Llevamos, en Granada, un puente de calor humano que combate el frío exterior y se ha materializado en los que sin duda han sido los dos conciertos estrella del mismo, Maceo Parker, con sold out en la Copera y Los Zigarros, anoche, con otro sold out en Planta Baja. Hasta la bandera, como deben estar las salas cuando nos visitan músicos tan impresionantes como estos.

Un público que comenzó deshaciéndose a pie de escenario desde el primer tema de los valencianos. Rock and roll en estado puro el que están facturando estos chicos desde que lanzaran su disco homónimo en 2013 y empezaran a tomar firmes posiciones en el panorama musical con tan buenos resultados que hasta los Rolling Stones se fijaron en ellos para ser sus teloneros en el Estadio Olímpico de Barcelona el pasado 27 de septiembre.

Claro que, el grupo, que ya había teloneado a AC/DC en 2014 y girado con Fito y los Fitipaldis están curtidos en esas lides y desde que los hermanos Tormo saltaron a los escenarios en 2011 son muchos los conciertos en los que se han visto en buena compañía, no en vano se les ha considerado, desde sus inicios, el necesario relevo generacional para un género en el que siempre se agradece que aparezcan grupos sobresalientes, como es el caso de Los Zigarros.

De su último trabajo “A todo que sí” (2016) no faltaron anoche ni el tema que da título al álbum ni “Baila conmigo”, “Dentro de la ley”, “¿Qué demonios hago yo aquí?”, “Desde que ya no eres mía” o “Tendrías que haberla visto bailar”, así como una estupenda versión de “American girl” (ya colgada en YouTube esta mañana) de Tom Petty, de quién Ovidi Tormo (voz y guitarra) siempre se ha declarado admirador.

Mucho empaque y “la actitud correcta” como diría Bunbury, cantante con quién Ovidi Tormo comparte ese “nosequé”, también denominado carisma, aunque más sencillez en éste último, lo cual siempre se agradece, especialmente por los fans que anoche le dedicaban piropos y frases de agradecimiento. Anoche escuchábamos además coros interminables en los que los presentes llegaron a cantar canciones completas del grupo, animados incluso por la propia banda, que se prestaba a ese feedback que tanto adornan y engrandece un grupo en sus actuaciones en directo.

Y es que, precisamente el directo, es el punto fuerte de Los Zigarros, terreno donde se mueven con soltura y seguridad, muchas tablas encima, grandes escenarios, festivales y la guinda, las salas donde codearse (literalmente dada la escasez del espacio) con el público, sin dudar en bajarse y tocar entre los asistentes.

Porque, al fin y al cabo, el roc’n’roll no es sólo un estilo, una música, es una forma de vida, de entender la vida, al que es rockero se le nota y, anoche, el público, era el más rockero de una ciudad en la que, a veces, es posible asistir a un momento tan mágico e intenso como fue anoche el concierto de Los Zigarros. 

Crónica y fotos: María Villa