sonoro creado por Gilberto y Polaino, mano a mano, coco a coco y que para su grabación ha contado con la banda que suele acompañar a Gilbertástico en sus directos, entre ellos Antonio Iglesias a las baterías, Jorge Lorán a las guitarras, Sento Juliá a los contrabajos y Exequiel González a las cuerdas. Heil Gilber cuenta también con la colaboración de Dwomo y de Joni Antequera (Amatria). El diseño corre a cargo de Rafael Monzó Vall, un marinero con ukelele en mano y un fondo marino.

Amor Tírria abre el disco con una melodía iniciada por su piano, nos pone en antecedentes con un aire de misterio, tras este primer intro nos empieza a cantar sobre el amor, el tema estrella del disco, y en el momento más inesperado rompe la línea y se impone un ritmo bañado de alma festiva para volver con unos coros finales a un estado de calma total. Guitarras y palmas para Vida y Mar, y ese aire campestre al que Gilberto nos tiene bien acostumbrados, “Volar, nadar y encontrar” para así llegar a No Sirve el Arte, primera aproximación al aire techno del disco, en la que desde mi visión particular es una bonito alegato a la utilidad del arte en nuestras vidas, una buena intención en la que Gilberto no sale muy bien parado.

Locos en la Isla profusa un aire mediterráneo, a destacar sus coros, sonidos variopintos y ritmos envolventes, un aire a Kusturica, un aire pop fresco, que nos hace navegar hasta Grecia para tararear los coros de Un nombre vasco, con su letra nos remontarnos a los noventa, donde esa cita sin móvil en ocasiones quedaban en malhumorados plantones. Con Barchín El Hoyo, dibuja un bosque animado, los instrumentos clásicos junto al canto de los pájaros crean una maravillosa melodía, y del espacio natural a la idea de la ciudad con Máquinas de fichar, y es que en sus letras también encontramos sátiras a ese mundo industrializado que nos somete al ritmo del tiempo y al trabajo alienante, una visión particular y divertida, festiva y en la línea de su tema Huesos Sonrientes (Versalles).

Suceden Mi corazón y yo y Arduo es el camino, con sonidos electrónicos cercanos a los ochenta, y una melodía que te invita al salto y al baile, silbidos y fiesta para llegar a El hechizo laboral de San Vicente, sonido de órganos y sintetizadores dibujan una línea constante con coros celestiales, uno de los cortes más divertidos. Con El amigo de las estrellas nos vamos acercando al final, un deje jazzístico en su vertiente más atemperada en la que también rompe a mitad canción el ritmo, baile y más baile, esos altibajos que nos convierte en auténticas montañas rusas musicales, subida, bajada y vuelta a subir.

Tierra de hombres es una pieza clave en este gran trabajo, por su letra y por su sonido, la mirada hacia la humanidad es otro de los temas que Gilberto ha querido diseccionar, su bisturí nos abre el cuerpo en dos y destripa todo eso que nos falta, valores como honestidad, humildad y sencillez, ¿Dónde están los seres humanos?. Sin duda, Gilberto Aubán parece ser uno de ellos.

Nos despedimos de este Heil Gilber con Todo gigante y blanco acelerando el ritmo del piano en una primera parte y en una segunda introducir el himno de valencia con una letra bizarra y quizás claramente alusiva, véase como una estrofa como esta puede esconder toda la mierda valenciana “Los gusanos tienen fiesta comen larvas suyas fritas, un banquete bueno de alegría, una fiesta en cada sitio cada día. Flipan los forasteros, la doble fila no es posible, mira empuja este, sacas el tuyo, no pasa nada, no pasa nada. No hay espacio para los hombres, chupar ciudadanos la teta de todos, tienen algunos, pezones morados. Beban la leche que aún no se ha ordeñado”, extraordinario Gilberto.

El disco saldrá a la venta a partir del 1 de noviembre y la presentación oficial será el 16 de Noviembre en la Sala Russafa, a las 23:00 horas, para la ocasión contará con Antonio Iglesias a la batería (Dwomo), Jorge Lorán al bajo (Dwomo), y Exequiel González con su chelo, la melódica y percusiones. Este directo pretende ser una mezcla entre literatura, música, fiesta y como no, rebelión. El precio de la entrada es de 8 euros.

Más Info:


Publicar un comentario

0 Comentarios