Siempre decimos lo mismo, pero es un hecho científica y
musicalmente comprobado: no hay como ver y escuchar a unos músicos a unos
cuantos centímetros de tu oreja para constatar o desmentir si las esperanzas
que depositaste en ellos estaban justificadas o no. De los auriculares y la
descarga digital rutinaria se pasa a la copia física e ilustrada, y de ahí a
los kilómetros que separan tu residencia del escenario más cercano que pisen. A
la espera de poder dar este último, que no postrero, paso en nuestro redescubrimiento
de una banda que ya se ha descubierto sobradamente preparada, contactamos con
uno de sus componentes, el cantante y guitarrista Israel Gómez, y auguramos
después de leer sus respuestas que a este segundo trabajo de Inra, los
protagonistas de las siguientes líneas, aún le quedan bastantes escuchas en
cualquiera de los formatos apuntados. Y a cual más placentera.
Alquimia Sonora: Editais el álbum a
través del últimamente tan socorrido crowdfunding
en el que ha trabajado vuestro sello Nueva Monarquía. Parece que a vosotros
también os ha dado resultado.
Israel Gómez: Nos ha permitido editar nuestro segundo trabajo con los
medios que necesitábamos para hacerlo con ciertas garantías de calidad. Además,
el proyecto ha hecho posible involucrar a todas las personas que siguen a la banda
desde el principio, hacerles partícipes del proyecto incluso antes de ser
definido. La respuesta ha sido realmente buena y se llegó al objetivo incluso
antes del plazo inicial marcado, lo que nos alegra enormemente.
AS: Encontrar un grupo de
vuestras características no es habitual, sobre todo en la escena madrileña. Ese
gusto por el folk y los ambientes
íntimos os describen como una banda meticulosa, y supongo que cuidáis muchísimo
la estructura de los temas.
IG: Digamos que nos cuesta bastante cerrar las canciones,
solemos darle muchas vueltas antes de decidir grabarla. Incluso aun estando ya
cerradas, siempre acabamos tocando algo en el estudio, aunque en realidad es
normal. La visión del productor te da puntos de vista que no habías tenido en
cuenta, y eso enriquece mucho los temas. Tenemos la suerte de estar en una
ciudad y un país con un gran movimiento artístico musical, hay bandas realmente
buenas con muchas cosas que ofrecer, muchas propuestas musicales. Nosotros
tratamos de hacernos un hueco, de momento en nuestra ciudad, que no es fácil
por lo que acabo de comentar, y tratamos de trabajar mucho para mejorar en la
composición, ejecución y sonido. Es lo que nos corresponde como músicos.
AS: Aunque no lo parezca,
vais cobrando cierto prestigio, y no solo en el circuito de la capital. El
trabajo, a veces, tiene su recompensa.
IG: La verdad es que no somos conscientes de ello. Es algo que
me gusta escuchar ya que, como dices, echamos muchas horas de local y nos gusta
hacer bien las cosas o, por lo menos, quedar satisfecho de lo que depende de
ti. Es cierto que a veces obtienes
recompensa y otras no. No dejo de escuchar bandas increíbles a las que les
cuesta mucho hacerse un hueco. Algo que nos está costando mucho es salir de
Madrid para presentar el disco. Son tiempos muy complicados para todos, pero
todo se andará.
AS: Entre ‘Don Señor’,
vuestro primer álbum, y este ‘No me digas no, dime cuánto’ han pasado dos años.
¿Habéis conseguido llegar al punto que queríais, a cambiar justo lo que
queríais cambiar para que Inra consiga un sonido propio?
IG: Hemos conseguido afianzarnos como banda y trabajar de forma
continua con una especie de “plan de trabajo”. Algo de lo que estamos muy
contentos es con el sonido del nuevo trabajo. Creo que ha habido una evolución
en el sonido de la banda y creo que se debe en cierta manera a la estabilidad
que hemos conseguido como músicos y compañeros de fatigas. El roce puede
destruir y puede unir. A nosotros nos ha unido y ha hecho que nos acoplemos los
unos con los otros a la hora de trabajar.
AS: Después de los
cambios en la formación ya parecéis consolidados como cuarteto, ¿no?
IG: Desde luego. Creo que ha sido uno de los puntos de inflexión
en Inra, la consolidación como banda nos ha hecho crecer musicalmente.
AS: Este no es un disco
–creo que ninguno de los vuestros lo son- que entre a la primera escucha, sino
que necesita una escucha reposada que preste atención a los detalles. ¿Eso es
un handicap o una virtud de cara al
oyente?
