Última Experiencia + Reno – Sala Wah Wah. Valencia 26-04-13
De vuelta a un invierno tardío modo flash-back meteorológico on, la noche del pasado viernes en la Sala Wah Wah de Valencia se convirtió en una pequeña hoguera incendiaria de rock y guitarras a dos tiempos: los personales de Reno y los rasgados de Última Experiencia. Un show que prometía dar la vuelta a la noche y transformarla en estribillo afilado y en punteo acusador de arriba hasta abajo del mástil de las Gibson y Fender.
Reno partían con una doble responsabilidad, la de saberse los teloneros de la noche y la de templar los nervios propios de uno de los debuts más esperados de la escena valenciana. Debut solo como formación, ya que sus componentes han formado parte de algunos de los proyectos con más solera de los últimos años. Manolo Tarancón (voz, guitarra), Cristian Costa (bajo), Sergio Sanisidro (guitarra, voz) y Alejandro González “Panxi” (batería). Arropados por buena parte de los asistentes, se convirtieron en los protagonistas emocionales de la noche dilatando el suspensión temas como “Relatividad temporal” o “Ferrari” (los temas que ya habían adelantado en las últimas semanas). Pero también el resto de disparos directos a la médula que formaban su setlist.
Canciones que se presentaban por primera vez ante un reducido público (desde estas líneas criticar la poca responsabilidad de público y profesionales por no hacer acto de presencia en una de esas citas cuidadas con mimo por -en este caso- Reno) y que consiguieron a marchas forzadas salir a la luz como si de un complicado parto se tratara. Temas cortos pero directos que se sustentan en guitarras, distorsiones y energía contenida y que esperamos puedan ir cobrando cuerpo a medida que vayan creciendo sobre el escenario. Demasiada contención y nervios en este primer concierto de la formación que promete ir moldeando cantos y suavizando este estallido de frescura rock.
“Tremé”, “Despedidas”, “Raro” o “Selección natural” (con ese "...necesita matar para olvidarse..." mántrico) se encastraban en este primer setlist de la banda. Pero sin duda, lo épico llegaba con “Ferrari” y los coros de Sergio Sanisidro. Uno de esos temas que en escena cobra un cuerpo que apriori no parecía que tuviera y que se va desnudando hasta llegar a esa evocación casi cinematográfica del tema.
La Última Experiencia del día llegaba desde Madrid: Miguel Ángel Ariza (guitarra, voz), Carlos Lahoz (batería) y José Alberto Solís (bajo) se enfundaron un rock castizo con estribillos contundentes inquilino en esa “La Casa de la Bruja” que llevan presentando en su larga gira. Es la segunda vez que llegaban a Valencia dentro de esa “casa” sonora en la que experimentar con dejes setenteros y momentos de psicodelia pero con los esquemas clásicos del rock reducidos a guitarra, bajo y batería. Este triunvirato escénico de virtuosismo y goce sonoro sobre el escenario (ojo, también bajo el mismo) tuvo algún invitado de honor, como el Wyoming, que en unas horas volvería a reunirse con su formación, Los insurgentes aka Última Experiencia.
Pero más allá de curiosidades y de la sección de “sociedad” de la Sala Wah Wah, los chicos de Ariza dieron una lección sin aspavientos ni autoritarismo de lo que debería ser una banda sobre un escenario y ante un publico (eso sí, demasiado hablador). No solo estuvieron de vuelta en la ciudad con su último trabajo editado, “La casa de la bruja”, sino que recordaron algunos temas anteriores, como es el caso de “Madrid”.
Con puentes musicales dignos de un elevado gusto a la hora de transmitir emociones (en este caso) rock, incluso la imagen de Jimmy Hendrix estaba presente... aunque solo fuera en la camiseta de José Alberto Solís. Y no solo rock, sino blues y soul en temas como “Lo sentido”, folk con “La rueda gira” o pellizcos de psicodelia como en “Ha sido un placer”. Variedad de estilos en torno a una misma idea, la de volver a las bases clásicas del rock americano y barrerlas hasta nuestras fronteras.
