Foto: Stella Blasco Berlanga
En
febrero del pasado año, Ana Béjar se encerraba en el estudio para
registrar su primera obra en solitario tras más de dos décadas de
carrera con bandas de la talla de Usura u Orlando y dúos como TODO o
ÍO. "The Good Man" apareció publicado en febrero de este
año editado por el sello granadino Luscinia Discos, un vinilo con
cinco temas que sitúan la obra de la compositora madrileña de
origen jerezano entre las mejores entregas que ha alumbrado 2016. El próximo 10 de septiembre podremos disfrutar de su impresionante directo en Valencia
en la sala dELUXE POP CLUB, acompañada de El Ser Humano, en la
fiesta del tercer aniversario de la promotora Pitasound Prom. Os
dejamos con una interesante entrevista en la que nos habló de la
génesis de "The Good Man" y de sus futuros proyectos.
Foto; Stella Blasco Berlanga
Alquimia
Sonora: Ana, quizás lo primero
sería resaltar la importancia que le concedemos a una obra tan
especial, por su originalidad y calidad, como es "The Good Man".
Háblanos un poco del proceso de gestación de los temas que
contiene, antes de entrar en el estudio.
Ana Béjar:
Parte de este disco está escrito en Vallecas y el resto durante una
estancia en Berlín. Visitas, encierros, espacios confinados, puentes
desde los que cruzar hacia el vacío, el mar, un avión... No sabría
decirte mucho más del proceso de gestación, ahora que todo ha
pasado. Se me va agolpando material que trasladar a música y
palabras, esa es la gestación, luego más tarde viene la necesidad
de plasmarlo en un disco y lo tengo que hacer para sentirme bien,
limpiarme y quitarme “peso de encima”.
A.S.: Esas
composiciones toman cuerpo en el estudio de la mano de Jesús
Martínez, junto a otros músicos de altura. Me gustaría que
señalaras la importancia de Jesús en la génesis de "The Good
Man". ¿Cuál ha sido su aportación?
Ana Béjar:
Para este disco era muy
importante encontrar la atmósfera adecuada. Jesús es un productor e
ingeniero excepcional, con el que ya colaboré en un disco anterior,
“Songs Before Sunrise” de Orlando, y aún habiendo pasado unos
años, fue como revisitar nuestro universo musical particular de una
forma natural, como una continuación. Los arreglos de cuerdas,
teclados, guitarras y rítmicos, conforman un ambiente muy sugerente,
lírico o mágico a veces, que junto con los textos hacen de The Good
Man un disco más completo y sólido de lo que yo había imaginado al
iniciar la grabación.
Foto: Stella Blasco Berlanga
A.S.:
Durante su grabación has
estado rodeada de colaboradores de la talla de Aldo Linares, Alfonso
H. Trancón y Pablo Zúñiga a la sección rítmica, Salomé Sagüillo
y el ya citado Jesús. Aún así no parece el trabajo de una banda,
si no que rezuma un sentimiento muy individual.
Ana Béjar:
Me siento muy afortunada de
haber contado con músicos poseedores de lenguaje musical
absolutamente personal e independiente, que se han formado y
colaborado siempre desde la más absoluta libertad y que nunca han
hecho concesiones por formar parte del negocio de la música. Una
actitud combativa y necesaria para no perderte en lo que los demás
quieren que seas y desarrollar tu propia voz. Ahí creo que estamos
todos juntos y puede ser eso lo que dé la sensación de poseer un
espíritu individual, esa particular forma de hacer las cosas.
A.S.:
Empezaste
de manera rotunda en el mundo de la música muy joven, ganando con tu
primera banda, Usura distinciones definitivas. Tú trayectoria siguió
su signo ascendente con Orlando. La década de los 00s te ha visto
trabajar en un formato dúo: TODO con Ramón Moreira, e
ÍO, aún en activo, con Carlos Suero. ¿Ha sido este desprenderse
progresivamente del formato banda lo que te ha dado un mayor control
sobre el proceso creativo de tu obra?
Ana Béjar:
El tiempo que hemos compartido Ramón y yo juntos ha sido muy
necesario para ganar confianza que necesitaba. Llevava toda mi vida
funcionando con banda y me costó adoptar nuevas maneras y encontrar
mi camino en solitario. Y sí, ahora estoy disfrutando de esta nueva
etapa, muy merecida en el sentido que he tenido que trabajar mucho
para darle cuerpo a mi proyecto en solitario. En cuanto iO con Carlos
Suero, es música experimental, un reto para mí muy enriquecedor,
pues me obliga a explorar y salir de la zona de confort.
Foto: Stella Blasco Berlanga
A.S.: Ese
reduccionismo se aplica no sólo al perfil del artista, si no al
género de música que practica. Buscando una definición de algo tan
indefinible como es la música cometemos el error de encasillar en
géneros que son restrictivos. Te pasó con el Girando por Salas
donde acabaste en el apartado de Otras Músicas, que no fue
precisamente beneficioso para tu promoción...
Ana Béjar:
O sí, o fue beneficioso, no se sabe, ja ja ja. No presto
atención a esos “encasillamientos”, es aburrido y hace a la
gente aburrida.
