Madchester Club se convirtió en un microclima donde toda pieza de ropa de más era susceptible de ser despojada de nuestros cuerpos. Con calma empezó todo, los aires del sur y sus gentes no sufren de estreses innecesarios. En algún momento alguien tendrían que animarse y subirse al escenario, The Real Me fueron los primeros en aparecer para presentar su “Soul on fire”.

Un disco que suena a pop británico de los sesenta, grabado por Leandro Ramírez en Rock’n’Rolla Studios (Almería) y lanzado por Clifford Records con una edición limitada en Vinilo con Cd, enfundado en un precioso artwork de Don Gonzalo con fotografías de Florinella Minca. David Bailey (Guitarras, voz), Paco García (guitarra, ukulele), Alberto Bonilla (bajo) y Antonio Medina (batería) nos ofrecieron un directo sin concesiones salvo al principio debido a unos pequeños problemas de sonido. 

Con la batería marcando el ritmo de la actuación enlazaron los temas de “Soul on fire” con contundencia y buen rollo, consiguiendo que los asistentes alcanzáramos el clímax necesario para meternos en esas composiciones que suenan a The Beatles y en ocasiones a bandas del afamado britpop como Ocean Colour Scene, pero como siempre nos gusta decir que las comparaciones son odiosas y más si no gustan al artista, nos quedamos con destacar la brillantez de temas como el que da título al disco, “Be right on”, “Gone with Windows 2000” y “Orpheus Jones” entre otros.

A continuación los granadinos Toulouse se subieron al escenario del Madchester Club para darnos una lección, esta es sencilla, a parte de buenos temas tienen un puesta en escena directa y fresca, sencillez a doquier que nos dejo con un estado de felicidad que no nos abandonó hasta que nos dejamos caer en los brazos de Morfeo, Toulouse pueden estar bien satisfechos de su trabajo Serendipia. Con su primer larga duración consiguen plasmar su sonido propio, continuador de varios eps “No es suficiente”, “Marcelus Wallaces”, “A oscuras” y “Punto de partida”, dentro de la escuela pop granadina siguen apareciendo obras tan completas como la suya, contundencia instrumental protagonizada por su juego de guitarras y sus letras directas cantadas en castellano.

Repasaron su disco con temas como “Golpe en la mesa”, “John & Yoko”, “A oscuras”, “Todo cambia” entre otros, nos regalaron un tema nuevo y rescataron “La máquina de helados”, una de sus primeras canciones, entre todas ellas “La isla”, protagonizo uno de los momentos más emotivos de la noche tanto para la banda como para el público, una delicia sonora. Una banda con fuerza, con claras evocaciones de sonido en bandas como Lori Meyers pero con personalidad propia. Desde Alquimia Sonora les deseamos que en su trayectoria llegue ese efecto de golpe de suerte y consigan un gran reconocimiento tanto por parte de prensa y público.

Fotos The Real Me

Fotos Toulouse