Lisabö - Animalia lotsatuen putzua. Bidehuts, 2011


Lisabö - Animalia lotsatuen putzua. Bidehuts, 2011.

Habrá quien se niegue a escuchar este disco. Los absurdos prejuicios, una vez más, serán el eterno precedente que les impida acercarse a unas canciones que de ser interpretadas en su lengua materna, la estatal para más señas, contarían con gran parte de su predicamento y puede que hasta de su total devoción. Hasta para mí ha sido farragoso buscar las correspondientes traducciones e intentar ajustar las líneas a la idiosincrasia personal del euskera, un vehículo de expresión como cualquier otro que jamás podrá servir de trampilla para ocultar las virtudes, que son muchas, de una banda que lleva ya varios años impulsando el a menudo fofo rock nacional a una nueva y casi desconocida dimensión.

Los irundarras Karlos Osinaga y Javi Manterola encabezan un quinteto que permaneciĂł cuatro años en una aparente inactividad de la que despertaron hace un par de inviernos para grabar este agotador paseo por el lado salvaje del que es difĂ­cil regresar sin haber sufrido algĂşn desperfecto. Y los que hemos tenido la suerte (o la experiencia lĂ­mite, más bien) de haber sido el blanco de sus balas en vivo y hemos acabado noqueados y besando la lona una vez tras otra sabemos que no es fácil mantener la llama encendida durante demasiado tiempo, pues los disparos queman por fuera y duelen tanto por dentro que necesitamos un perĂ­odo prudente de recuperaciĂłn antes de volver a ponernos a tiro. La apisonadora en que Lisabö convierten su mĂşsica se acrecienta a medida que el asfalto empieza a arder a su paso y la prosa envenenada de Martxel Mariskal lo llena de palabras incandescentes, rabiosas y profanas, sobre todo cuando es Ă©l mismo el que las canta. Esa es una de las claves de temas tan conmovedores como ‘Ezereza mugak’, quizá la Ăşnica aproximaciĂłn al pop, pero con el victimismo y la rabia como cruzadas, y ‘Laztan isilen deiadarra’, especie de pesado lamento en clave de ruido y desesperanza. Un ruido que no lo es tanto si detectamos el epicentro desde el que parte, que no es otro que la reivindicaciĂłn de la brutalidad sonora como guĂ­a en la bĂşsqueda de nuevos caminos, renovadas esperanzas y crĂłnicas de una vida sudada surco a surco. Como en una pelĂ­cula sin recuerdo (una equivalencia idiomática apresurada titularĂ­a asĂ­ ‘Oroimenik gabeko filma’), llenan de imágenes retorcidas una de las letras más duras que hayamos escuchado en el rock nacional de reciente factura. Algunos dirán que es un tema largo, como otros que aquĂ­ se incluyen –el desarrollo instrumental de ‘Gordintasunaren otordu luzea’ puede resultar claustrofĂłbico-, o que el bosquejo de stoner rock en el que se enredan en algĂşn tramo de la cambiante ‘Oinazearen intimitatea’ no aporta sino aĂşn más aridez sonora a un disco extenuante, que parece sangrar en el reproductor y que no da margen de tregua durante los escasos tres cuartos de hora por los que transitan sus canciones. Un periplo fugaz e intenso, enĂ©rgico e intransigente con el oyente, al lĂ­mite de metáforas descarnadas y vertiginosas. Luz para las entrañas, metralla para el oĂ­do, confort para el alma.

Tanto te fuerzan a la contundente escucha que prescinden del chelo presente en anteriores composiciones y encomiendan su rabia y su potencia a las dos baterĂ­as, las guitarras dobladas y la nueva gravedad que aporta la reciente incorporaciĂłn del bajista. Recurren a la autoproducciĂłn y al minimalismo a tope de decibelios, como lo harĂ­an unos Kyuss aĂşn más pasados de vueltas, para situarse en la vanguardia del post hardcore, más allá incluso del metal, y demostrar que la agresividad de la que se sirvieron Fugazi o la atonalidad de gran parte del repertorio de Slint eran meras excusas y que son ellos y solo ellos los que llevan hasta las Ăşltimas consecuencias el dolor de sentirse aislado en un mundo que te devora hasta el tuĂ©tano. Nada más desasogante que el pavor por estar aĂşn vivos y habitar el pozo de los animales avergonzados, o lo que es lo mismo, ‘Animalia lotsatuen putzua’, el lugar a donde tarde o temprano nos conducirán nuestros pasos, queramos o no. O nuestros oĂ­dos.

         

Más info:
http://www.myspace.com/lisaboezlekuak
http://www.bidehuts.net/wordpress/?p=272&lang=es
http://www.lastfm.es/music/Lisab%C3%B6

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