Y de entre sus canciones, evocadoras imágenes sonoras como carreteras perdidas (con o sin Lynch de fondo) y huellas de coches en la arena o puentes musicales correctos que se convertían en un diálogo a base de punteos a modo de relación sexual. Y junto a ello, un sonido de impecable coherencia y de limpieza conjunta en sus tres componentes que trascendía en algunos momentos incluso a los propios temas que interpretaban. Y es que ese dejarse llevar (sobre todo por Ariza) por lo que las propias yemas de los dedos están siendo es algo propio de ese espíritu de rock de los '70.
Si Última Experiencia fueran Last Experience, cantaran en inglés y procedieran de San Francisco (por aquello de la psicodelia, por ejemplo), sin duda no tendrían tanto que envidiarle a bandas como (y tiramos alto, por qué no) The Black Keys. Sin embargo son de Madrid y apuestan por la “ñ” como seña de indentidad.
Una noche que quizás el público no supo arropar lo suficiente a ambas bandas sobre el escenario pero que dejó a los asistentes con un buen sabor de boca, desde la desnudez primigenia de Reno hasta la deslenguada frescura de Última Experiencia. Como muestra os dejamos con dos momentos de la noche, el “Castillos de arena” de Última Experiencia y el “Tremé” de Reno. Bon appetit rock!
De vuelta a un invierno tardío modo flash-back meteorológico on, la noche del pasado viernes en la Sala Wah Wah de Valencia se convirtió en una pequeña hoguera incendiaria de rock y guitarras a dos tiempos: los personales de Reno y los rasgados de Última Experiencia. Un show que prometía dar la vuelta a la noche y transformarla en estribillo afilado y en punteo acusador de arriba hasta abajo del mástil de las Gibson y Fender.
Reno partían con una doble responsabilidad, la de saberse los teloneros de la noche y la de templar los nervios propios de uno de los debuts más esperados de la escena valenciana. Debut solo como formación, ya que sus componentes han formado parte de algunos de los proyectos con más solera de los últimos años. Manolo Tarancón (voz, guitarra), Cristian Costa (bajo), Sergio Sanisidro (guitarra, voz) y Alejandro González “Panxi” (batería). Arropados por buena parte de los asistentes, se convirtieron en los protagonistas emocionales de la noche dilatando el suspensión temas como “Relatividad temporal” o “Ferrari” (los temas que ya habían adelantado en las últimas semanas). Pero también el resto de disparos directos a la médula que formaban su setlist.
Canciones que se presentaban por primera vez ante un reducido público (desde estas líneas criticar la poca responsabilidad de público y profesionales por no hacer acto de presencia en una de esas citas cuidadas con mimo por -en este caso- Reno) y que consiguieron a marchas forzadas salir a la luz como si de un complicado parto se tratara. Temas cortos pero directos que se sustentan en guitarras, distorsiones y energía contenida y que esperamos puedan ir cobrando cuerpo a medida que vayan creciendo sobre el escenario. Demasiada contención y nervios en este primer concierto de la formación que promete ir moldeando cantos y suavizando este estallido de frescura rock.
“Tremé”, “Despedidas”, “Raro” o “Selección natural” (con ese "...necesita matar para olvidarse..." mántrico) se encastraban en este primer setlist de la banda. Pero sin duda, lo épico llegaba con “Ferrari” y los coros de Sergio Sanisidro. Uno de esos temas que en escena cobra un cuerpo que apriori no parecía que tuviera y que se va desnudando hasta llegar a esa evocación casi cinematográfica del tema.
La Última Experiencia del día llegaba desde Madrid: Miguel Ángel Ariza (guitarra, voz), Carlos Lahoz (batería) y José Alberto Solís (bajo) se enfundaron un rock castizo con estribillos contundentes inquilino en esa “La Casa de la Bruja” que llevan presentando en su larga gira. Es la segunda vez que llegaban a Valencia dentro de esa “casa” sonora en la que experimentar con dejes setenteros y momentos de psicodelia pero con los esquemas clásicos del rock reducidos a guitarra, bajo y batería. Este triunvirato escénico de virtuosismo y goce sonoro sobre el escenario (ojo, también bajo el mismo) tuvo algún invitado de honor, como el Wyoming, que en unas horas volvería a reunirse con su formación, Los insurgentes aka Última Experiencia.
