PRESENTACIÓN
Al final, todo es boxeo. El boxeo es una gran metáfora. De la vida, de la experiencia, de la resistencia... De resistencia precisamente sabía mucho Oscar "Ringo" Bonavena, un mito del boxeo argentino que llegó a aguantarle nada menos que 15 asaltos a Muhamad Alí. Le llamaban "Ringo" porque contaba que le confundían con el batería de los Beatles, hizo cine, televisión, cantó rock con éxito y murió tiroteado a la puerta de un burdel. Toda una estrella del pop.
No es, por tanto, de extrañar, que alguien tan aficionado al boxeo como Manolo Bertrán le propusiera el nombre de Bonavena a su buen amigo Raúl Tamarit para el sello discográfico que pensaban montar juntos. Al fin y al cabo, de resistencia saben ambos bastante. Tanto uno como otro, andan saciados de pelear contra las inclemencias de una industria discográfica que no entiende nada que no sea el disparo a lo seguro. Si uno se empeña en hacer las cosas a su manera, con personalidad, con la gallardía que genera el entusiasmo por una música que le ha acompañado de por vida y que no puede abandonar, se le cierran todas las puertas.
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Foto: Juan Terol |
LA CELEBRACIÓN:
Cumplir cinco años haciendo algo tan quimérico como editar música es siempre motivo de celebración, por eso nuestros protagonistas, más prolíficos en el caso de los Radiadores, pero muy caros de ver en el caso de Doctor Divago, han decidido coger las guitarras y plantarse a tocar en la valenciana sala 16 Toneladas. No lo harán solos, como siempre intentan conectar con gente de fuera -seguramente esto se traducirá en una futura visita a la capital- y en esta ocasión se traen a Angry Saints, una banda internacional, pero afincada en Madrid, que practica un rock and roll sucio, pero de factura elegante, que no desentonará para nada con las descargas de los anfitriones (escuchar su último disco aquí). Tres conciertos de altura, pues, que tendrán lugar este mismo sábado 26 en la citada sala. Las entradas las puedes conseguir aquí
No conozco mejor manera de contar una historia que el que la cuente sea el propio protagonista, de modo que paso la palabra a Manolo y Raúl:
AL HABLA CON LOS JEFES:
Alquimia Sonora: ¿ Cuál fue el motivo de empezar con Bonavena y qué esperabais de ello?
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Foto: Josep Escuin |
LA MÚSICA:
Doctor Divago: Decanos del rock valenciano, abanderados de una manera propia de entender el rock. Nadie se parece a ellos ni ellos quieren parecerse a nadie. Quizá por eso han sido un secreto a voces durante casi toda su existencia. Eso sí, sus fans, que se cuentan por toda la península, son incondicionales e irredentos. A punto de cumplir 30 años de existencia (se formaron en el 89), su último disco "Complejo Alquería Frailes 13" ofreció el año pasado una de las mejores muestras de su cancionero y sobre todo, la buena forma con la que se empeña en seguir a flote una banda impresionante, que cada vez aporta más experiencia y brillantez a una obra que de por sí ya es impresionante y reivindicable. Verles en directo siempre que se pasen por tu ciudad es obligatorio y además de este último disco Bonavena tiene editados otros dos: un recopilatorio, "Especial de la casa", celebratorio de sus primeros 25 y un gran punto de partida para conocerles, puesto que además incluye el documental "Los tontos buenos tiempos", que el realizador Rubén Soler dirigió sobre ellos y el anterior, "Imperio", otro gran muestrario de maestría. (Enlace para escucha y compra)
Los Radiadores: Engloban en sí lo mejor del rock urbano español, desde Ilegales a los Enemigos, pasando por Burning, la marrullería del punk de los Clash, Buzzcocks o Stiff Little Fingers y las aristas del rock and roll clásico de Buddy Holly (al que dedican una de sus mejores canciones), Creedence Clearwater Revival o Gene Vincent. La imponente personalidad de Raúl sobresale con unas canciones voraces de letras bravuconas e inteligentes, cada vez más contestatarias y esa voz tan arrogante como perfecta para hacer creíble esa combinación. Pero el resto no le van a la zaga: El Joven, El Metralla y Sergio Domingo son también piezas esenciales de esta máquina de hacer rock. Juntos, los cuatro forman una especie de banda de cómic, cada cual con su personaje, que igual que sus adorados Ramones, si no existiera, habría que inventar. Sus razones las exhiben en discos contundentes, abruptos y llenos de temas directos, como su último EP "Puño en alto", que acaban de editar y andan presentando, o el resto de su discografía en Bonavena, de la que habría que destacar un "Los perros ladraron", que podríamos decir que es la perfecta definición de su sonido e intenciones. (Enlace para escucha y compra)