A.S.:
Abandonaste
tu localidad natal, Jerez de la Frontera al cumplir los dieciocho
años. Dejabas atrás quince años de danza clásica y te lanzabas al
indie-pop con un éxito poco común. ¿Como recuerdas el contraste
entre esas dos etapas?
Ana Béjar:
Aclarar que la mayor parte de
mi infancia la viví en Melilla, aunque nací en Jerez. De la danza a
la música…, no sé ni cómo sucedió. Pasé de sobrellevar
estoicamente una vida de constantes esfuerzos , limitaciones y hasta
de aguantar dolor, a quedar con mis amigos en un local de ensayo a
hacer versiones de La Velvet o Nick Cave, todo un contraste. Mi
intención no era abandona la danza pero en seguida captamos la
atención con mi primer grupo, Usura, y a partir de ahí fue todo muy
rápido e inevitable.
Foto: Stella Blasco Berlanga
A.S.: Con
Usura y Orlando grabaste con sellos grandes como Elefant Records,
Everlasting Records y Astro Discos. Para tu primer trabajo en
solitario has escogido un pequeño sello granadino, Luscinia Discos,
pero que se está abriendo un hueco como una de las discográficas de
referencia. Cuéntanos la diferencia entre tu experiencia con unos y
otros y como llegaste a grabar con Luscinia.
Ana
Béjar: La
diferencia entre unos y otros se debe sobre todo, no tanto al
espíritu del sello, sino a cómo ha ido cambiando la industria
musical. El papel de una discográfica ya no es sólo vender discos y
los que no se hayan actualizado, tienen los días contados. Luscinia,
con Sarah Vacher al frente, cuida cada referencia que publica como si
fuera la única, se involucra en el diseño, producción y todo lo
que rodea a la salida de un disco. Tanto cuidado y saber hacer se
hará notar cada vez más, ya que como tú bien dices, se está
convirtiendo en un sello de referencia en este país. Además alabo
su eclecticismo, con un catálogo arriesgado y músicos de diferentes
países. Me permite compartir morada con otros artistas que se
mueven en otros paradigmas, conocerlos y crecer; alejados del
aburrido y estéril indie patrio.
A.S.: Con
ellos has editado "The Good Man" en formato vinilo.
Háblanos sobre como fue el proceso de elección del formato.
Ana Béjar:
Las dos (Sarah y yo) estábamos
de acuerdo en que era imprescindible respetar lo conseguido en el
estudio, un sonido grande y de atmósfera cálida, por lo que nos
decantamos por un vinilo de 12” pulgadas del mayor gramaje, 180 gr.
Foto: Stella Blasco Berlanga
A.S.:
Tenías experiencia previa en
la poesía puesto que hace un par de años ya participaste en un
certamen de poesía de acción que se celebró en Canarias. En "The
Good Man" se nota que le has prestado mucha importancia a los
textos, que no son un mero complemento de la canción.
Ana
Béjar: En
la mayoría de los temas de este disco, los textos han ido por
delante de la música en el proceso de composición. Me encontré en
una época donde escribía mucho y me centraba más en las palabras
que en las melodías. Otras veces me sucede al revés.
A.S.: En
"The Good Man" introduces el harmonium como pieza
fundamental en el diseño de los ambientes musicales por los que
discurre el disco. En tus actuaciones en directo lo sustituyes por su
más manejable versión hindú. Háblanos del descubrimiento de estos
instrumentos por tu parte.
Ana Béjar:
Usar el armonio o la shutribox
me permite acompañar la voz de una forma que no conseguiría con una
guitarra, es como si otra voz humana estuviera estuviera cantando
conmigo, tremendamente orgánico y visceral, tan sólo madera y un
fuelle. En Berlín conozco al mayor importador de instrumentos
hindúes de Europa y cuando lo visito voy descubriendo nuevas
sonoridades que puedan arropar mis nuevas composiciones.
Foto: Stella Blasco Berlanga
A.S.: En
canciones como "No Return" no sólo su sonido crea un
ambiente que bordea el misticismo, sino que produce un fuerte impacto
visual en el oyente.
Ana Béjar:
Los drones que se consiguen con
el armonio o la Shutri son muy espirituales, de hecho se usan en
prácticas de meditación y también para música religiosa. En el
final del videoclip de la canción, Fermín Sarrión, su realizador,
recrea ese ambiente del que hablas, colocando diferentes telas al
viento , muy misteriosas y con mucha fuerza visual.
A.S.:
Podemos adelantar que el
próximo día 10 de septiembre visitarás la sala Deluxe de Valencia
para ofrecer "The Good Man", precedida por El Ser Humano.
¿Nos puedes adelantar algún proyecto de futuro a medio y largo
plazo?
Ana Béjar:
A finales de este mes se
publicará un disco homenaje a Nick Cave en el sello malagueño EL
Muelle Records, donde participo con una versión de “Knockin’ on
Joe”. También estoy preparando algo muy especial con Andrews Wax,
terminando temas con Carlos Suero y nuestro proyecto iO, y preparando
mi nuevo disco. Después del concierto de Valencia tengo reunión con
el hombre bala (Juan Santaner, mi mánager de Industrias Bala) y
planificaremos nuestro próximo "golpe".
Foto: Stella Blasco Berlanga
FOTOGRAFÍAS: STELLA BLASCO BERLANGA
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