Pero más allá de curiosidades y de la sección de “sociedad” de la Sala Wah Wah, los chicos de Ariza dieron una lección sin aspavientos ni autoritarismo de lo que debería ser una banda sobre un escenario y ante un publico (eso sí, demasiado hablador). No solo estuvieron de vuelta en la ciudad con su último trabajo editado, “La casa de la bruja”, sino que recordaron algunos temas anteriores, como es el caso de “Madrid”.
Con puentes musicales dignos de un elevado gusto a la hora de transmitir emociones (en este caso) rock, incluso la imagen de Jimmy Hendrix estaba presente... aunque solo fuera en la camiseta de José Alberto Solís. Y no solo rock, sino blues y soul en temas como “Lo sentido”, folk con “La rueda gira” o pellizcos de psicodelia como en “Ha sido un placer”. Variedad de estilos en torno a una misma idea, la de volver a las bases clásicas del rock americano y barrerlas hasta nuestras fronteras.
Y de entre sus canciones, evocadoras imágenes sonoras como carreteras perdidas (con o sin Lynch de fondo) y huellas de coches en la arena o puentes musicales correctos que se convertían en un diálogo a base de punteos a modo de relación sexual. Y junto a ello, un sonido de impecable coherencia y de limpieza conjunta en sus tres componentes que trascendía en algunos momentos incluso a los propios temas que interpretaban. Y es que ese dejarse llevar (sobre todo por Ariza) por lo que las propias yemas de los dedos están siendo es algo propio de ese espíritu de rock de los '70.
Si Última Experiencia fueran Last Experience, cantaran en inglés y procedieran de San Francisco (por aquello de la psicodelia, por ejemplo), sin duda no tendrían tanto que envidiarle a bandas como (y tiramos alto, por qué no) The Black Keys. Sin embargo son de Madrid y apuestan por la “ñ” como seña de indentidad.
Una noche que quizás el público no supo arropar lo suficiente a ambas bandas sobre el escenario pero que dejó a los asistentes con un buen sabor de boca, desde la desnudez primigenia de Reno hasta la deslenguada frescura de Última Experiencia. Como muestra os dejamos con dos momentos de la noche, el “Castillos de arena” de Última Experiencia y el “Tremé” de Reno. Bon appetit rock!
Última Experiencia: “Castillos de arena” (Sala Wah Wah. Valencia 26-04-13)
Reno: “Tremé” (Sala Wah Wah. Valencia 26-04-13)
Última Experiencia: Miguel Ángel Ariza (voz, guitarra)
Última Experiencia: José Alberto Solís (bajo)
Última Experiencia: Carlos Lahoz (batería)
Última Experiencia
Última Experiencia
Reno: Alejandro González "Panxi" (batería)
Reno: Cristian Costa (bajo)
Reno: Sergio Sanisidro (voz, guitarra)
Reno: Manolo Tarancón (voz, guitarra)
Reno
Setlist Reno:
01. Velocidad
02. A tu manera
03. Despedidas
04. Relatividad temporal
05. Raro
06. Tremé
07. Ferrari
08. Selección natural
Próximos conciertos Última Experiencia:
02 Mayo – Badajoz (Sala Mercantil)
17 Mayo – Bilbao (Sala Crazy Horse)
24 Mayo – Cangas, Pontevedra (Sala Son)
07 Junio – Madrid (El Sol)
Próximos conciertos Reno:
11 Mayo – Valencia (Electropura)
08 Junio – Burjassot, Valencia (Auditorio)
Más info:
1 Comentarios
COncierto muy malo el de Reno. Manolo Tarancón, más muerto que vivo por el escenario. Apenas se entendía lo que cantaban y a actitud era bastante floja. Fue bastante soporífero.
ResponderEliminarAlgo mejor el de última experiencia, que demostraron más tablas y un mejor sonido.
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