Lanuca: Al principio, Tamarit y Bertrán eran tan estrictos en eso de que el sello sólo sería para editar los trabajos de sus bandas, que hasta el proyecto de Angela Bonet, pareja sentimental del segundo, en el cual éste también participa como guitarrista, tuvo que ser editado a través de una subsidiaria creada al efecto y denominada Infinito Discos. Es así como Lanuca, sin duda uno de los proyectos musicales más interesantes de los aparecidos en la ciudad del Turia estos últimos años, ha editado sus trabajos. Primero, llego la trilogía de epés denominada "anatómica" por su autora: "Pómulo", "Gran mandíbula" y "Tibia turbia" y no hace mucho, su primer largo, "Rémora", ya editado bajo la marca Bonavena, es un trabajo realmente impresionante que, en nuestra opinión, debe ser considerado entre lo mejor aparecido el año pasado a nivel nacional (Enlace para escucha y compra).
Galavera: otro caso familiar, la banda formada por Raúl Tamarit y su esposa Vanessa Juan, en que el primero da rienda suelta a su vena más intimista y acústica. Las melodías importan más que en el cancionero de los Radiadores (y no es que en estos no importen) y manejan más las texturas, siempre planeadas por el cello de Vanessa, que da forma a un bonito conjunto de razones para que este "Dos y dos" (guiño a las hijas de la pareja, como el nombre de la banda, formado por el de las dos), mini lp aparecido en 2014 y una de las primeras referencias de Infinito Discos, sea un producto cuidado y sabroso de escuchar. (Enlace para escucha y compra)
La Gran Esperanza Blanca: Poco se puede añadir que no se haya dicho ya de la banda más longeva (aunque eso sí, con intermitencias) de Valencia, junto a Doctor Divago. La formación capitaneada por el incansable Cisco Fran alcanzó con "Tren fantasma" el culmen de una obra que había ido dando saltos entre una discográfica y otra. Al fin, con la madurez, consiguen hacer justicia a un sonido propio y una forma mediterránea de entender la música americana que les convierte en un producto genuino. Un álbum especialmente cuidado en el que las canciones de Cisco además adquieren un cariz autobiográfico (sobre todo en la inmensa "Los años de felicidad") que las llena de humanidad y emoción en carne viva. Todo un acierto del sello, contar con esto entre su catálogo. (Enlace para escucha y descarga)
Hotel Nebraska: Otra banda veterana, formada por Guillermo Llopis y Gonzalo Anaya, que va a cumplir ya 15 años de existencia y que con "La nostalgia" dan forma a su segundo largo, editado en Infinito Discos durante 2017. El disco tiene mucho más de lo que aparenta una primera visita a ese rock cantado en castellano. Arreglos bien elaborados y letras evocadoras que se sumergen en melodías tejidas con gusto y sobre todo, con un buen amalgama de influencias nada evidentes que hacen de éste otro producto genuino, como viene a ser, como véis, general en todo el catálogo del sello.
Löbison: Los primeros en venir de fuera. Löbison es una banda sevillana que parte del cerebro de un sólo hombre: Juamba d'Estroso, un tipo dotado de una voz peculiar, de esas que albergan mil historias en su sonoridad, y de un ansia por la poesía más áspera y las guitarras ruidosas, que traduce en canciones más que intensas. "La industria de los sentidos" es su cuarto disco y su primera referencia editada fuera de Green UFOS. Esta vez se ha decidido por varias marcas, una de ellas Bonavena, que actúa aquí, digamos, como colaboradora. El disco es un amalgama más crudo y centrado en las guitarras que los anteriores. Se ha alcanzado una estabilidad del formato banda y se nota. Canciones brutas, basadas tanto en el blues más animal, como en el terrorismo de Sonic Youth, la chatarra de Corcobado o incluso el rock más al uso. Un producto bastante fuera de órbita en el panorama nacional que aporta color a la paleta de este sello, aunque sea indirectamente.
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