Emma Get Wild presentan su nuevo álbum "Once I was a tiger" junto a Pablo Und Destruktion y Junior Mackenzie en 16 Toneladas el 13/marzo/2015


El dúo valenciano formado por Isabel Castro y Salva Fito estrenan este viernes en la Sala 16 Toneladas de Valencia su cuarto álbum, "Once I was a tiger" editado por Malatesta Records. En la presentación estarán acompañados de Pablo Und Destruktion y Junior Mackenzie.

El estreno de un nuevo álbum de Emma Wet Wild siempre es noticia. Una muy buena noticia. Dos años después del magnífico "Dark stories from the secret corner", el dúo formado por Isabel Castro y Salva Fito presentan en directo su nuevo disco, el cuarto de su carrera, editado como los dos anteriores en el sello local Malatesta Records. Para completar la noche de presentación de la nueva obra de uno de los mejores grupos de su catálogo, Malatesta Records, dentro de su ciclo "Intercities", completa el programa del viernes en la sala 16 Toneladas con los conciertos de los cantautores Pablo Und Destruktion, iconoclasta asturiano de gira por nuestra provincia, junto al castellonense Junior Mackenzie, autor del Lp "Mr. Goodhouse" y dinamizador cultural castellonense con sus Mackenzie Sessions. Sobre ambos os damos más información en un próximo post, sobre el Circuit Intercities.

Foto: Stella Blasco Berlanga

Publicado en enero de este año, el cuarto álbum en la carrera del dúo anglovalenciano no sorprende en cuanto a calidad a la que contenían sus tres entregas precedentes. De Emma Get Wild se espera siempre un disco distinto, pero no un disco mediocre. La capacidad vocal de Isa, la calidad como multinstrumentista de Salva y el talento de ambos como compositores, garantiza que cada nueva obra pueda ser distinta a la anterior, pero  siempre garantizará un gran puñado de canciones. Así ha vuelto a ser y en este caso reorientando la deriva de Emma Get Wild hacia su núcleo básico: el dúo compuesto por ambos. "Once I was a tiger" es un álbum de una banda madura que se reencuentra con sus orígenes, que huye de artificios, arreglos innecesarios y modas perecederas para centrarse en el núcleo de sus composiciones. El resultado es una colección de canciones de carácter intimista, en las que la austeridad compositiva tiene como razón mostrar la esencia de cada tema, privilegiando la honestidad como músicos sin concesiones a lo comercial. No son gente de atajos; curtidos en muchos años de pasión musical el hecho de seguir creando es la mayor recompensa para ambos artistas.

Frente a la inmediatez y al carácter pop de su primera entrega, "Hey Hurricane", que les situó en el mapa nacional como una de las bandas nóveles a tener en cuenta; la busqueda de un sonido propio en su segundo Lp, "Heavenly Creatures" y la ambición musical que les llevó a alumbrar el magnífico "Dark stories from the secret corner" , en "Once I was a tiger", el dúo se repliega sobre si mismos como completando el círculo creativo, como un volver a empezar. Las canciones se construyen alrededor de la evocadora y conmovedora voz de Isa, con la que traza la melodía principal, que a veces se desdobla en coros de apoyo. Alrededor de ésta, Salva construye con paciencia de orfebre, precisión de arquitecto y pasión convencida el sutil envoltorio musical compuesto de muchas delicadas capas, que abarcan desde los guitarrazos psicodélicos hasta sutiles notas de piano, completando la textura requerida por cada tema.

 Fotografía: Isabel Castro

La desnudez instrumental que caracteriza al álbum, su pretendida austeridad dota de mayor protagonismo a la voz solista, a la vez que permite al oyente recrearse en las pequeñas pinceladas de sonidos que, a modo de collage, van construyendo cada tema. "Un álbum para oír en casa una tarde de invierno". Así se refería Salva al disco cuando le preguntábamos como sonaban en estudio los nuevos temas. Y es cierto que la música de Emma Get Wild tiene esa belleza emotiva y triste de los acantilados sobre el mar o del sol de la tarde que en su declinar recuerda el nuestro. Una belleza con la dos caras que emociona y reconforta pero con un lado oscuro y de desasosiego que la hace más vital.

"Stone Fox", tema que abre el álbum, se inicia de forma inquietante y perezosa con unos acordes de acústica repetitivos a los que pronto se une un fondo de órgano, una sencilla percusión y la voz de Isa. El tema, como el resto de los que compone el álbum, no es lineal si no que oscila entre momentos de quietud minimalista y crescendos marcados por el riff de guitarra eléctrica o los coros. "Roots cling tight" contiene una de las mejores melodías vocales que encierra el disco, y es uno de los temas en los que los teclados se convierten en protagonistas frente a las seis cuerdas. "Look to the beast", es junto con "Stone Fox" la posiblemente más resultona del álbum, la más fácil de disfrutar en primeras escuchas, quizá por ello ha formado parte del setlist del dúo en sus últimos conciertos. De nuevo guitarras hirientes y una magnífica labor vocal para una de las mejores canciones del disco y sin duda la más próxima a texturas rock. 

En "Counting magples all the way home" se sirven de nuevo de acústica y voz para narrar esta triste historia de regresos. Los coros y el sentido sólo final de guitarra distanciándose con ecos de lamento, tiñen la canción de la dosis justa de tristeza melancólica sin caer en lo empalagoso. "Mad Moon man" fue mi canción favorita desde la primera escucha; pieza exquisita en la que la fórmula de la adición de diversas capas de tejados hilvana un hermoso tema no exento de angustia. La querencia del dúo por la música de americana de raíces reaparece en "Our last goodbye", tema de referencias country en el que destacan la batería de Dani Cardona, el sucio fraseo de guitarra y las palmas que harán de éste uno de los temas más coreados en sus directos. 

Foto: Stella Blasco Berlanga

"Into de mind's eye" es una de esas canciones con las que nos gustaría despertarnos todos los días, dejándonos mecer por la delicada voz solista de Isa y por la radiante guitarra de Salva. Una nueva muestra de muchas veces menos es más, una de las máximas aplicada por la pareja en la concepción del álbum. "Roses" es otra muestra de esa belleza desasosegante que es habitual en sus composiciones desde su anterior álbum. Magníficos coros que junto con el murmullo del Hammond dotan a "Roses" de una capacidad hipnótica. La sombra del "Dummy" de Portishead sobrevuela el tema, tanto en su descarnada desnudez instrumental como en su intensidad emocional. De nuevo otra canción de diez. La canción que da título al álbum, "Once I was a tiger", como la que lo cierra, "To forget and forget" siguen la línea que se traza en el ecuador del disco de temas reposados y casi desnudos, acentuando el carácter intimista de los últimos veinte minutos del cd. Cuando el lector se detiene, embarga la sensación de haber escuchado una gran obra, una emocionante colección de canciones que, eludiendo grandilocuencias impostadas, convierte a sus autores en verdaderos grandes.





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