El
pasado 27 de junio, Néstor Rausell y los Impostores publicaban su
segundo trabajo discográfico, “Carreteras”. Por ello nos
reunimos con él para que nos contagiase la ácida vitalidad que
destilan los cinco cortes del disco.
Hace dos años, Néstor
Rausell y los Impostores publicaban su primera entrega, “La
Espera”, un EP en formato cd que contenía cuatro canciones. Un
tratado sobre rock’n’roll tan austero como brillante que permitía
esbozar el personal sonido de la banda, condimentado con referencias
al rock hispano de Bunbury o Cerati y al foráneo de The Waterboys o
Credence Clearwater Revival . Con “Carreteras”, el quinteto
liderado por Rausell factura cinco canciones que transmiten nervio y
sentimiento a partes iguales.
Grabado y masterizado el pasado
invierno en Basic Producciones por Didac Corbí, bajista del grupo,
se encuentra disponible en plataformas virtuales (Spotify, Amazon, i
Tunes, Bandcamp) y en breve en formado físico. Junto a Didac Corbí,
Niko Fernández (batería), Cristian Quílez y Jorge Ruiz
(guitarras), Néstor ha sabido dar continuidad al espíritu de su
álbum de debut mediante unas hermosas letras con oscuras
referencias, unos arreglos más complejos que nos dan idea de la
madurez del grupo y unas melodías vocales muy trabajadas con las que
tejen estribillos de gran intensidad. El próximo viernes 7 de
septiembre podrás comprobarlo en directo en la Sala WahWah.
Alquimia Sonora: A
los 19 años formaste tu primera banda, Stuntmen, junto a Niko
Fernández (batería), Esteban Carbone (guitarra) y Víctor Pozo
(bajo). ¿Los Impostores son la continuación lógica de Stuntmen?
Néstor Rausell:
Mi primera banda fue con Niko al bajo, Cristian Quílez a la guitarra
solista (ambos en Impostores hoy en día), Carlos Santonja en la
batería (hizo el arte del primer disco y sigue vinculado a nosotros
como backliner) y José Vila en los teclados. Pienso que,
simplemente, son etapas vitales y de aprendizaje distintas, cierto es
que las canciones de Stuntmen, pasadas por el filtro Impostor, siguen
funcionando como un tiro en cualquier directo.
Stuntmen fue la escuela,
una banda de rock formada por amigos que quedaban a “jugar a ser
músicos” y a versionar a sus ídolos. En determinado momento, nos
vimos ensayando muy asiduamente, componiendo canciones propias,
sacando dos Ep´s y realizando cerca de 60 conciertos en 3 años.
Llegados a ese punto, vimos que el juego tenía unas reglas, había
una responsabilidad de cara a la gente que pagaba la entrada por
verte, así como el ajuste de las variables
tiempo/trabajo/estudios/familia.
A.S.: Soda Stereo,
Héroes del Silencio o M Clan son algunos de vuestros referentes
musicales. ¿Puedes citarnos alguno más?
N.R : Hoy te diría
Bowie, The Waterboys, el Elton John de los primeros 70, Charly
Garcia, o The Darkness.
Foto: María Carbonell
A.S.: A finales de
junio publicasteis vuestro segundo trabajo, “Carreteras”, dos
años después de vuestro debut con “La Espera” (Mesdemil, 2016).
¿Cómo ves la distancia entre ambos trabajos?
N.R : “Carreteras”
es un Ep con mucho más poso, son canciones que, en su mayoría, ya
habíamos defendido en directo en muchas ocasiones antes de
grabarlas, cuidando mucho las melodías vocales y las intensidades.
“La Espera” fue un Ep bastante más urgente y visceral en cuanto
a composición y grabación, sin artefactos y sonido totalmente
directo.
A.S.: “Defendemos
canciones que cuentan verdad y que son muy de piel, no invertimos
demasiado en adornarlas con efectos especiales”. Esta frase
tuya de una entrevista para Alquimia Sonora con motivo del estreno de
“La Espera” es una declaración de principios que no habéis
abandonado en vuestro segundo trabajo.
N.R: Intento
escribir canciones que cuenten a las claras un sentimiento o
situación. También eso me lleva a momentos en los que no me sale
escribir nada, no es tan interesante mi vida y tampoco lucho contra
eso, ni tampoco intento contar lo que no siento o aparentar lo que no
soy. Algo de metáfora y de invención está bien, y es hasta
necesaria, para no caer en los temas aburridamente explícitos,
recurrentes y habituales, pero ya estoy harto del “vocabulario
express para componer una canción indie”.
