A estas alturas ya no sabemos muy bien qué
es eso de canción melódica, ni discernimos con demasiada claridad aquel viejo
concepto de cantautor independiente. Así, ni mucho menos íbamos a preocuparnos
por rescatar términos aparentemente anacrónicos como “sonido San Remo” o
molestarnos en escuchar algunos temas que contenían sorprendentes y
arrebatadores arreglos cuando se presentaban en el mítico festival del golfo de
Génova. Hasta que aparecen voces como la del hombre que aquí contesta a
nuestras preguntas. Buscas tus viejas grabaciones en VHS (¡demonios, ¿por qué
me desharía del cascado reproductor que engullía cintas sin parar?), rascas un
poco en la carcoma que roe indecentemente las ruinas del concurso y extraes
algunas enseñanzas útiles. De no ser por personajes como Toni Turi y su empeño
en devolvernos la ilusión por este tipo de canción italianizante, la música
sería muchísimo más aburrida. Y además acaba de actuar en Madrid, en la sala Clamores, presentando credenciales por primera vez ante el público español.
Es
cierto que en su música hay muchas influencias mediterráneas, sobre todo de la
canción italiana melódica tradicional, pero no lo es menos que la forma de
componer es muy moderna. ¿Es una actualización del famoso “sonido San Remo”?
Sí, las melodías recuerdan la música que se
producía durante los varios festivales de San Remo de los años 80. Temas que se
inspiran en el famoso sonido San Remo que he venerado durante aquel periodo y
que poco a poco ha ido desapareciendo del repertorio de la música italiana.
Para este tipo de música todavía hay un público, como he podido averiguar con
mis ojos durante mi instancia en Rusi, durante varios años. Allí siguen
escuchando aquellas canciones de los años ochenta ante la falta de creatividad
del pop actual.
¿Qué
hay en ‘Balkadisha’ que no haya en cualquiera de sus anteriores discos?
Una extrema atención a detalles,
arreglos orquestales muy elaborados- Música, coros y textos para llegar al corazón de las
personas. Luego, cada tema es tan distinto a otro que el disco es un poco
intrigante para quien lo escuche. Melodías muy pegadizas de todas las
canciones, algo no habitual en un disco completo.
El componente étnico, porque este es un disco más bien orientado a la world music, ayudará para abrir mercados.
El disco efectivamente se dirige
a un público internacional. La cosa sorprendente es que se están abriendo
mercados nuevos como en Gambia, África, donde el CD es número uno desde el
pasado mes de abril y poco a poco se está contagiando a los países limítrofes.
América del Sur se está revelando también como un mercado extremadamente
interesante, como Rusia, que ama ese tipo de música.
Es un cantante prácticamente desconocido en España, y de hecho se acaba
de presentar por primera vez en la sala Clamores de Madrid. ¿No teme que ese
desconocimiento sea un hándicap para que la gente se acerque a los conciertos?
Después de mi triunfo en San Remo
D.O.C. me he dado cuenta que el disco cala poco a poco, pasito a pasito, sorprendiendo
a quien lo escucha, por unos temas delicados, dulces, amorosos, que se echan de
menos en la música actual. Aunque soy un desconocido, pienso que en la música,
como en el resto de los trabajos, la coherencia e ir poco a poco contribuyen a
conseguir buenos resultados. El concierto en Madrid es una primera experiencia
para un camino largo y no hay que tener miedo. En el primer concierto de los
Sex Pistols no había ni treinta personas y luego no solo cambiaron la música,
cambiaron la manera de entender la cultura de medio mundo.
Empecé seriamente en el 2010 en
Kazajistán cuando me subieron en un escenario para entretener gente que
disfrutaba con la música italiana. A partir de esa experiencia me apunté a una
academia de música donde fui desarrollando una serie de cualidades que no era
consciente de que pudiera tener, sobre todo un tono de voz para transmitir
emociones. A partir de ahí surgieron actuaciones. Cuando grabé el primer vídeo
todo fue mucho más rápido, me acabé convirtiendo en un personaje público en
Kazajistán.
¿El triunfo en países como Gambia o Kazajistán es consecuencia del
trabajo realizado allí o simplemente cuestión de entendimiento artístico?
En Kazajistán ha sido la
consecuencia del trabajo continuo, como te comentaba antes. En Gambia, una
coincidencia de factores. Escucharon la canción ‘Balkadisha’ en la red y se
enamoraron del tema. Luego algunos de mis vídeos se convirtieron en virales.
Cuando las emisoras empezaron a poner mi música la gente se encariñó de manera
sorprendente y ‘Balkadisha’ ha pasado a ser una especie de leyenda musical en
el país.
No viene solo, lo acompañan músicos españoles ya curtidos en bandas de
todo tipo.
Sí, son grandes profesionales que
han apreciado esta música tan distinta de las demás, y han querido participar
en este proyecto “diferente”. Una buena alianza musical entre Italia y España.
¿Se considera un cantautor o al recuperar también canciones ajenas se
ve más como un continuador de la tradición italiana?
Principalmente soy cantautor,
pero no tengo ningún problema en cantar esos grandes temas de la música
italiana con arreglos actuales e innovadores.
Puede parecer extraño pero aunque a priori la conexión sea mínima, ¿ve
algún vínculo entre gente como Eros Ramazzotti y autores consolidados como
Ernesto de Curtis?
Son dos artistas de dos épocas
totalmente distintas que llevan algo en común: el producir canciones que forman
parte de la historia de la música italiana.
En el proceso de continuación y modernización de este sonido, ¿qué
papel juega la poesía y la literatura?
La poesía juega un papel
determinante en este proceso. Soy poeta, y como comunicador le doy una gran
importancia a cada uno de los textos de mis canciones, intentando transmitirlos
con la máxima dulzura al público. Una canción debe entrar en el alma de quien
la escucha y solo con letras evocan poesía, belleza, amor… Se puede conseguir.
Seguir las coordenadas de un género tan arraigado e intentar no perder
nunca la esencia, aun incorporando cosas nuevas, debe ser complicado en unos
tiempos duros para la música en general.
Con la llegada de internet, la música
se ha digitalizado, convirtiéndose en algo al alcance de todos con un click en cualquier ordenador. Eso ha
cambiado radicalmente la manera de hacer música, focalizando la atención en el
directo. De esta manera los que verdaderamente triunfan son menos y suelen ser
aquellos que proponen algo distinto y especial, no dependiendo tanto de los
grandes presupuestos que antes invertían las industrias del entretenimiento.
¿Implica mucha responsabilidad que a uno lo consideren “Il padrino”?
Sí, porque soy uno de los pocos artistas
que están intentando preservar la cultura musical italiana en el mundo con una
propuesta diferente, como 'Balkadisha',
y con una perspectiva futura que incluye no solo mis canciones, también
actuaciones con orquestas y coros de para vida a un repertorio desconocido
fuera de Italia. Estoy acostumbrado a las grandes responsabilidades. Tengo
confianza e ilusión para llevar a buen puerto esta apuesta, como ha ocurrido
siempre en vida profesional, ajena a la música.
Bienvenido a España y muchísima suerte en este y cualquier proyecto
venidero. ¿Algún deseo en particular para el público español?
Deseo que vuelvan a disfrutar de
nuestras melodías como lo hacían durante el festival de San Remo, cuando era
retransmitido aquí por televisión durante los años setenta.
Más info:
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https://twitter.com/toni_turi
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