IG: Creo que depende del oyente. Para unos será hándicap y para
otros una virtud. No todas las personas tienen los mismos gustos musicales,
emplean el mismo tiempo para escuchar música ni tienen la misma “paciencia”
cuando se sientan a escuchar un disco. Creo que ‘Don Señor puede que sea algo
más áspero de escuchar que ‘No me digas no, dime cuánto’. Creo que en este
último trabajo hay temas más directos que en el anterior, aunque es cierto que
hacemos música que requiere de varias escuchas. Es algo que nos han comentado
varias personas ya, por lo que entiendo que algo de verdad hay en esa
afirmación. Supongo que tiene mucho que ver también con las influencias
musicales.
AS: También muchos se
pueden sentir identificados con vuestras letras. Son historias sencillas,
cotidianas y llenas de situaciones que a todos nos han podido o nos pueden suceder.
IG: Si, son situaciones cotidianas, casi todas autobiográficas
que reflejan momentos concretos, situaciones reales, de cualquier cosa. Supongo
que la mayoría de las historias son lo suficientemente comunes como para que
cualquiera pudiera sentirse identificado. No me considero alguien especial en
ese sentido, me ocurre lo mismo que a todo el mundo.
AS: Es el secreto para
que una canción funcione, que sea sincera ante todo. ¿O no existe esa fórmula
mágica?
IG: No creo en las fórmulas mágicas y sí en el trabajo constante,
diario. También es cierto que existen pelotazos concretos de artistas que con
un tema llegan a todo el mundo. Sinceramente, no tengo ni idea de cómo se hace
eso, y supongo que no se suele buscar. ¿Los del Río hicieron ‘La Macarena’ pensando
en lo que iba a pasar? Un misterio. Siempre digo lo mismo, al no ser virtuosos
ni tener una flor en lo que viene siendo la parte de atrás, necesitamos el
trabajo como piedra angular para hacer buenos temas y sonar bien en directo. El
resto… que pase lo que tenga que pasar.
AS: Hay bandas super
prolíficas, otras que espacian mucho más sus entregas, incluso algunas que
cambian de formación varias veces hasta grabar un disco más o menos sólido. ¿En
qué punto creativo está Inra?
IG: Procuramos no parar nunca de hacer cosas. Ahora mismo
estamos poniendo todo el esfuerzo en promocionar ‘No me digas no, dime cuánto’,
ya que salió hace menos de dos meses. Estamos poniendo foco en presentar el
disco en otras ciudades que no sean la nuestra, aunque es complicado según
están las cosas. En este sentido, como tampoco podemos hacer muchos bolos en
Madrid por la salud de nuestros seguidores, aprovechamos el tiempo limando el
directo en el local y, sí, también a componer nuevos temas. Esto va de no parar
nunca y seguir haciendo cosas. Todo suma.
AS: Hablábamos antes de
la conexión con el público, que muchas veces parece algo aleatorio y no siempre
premia a quien más lo merece. ¿Es en directo donde se puede encontrar el plus
necesario para ello?
IG: Desde luego que con el directo tienes un contacto directo
con el público, puedes ver las reacciones antes los temas, ante la intensidad
del directo y, sobre todo, en nuestro caso, puedes compartir tu trabajo con las
personas que han hecho posible que estés ahí arriba. Creo que es fundamental el
contacto directo con el público. Los directos son complicados porque tienes que
estar muy pendiente de muchas cosas. De interpretar, sentir, ejecutar y
trasmitir al público… es realmente complejo, aunque normalmente te olvidas de
todo y es la magia del directo la que se encarga de todo.
AS: Nos consta que cuando
tocáis, lo hacéis bastante bien, y esperamos ser testigos de ello muy pronto. ¿Cómo
está la contratación para lo que queda de año?
IG: Muchas gracias. De momento el 15 de junio estaremos en El Fotomatón
(Madrid) presentando el vinilo, que por fin lo tenemos ya en nuestras manos y
queremos hacer algo especial para celebrarlo. Probablemente tras el verano
tengamos más fechas en otras ciudades. Nos gustaría poder presentar en Donosti,
Valencia y Barcelona, aunque tenemos que concretar las fechas.
AS: Una última y
complicada pregunta: ¿dónde y cómo os veis dentro de una década? Artísticamente
hablando, claro.
IG: (Risas) ¿Quién lo
sabe? Solo puedo decir que lo que sí tengo claro es que seguiré haciendo música
y grabando discos, es algo que va conmigo y no podría dejar de hacer. Ojalá
tengamos una charla dentro de diez años recordando esta conversación. Muchas
gracias por todo, ha sido un verdadero placer.
Publicar un comentario
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario