Que los “neofolk” se están poniendo de moda de unos años a
esta parte es indudable. De hecho, ahora, lo más mainstream y hipster ya sabéis
que son las Bodegas Castañeda y ser fans incondicionales de Los Hermanos Cubero o Lorena Álvarez. Así son estas cosas,
cantes de ida y vuelta y modas de ida y vuelta. Pero además, en el caso de
ambos, acumular seguidores es algo más que merecido viendo el trabajo que están
realizando en el campo de las músicas tradicionales y populares.
Y es que, sin dudas, ver a Lorena Álvarez, mola. No sólo porque llega con un original
repertorio con el que explota esa parte más hogareña que nos transporta a las
fiestas de los pueblos, a los carnavales y las celebraciones más arraigadas sino
porque lo hace modernizando, dando una vuelta de tuerca a esos sonidos que nos
llevan a la niñez y al regazo de las abuelas pero nos sacude con letras
actuales que nos descolocan.
Lorena Álvarez sabe aprovechar el género a la perfección,
con músicas sencillas, pegadizas, “coplillas” cantables y bailables con las que
introduce nuevas costumbres como si hubiesen estado ahí toda la vida. Así es su
“Anónimo”, un disco que ha cosechado
muy buenas críticas y que en directo además tiene el plus de poder escuchar los
chascarrillos de esta asturiana que está sorprendiendo en salas y festivales.
A Granada llegó con ganas de pasar un buen rato y lo dejó
claro desde el principio tras anunciar, después del segundo tema, que el
concierto había terminado porque hoy en día, en la era de las tecnologías, todo
iba muy rápido y ya nadie prestaba atención a nada pero, eso sí, si le pedían
más iba a cantarlas. Y así, fue, un completo repaso a su disco y otros temas
que no están en el mismo.
Con mucha simpatía y acompañada de una “Banda Municipal” que le sigue el rollo hasta donde puede y que lo
mismo tocan el bombo, la pandereta y las maracas (ojo, todo a la vez) que el
tambor y el laúd (mientras le hacen coros ), que la acompañan en sus chistes
con un gran sentido del humor.
No faltaron, por supuesto, las que supongo que fueron las
dos canciones más esperadas de la noche “Cuesta abajo” y “La boda”, quizás porque
en esta era de las comunicaciones, que tu tema salga versionado en Radio3 nada
menos que por León Benavente es un impulso que nunca viene mal cuando se trata
de hacer llegar al público otro tipo de músicas (no quiero ni pensar qué
pasaría si Izal versionaran a los Hermanos Cubero, por ejemplo).
Si además tienes el gracejo de conseguir que el público
baile pasodobles a pie de pista, que alguno se suba a tocar la pandereta con el
grupo e improvisar (a petición del respetable) “Por la raja de tu falda” o
sorprender con “Me voy a escapar contigo” de Manolo Escobar el show está servido.
Porque el arte tiene estas cosas, cuando llega alguien con
la capacidad de hacer lo que quiere porque realmente quiere, salen propuestas
así de frescas y originales y si, con tres acordes, Lorena Álvarez puede poner la sala patas arriba habrá que seguir de
cerca a esta chica porque una vez que se pilla carrerilla, con tres acordes, se
pueden hacer muchas cosas.
Crónica: María Villa
Fotos: PerseFone (Más fotos en: PERSEFONE)
0 Comentarios
¡Comparte tu opinión!
Esperamos tu comentario