AtraÃdos, sin duda, por la resonancia mediática de los
vizcaÃnos Belako, nos acercamos a Industrial Copera dispuestos a dejarnos
sorprender por Mourn, sus
acompañantes en el cartel, vamos, los teloneros. A estos últimos aún no
habÃamos tenido oportunidad de verlos en directo, no siendo el caso de los de
MungÃa, que, estuvieron en Granada hace unos meses en un festival y a pesar de
que hicieron lo que se esperaba de ellos, no sabemos si por cuestión del
horario (estuvieron en la primera franja de grupos actuantes) o por cualquier
otro motivo, no parecieron convencer demasiado al grueso de un público que siempre
entra disperso en los festivales.
En Industrial Copera
llegaron con fuerza, que es, quizás, lo que más puede llamar la atención de este
joven grupo. Actitud y muchos decibelios para arropar una banda con una
propuesta que les ha funcionado y que exprimen por los muchos escenarios
nacionales e internacionales por los que se pasean. Llama también la atención,
en este grupo paritario, el buen hacer de su bajista, capaz de crear, en combinación
con una buena base rÃtmica, momentos de tensión musical muy acordes con la
estética de mujeres fuertes e independientes que preconizan.
Nos dejaba, sin embargo, un regusto amargo el abuso de bases
pregrabadas sonando en los temas. Estoy convencida de que a veces, menos es más,
y si no puedes llevar un teclista en escena, no necesitas que suene
constantemente un inexistente sinte, que permitÃa al guitarra incluso soltar su
instrumento y relajarse cerveza en mano.
No por esto, el espectáculo de Belako perdÃa fuerza, sino todo lo contrario. Si las Nancys Rubias
lo hacen ¿por qué exigirle más a cualquier otro grupo? Una vez soltadas las
bases grabadas, su rock sintético cargado de riff de guitarra eran la base
perfecta para que las voces brillaran, consiguiendo que te fijaras en el
espectáculo que habÃa sobre el escenario y de eso, a pesar de su juventud, saben
un rato.
Más sencillas musicalmente Mourn se hicieron rápidamente con el público que empezaba a llegar
poco a poco, sorprendiendo por la frescura con la que interpretan unos temas
con fuertes influencias noventeras a los que les va estupendamente esa actitud
entre el punk y la inocencia que, por momentos, nos recordaban esas primeras Vulpess reivindicativas y frenéticas que
convulsionaron los primeros momentos del punk español en femenino.
Y en femenino, plural (Sólo un chico en la banda), Mourn han conseguido
llevar en su setlist un buen puñado de temas que funcionan estupendamente y,
aunque su discografÃa, aún no es muy abundante, ya pueden hablar de “temas
viejunos” cuando se refieren a sus primeras grabaciones. Fiel reflejo de lo que
es el mercado musical actual, algo de hace dos años empieza a tener sabor vintage
en cuanto te descuidas.
Lo que sà consiguieron ambas bandas fue que el buen rollo y
las ganas de bailar no decayeran en Industrial Copera, consiguiendo que, si
bien el público no llenó la sala (los Belako afirmaron que lo que querÃan es
que el público tuviera sitio para moverse), hubiera un ambiente estupendo, muy
propicio para disfrutar de la noche.
Crónica y fotos: MarÃa Villa
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