Christina Rosenvinge publica "Lo Nuestro" (El Segell del Primavera) y continua sumando hitos compositivos en su carrera, una de las más completas y coherentes del panorama nacional. El viernes 17, de la mano de Tranquilo Música, estará presentándolo en Valencia, en el Espai Rambleta.
Con las primeras escuchas de “Lo Nuestro”, el nuevo disco de Christina Rosenvinge, pegadas de manera ya indeleble a la particular memoria sonora, y aun sin tiempo de procesar a fondo los diez temas que lo forman, se hacen evidentes dos cuestiones. Primera, de lo que va a hablar (casi) todo el mundo. Giro a la electrónica, salto en su sonido, ruptura con trabajos anteriores...Una pléyade de adjetivos y etiquetas más o menos conseguidas según la inspiración del que escribe. Segunda, y esta ya más personal y totalmente opuesta a la primera, que cuenta con una de las carreras más coherentes y personales del panorama nacional.
Christina Rosenvinge no se reinventa; evoluciona, crece, cumple años y suma inquietudes, referencias e ideas, descubre nuevos caminos y formas de ver las cosas y los aplica a su música. Vida, al fin y al cabo, expresada en un puñado de discos que han crecido con algunos de nosotros y han marcado en cierto modo etapas y el transcurrir del tiempo.
Quizá habría sido más fácil acomodarse, dejarse plegar por las exigencias del mercado y las discográficas, y convertirse en un icono del pop-rock en femenino, en una más entre las voces (escasas hace un par de décadas, eso sí) que han ido apareciendo en los últimos 20 o 25 años. Christina nos mostró un nuevo referente en una época en la que ver a una mujer, guitarra en mano, componiendo canciones, y cantando en castellano, era una rara flor entre un panorama excesivamente masculinizado y edulcoradamente femenino cuando correspondía. Con ella algunos aprendimos que el rock también tiene cara y letras de mujer, que una batería puede sonar placenteramente sucia o que el sexo está metido de lleno en algunas canciones. Que hay rimas imposibles, que la fragilidad y las atmósferas preciosistas y delicadas de su etapa anglosajona eran la respuesta a toda la aspereza desgranada anteriormente, o que la madurez también significa volver a casa.
Tras la acertada transición que supone “Verano Fatal”, el disco conjunto con Nacho Vegas, pareja personal y musical que retrotrae al delicioso “Home”, de Benjamin Biolay y Chiara Mastroianni, llega el “descubrimiento” de una cantautora que siempre había estado ahí, pero que explota en creatividad con la publicación de “Tu Labio Superior”. Un disco de madurez, como se ha dicho a menudo, y que supone colocar en el lugar correcto todas las piezas musicales y vitales y facturar una obra sobresaliente que le hace conseguir el respeto mayoritario de crítica y público. Un prestigio ganado a base de trabajo, de hacer lo que siempre ha querido en cada momento, de rodearse de músicos, de compañeros de camino, que han aportado hitos a ese largo camino.
Christina Rosenvinge se reivindica como una de las letristas más personales y completas de este país, status que refuerza en “La Joven Dolores”, donde sigue ofreciendo una obra ecléctica que navega entre diferentes estilos, durezas, fragilidades, grados de luminosidad y vistazos conscientes de intimidad.
Los elementos electrónicos, el sonido más duro y tenebroso que cobra protagonismo en “Lo Nuestro”, ya están presentes, anticipando lo que parece ser el camino a tomar. Ecos de los 90 (imposible no pensar en Franco Battiato en algún momento), coros falsamente dulces, los temas universales en torno a la pérdida y al deseo y el mito femenino en el sentido literario, mítico y, al tiempo, en el más familiarmente cotidiano. El inevitable y aceptado paso del tiempo, la delicadeza vestida de negro en un disco, “Lo Nuestro”, que supone una continuidad lógica y que surge de una pregunta tan inesperada como qué pasaría si se mezclara a Cernuda con electrónica oscura.
Próximas fechas de presentación de "Lo Nuestro":
- 16 de abril: L´Auditori de Barcelona
- 30 de abril: Teatro Lara, Madrid
- 7 de mayo: Sala Capitol, Santiago de Compostela
- 8 de mayo: Sala Karma, Pontevedra
- 9 de mayo: Sala Super 8, Ferrol
-27 de mayo: Primavera Sound, Parc del Forum.
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