Sara Bareilles – The Blessed Unrest. Epic, 2013 

“The Blessed Unrest” es el cuarto LP publicado de la californiana Sara Bareilles. Un álbum de madurez musical en el que vuelve a componer al piano y sin renunciar a las claves que ya iba asentando en “Careful Confessions”, “Little Voice” (el primero que llegó a nuestras tierras) y “Kaleidoscope Heart”. Sin renunciar a la senda emprendida allá por 2004, con “The Blessed Unrest” se adentra en terrenos más oscuros (“…the darkest state I’m in…”, dirá en “December") con sonidos a cámara lenta. Arreglos que consiguen acompañar la primera persona de una cantautora al piano (eso que aquí nos todavía nos cuesta ver), y revestir de melancolía algunos de sus pasajes. 

“Brave” fue el primer single que nos llegó hace ya algunos meses. Enérgico y optimista, es el tema que abre un trabajo amable (no como "Once upon another time" con temas como "Sweet as whole")y sin desaires en el que el destaca una luminosidad genérica a la que, por otra parte, Bareilles nos tiene acostumbrados. “Chasing the Sun”, “Little Black Dress” (con toque soul de base) o “Cassiopeia” siguen esa línea de temas que buscan finales épicos partiendo de una base pop estandarizada (los coros finales de “Chasing the Sun”, por ejemplo) pero sin sucumbir a los recursos habituales para llegar a esa epicidad comercial que casi podría rozar. 

Comparada con Fiona Apple por su tesitura vocal y por los giros nada convencionales que es capaz de utilizar en sus temas, quizás sea en “Hercules” donde más nos pueda remitir a la newyorkina. Un estribillo en el que también recurre a los coros disonantes y que convierte a este tema en una de las pequeñas joyas de “The Blessed Unrest”. Eso sí, sin variar mucho la tónica general “bareillística”. 

Con Sara Bareilles siempre tendremos la certeza que en sus trabajos incluye uno de esos cortes dolorosos vestidos de balada. “Manhattan” es el tema que toma forma al piano y que no necesita más que una triste historia detrás para acompañar a los metales que incluye. Un tema que se convierte en el caleidoscopio de una ciudad compartida y a la que renuncia por esa otra mitad de una relación. Demoledor corte podría rivalizar en cuanto a letra con “Islands”, dos temas en los que Bareilles ahonda en relaciones que se acaban. La colorimetría de los “adioses” de este trabajo vira entre la elegancia y esa madurez de la que antes hablábamos. 

“Satellite call” se adentra en los reverb y lo experimental, un tema con una producción un tanto peculiar y que trata de evidenciar que hasta el intentar despegarse de ese pop luminoso es posible. “Islands” también es uno de los cortes que va girando su trayectoria hasta ese punto innovador pero que vuelve a un final made in Bareilles. Referencias, no sabemos si por casualidad o conscientemente, a elementos mitológicos. Desde la “Cassiopeia” a "Hercules" pasando por “Eden”, un tema este último con sintetizadores muy del estilo de Tegan y Sara en algunos pasajes. Con una base electrónica bailable y contundente, que salta desde el pop de finales de los ’80 en los puentes a la elegancia de la electrónica apaciguada del 2013. 

Temas que en general, podrían funcionar perfectamente como banda sonora de spots televisivos o dentro de cualquier comedia romántica ambientada en una ciudad. Pero la parte más interesante de este “The Blessed Unrest” está en los elementos novedosos en los que se apoya. Coros no convencionales o líneas de piano con momentos jazz. Es la Bareilles que más sorprende de este trabajo, pero también la menos explorada y por la que, esperamos, pueda discurrir en próximos trabajos. Un trabajo que todavía no podemos disfrutar en formato físico en España y que en su edición americana aparecía también en formato vinilo. No enganchó con lo que parecía iba a sorprender tras su último EP, "Once upon another Time",  un trabajo pequeño al que hay que enfrentarse por ser, quizás, el más emocional y "diferente" de la californiana.

Hace unos meses ya nos llegaba el primer videoclip de este disco, un “Brave” que incita a lanzarse al vacío sin remordimientos ni “peros”. Sin embargo, nos quedaremos con ese “Manhattan” (aunque con la versión “lyric”) para que podáis adentraros en el universo del “The Blessed Unrest”.

 
Sara Bareilles: “Manhattan” (2013)