A.S.: La
producción de vuestro primer EP corrió a cargo de Fernando Boix
(Estudios Milenia), y en esta ocasión ha sido Didac Corbí, bajista
del grupo, el productor. ¿Qué diferencias ha supuesto a la hora de
grabar y definir vuestro sonido?
N.R: Con ambos ha
sido un gusto grabar. Fernando hizo un gran trabajo grabando a la
banda en directo en un fin de semana, es un profesional con una
trayectoria reconocida. Dídac, al ser parte integrante de la banda,
ha enfatizado bastante en la parte creativa y de arreglos. Ha hecho
un gran trabajo a todos los niveles. Por lo que a mí respecta,
gracias a él estoy empezando a cantar un poquito bien ¡por fin!
A.S.: Descansar la
labor de las guitarras en Cristian Quílez y Jorge Ruiz te ha
permitido centrarte en la voz, algo que se nota en todos los cortes
de “Carreteras”. ¿Te sientes cómodo en el papel de cantante y
frontman de la banda?
N.R: Hace un
tiempo era algo imposible de pensar. Nunca me vi sin estar detrás de
la guitarra en un escenario. Gracias al papel de Jorge y Cristian, he
podido mutar y mostrar una parte de mí que conecta con el público
de una manera más interpretativa y cercana.
Foto: María Carbonell
A.S.: “El
escenario es necesario para el músico. Hay que tener medida con eso
y dejar siempre un espacio a la improvisación que genera el
directo”, decías en la citada entrevista. No cabe duda de que
Nestor Rausell y los Impostores son una banda de escenario. ¿Os
sentís más a gusto en el estudio o sobre las tablas?
N.R: Disfruto
mucho en ambas, pero el directo tiene un componente de camaradería y
trabajo en equipo que resulta realmente embriagador y estimulante.
Definitivamente creo que somos una banda de directo.
A.S.: Refiriéndonos
a los directos no podemos dejar de mencionar vuestro teloneo a The
Waterboys en su concierto en Viveros el pasado julio. ¿Cómo fue la
experiencia?
N.R: Me lo dicen
hace unos años y no lo creería. Todavía estoy aterrizando. Tenía
entrada para verles y soy un verdadero fan de Mike Scott y los suyos.
Todos lo disfrutamos mucho. Promotora, técnicos y los propios
Waterboys, estuvieron de 10 con nosotros.
A.S.: También
sería gratificante ganar la pasada edición del Festijack.
N.R: No soy muy de
concursos ni de competir en el ámbito musical. Pese a ello, dimos
con gente, músicos y organización de 10. Gran experiencia que
remataremos en la plaza de Toros de Aranjuez el día 15 de
septiembre.
Foto: María Carbonell
A.S.: “Carreteras”,
es la canción que abre y da título al EP. También la
que habéis escogido para vuestro video.
N.R: Es una
canción “refugio”, una seña de identidad y un lugar al que
acudir cuando la ilusión se tambalea y conviene seguir .mirando
al frente. El espíritu Jack Kerouac y la música de Waterboys serían
las influencias. El viaje será el camino. En cuanto al video, Pablo
Zanón y su equipo de Apertura Producciones, así como Tomek
Pomersbach, el bailarín protagonista del vídeo, hicieron un
increíble trabajo para dar forma a mi primigenia idea audiovisual.
A.S.: “Escapar”
tiene, a mi gusto, el mejor estribillo de los cinco cortes. Es de
esas canciones que la gente corea en los conciertos.
N.R: Escapar tiene
un estribillo muy potente y pegadizo. Un mensaje con el que cualquier
persona puede sentirse identificado en cualquier ámbito vital.
A.S.: “Frente al mar” es la
balada del E.P.
N.R: Sí, una canción especial, seguramente y pese a ser la “lenta”, la más requerida en cuanto a solos y arreglos. Creo que Jorge y Cristian han hecho un trabajo increíble de guitarras y dan un contexto de rock setentero a lo Eagles. Quiero aclarar que no es una canción que hable del suicidio, que ya me lo han preguntado varias personas…es una historia de amor!
A.S.: “No me
quiero ir”, en contraste, es el trallazo adrenalínico del disco.
N.R: Una canción
con un claro mensaje sobre nuestra posición en la escena. El
escenario nos hace felices y no nos queremos ir. Directa y al pie. La
disfrutamos mucho en directo.
A.S.: Cerráis con
“La Caída” una de tus mejores canciones.
N.R: Es un acto de redención en
cuanto a letra y sonido. Es la mayor exponente de la idea sobre la
que gira el disco, aquello de seguir un camino, aunque no vaya a un
sitio concreto, pero que el simple hecho de seguir adelante ya
resulte un estímulo que te de energía. Si se te eriza la piel,
entonces es por ahí.
FOTOS: MARÍA CARBONELL
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