Granada Ciudad del Indie. En
Granada no hay rock. En Granada, cuando hay rock, no se apoya a las bandas
locales. No hay buenas bandas locales de rock. ¿Sigo? Te apoyas en la barra de
cualquier pub rockero de Granada y escuchas frases como éstas. Excusas que, al
fin y al cabo, sirven para que los músicos desahoguen sus frustraciones en una
ciudad que dejó marcharse un festival como el Espárrago Rock. No sé si sois
conscientes de lo que hablo.
Años atrás, grupos ahora
respetados y reconocidos, se iban a tocar fuera de Granada porque aquí no había
una escena. Todos los que amamos el rock (y para ello no hay que dejar de amar
otros estilos de la misma manera) hemos intentado, alguna vez, reavivar la
llama de la escena poniendo pequeños ladrillos para construirla a la altura de
la enormidad de las bandas que se han gestado, y aún se gestan, en Granada.
Granada, Ciudad del ROCK.
Del rock con mayúsculas y subrayado. Del que te hace soltar adrenalina por todos
los poros dando cabezazos a pie de escenario. Pero nos hemos acomodado y ahora
postureamos haciéndonos fotos en el Zaidín Rock cumpliendo así el cupo rockero para el resto del
año. Ya no hay rockeros como los de antes. Pero no, si nos remontamos a 2008, también en Sala Tren (sólo una
de sus ediciones no se hizo allí), un festival, entonces llamado Alhambra sembró,
durante cinco ediciones, un germen que debía ser resistente, porque ha llegado
hasta el viernes, recuperado, renombrado, renovado y con una nueva filosofía de
participación y puesta en marcha desde dentro del cartel, a través de los
propios grupos. Casi como una comunidad.
Su artífice, Miguel Ángel,
cantante de “A tu puta kara” un grupo de thrash metal que llegó desde
Padul para dar mucho que hablar durante unos cuantos años. Por allí pasaron
Euphoria, Trifurka, Khael, Leo, Centinela, Santelmo, Arghost, Supra, Inyourface,
Zanarkand, A tu puta Kara, por supuesto, y también cabezas de cartel como El
Chojín. Calidad, variedad y apuesta local como sello de la casa.
Han tenido que pasar unos cuantos
años, pero donde hubo llama queda rescoldo, sobre todo si el rescoldo sigue
vivo en personas que han creído en la escena local desde el principio. Por eso
y porque Granada necesitaba ponerle un poco de Alma a todo esto, nació Al Alma
Festival, con el atractivo innegable de tener a Hamlet como cabeza de
cartel. A partir de ahí, todo producto local. La Granada Ciudad del Rock
que tanto hemos reclamado. Heleven,
Animal Project, Sölar y Oniric Prison.
Con la Sala Tren
registrando casi dos tercios de aforo que, para una primera edición, ya es un logro
y algo de retraso en el comienzo provocado por las necesidades de Hamlet en su
prueba de sonido, el público empezó a entrar desde primera hora (el dos por uno
en cerveza en las dos primeras horas fue todo un acierto) para que unos impresionantes
Heleven recibieran a bocajarro a los asistentes más puntuales.
El grupo está de gira con “Medusa’s
love story” y se les nota el músculo y las tablas que cada uno de sus
miembros llevaba ya en la mochila antes de juntarse en este proyecto tan redondo
y contundente. Un show impecable, corto pero muy intenso, nos demostró que
abrir cartel en una noche así sólo podía significar que, a partir de ahí, ya no
podía bajarse el ritmo. En plena forma física y vocal Higinio Ruíz, como
también lo están el resto de componentes, destacando la afiladísima guitarra de
Álvaro Castilla y la contundente batería de Matías Famá una banda que ha
entrado con mucha fuerza en el panorama granadino a pesar de que el que
presentan es su disco debut.
Granadinos también, como el resto
de formaciones a excepción de Hamlet, Fault won’t Fade llegaron al
festival con “The trip”, un single recién estrenado, el que preludia su primer
EP. Estuvieron en Rocknrolla en junio junto a Waiting for Sunset
y un poco antes en BoogaClub, dos citas en las que ya dejaron huella con su metalcore
cargado de emociones fuertes, las que conforman unos temas que subrayan con guturales
que nos llevan a un screamo tan fatalista y desbordado como las letras de sus
canciones. Atentos a la banda, empiezan a hacerse también su hueco.
Algo ausentes de la escena últimamente,
no se les veía en Granada desde mayo, compartiendo cartel con Brutal Thin
e Inyourface, Animal Project nos llevaba también hacia un
metalcore en momentos más melódico que el de sus predecesores. Llegaron con un trabajo
tan redondo como “Primate” bajo el brazo. Un LP grabado, mezclado y masterizado
por Alex Cappa en “The Metal Factory Studios”, una de esas mecas por donde
pasan los grupos de metal para sacar trabajos como el que está presentando esta
banda.
Llegaba tras ellos el momento más
“tranquilo” de la noche, por la completa ausencia de guturales en sus temas. Rock metal directo y contundente cargado de melodías vocales
que oscilan entre lo melódico y un verdadero tsunami vocal, de manos de Sölar.
Con una formación renovada que ha conseguido una gran presencia a nivel local, tras
publicar en abril “Meta morfé. Más allá de la forma”, su cuarto trabajo de
estudio, primero íntegramente en castellano, habiendo compartido cartel con
grupos de la talla de Narco, Reincidentes, Los Zigarros o Sexy Zebras
entre otros.
Coinciden los medios en destacar
de ellos tanto la voz de Pepe Travé como una brutal puesta en escena, pero no
podemos dejar de mencionar la contundencia rítmica a la batería, a cargo de Ale
Manca, la afilada guitarra de Víctor Alonso o la desbocada locura con la que
Javi Condito nos sorprende mientras toca el bajo. Tenían, como todos los
grupos, un show algo más corto de lo que nos hubiese gustado a todos dadas las
características del festival, pero igualmente intenso, de principio a fin. Un martillo neumático, a tope.
Tras romper la dureza de la dinámica previa
con el “Sarabande” de Haendel como intro, entre un intenso humo y luces rojas, se
arrojaron de lleno al rock más descarnado con temas tan intensos como “Legiones”
y “Cuenta la historia”, antes de dar paso a una versión tan conocida como “Sleep now in the Fire”
de RATM, cantada en castellano y desgranar su último trabajo para concluir con “Hiperactivo”,
el que ha sido su último video single
publicado, al que hicieron un explícito guiño y que
contó con la participación de Álvaro Castilla (Heleven) a la guitarra. Fuerza con
control sobre un escenario desde el que se escuchó corear a voz en grito a las
primeras filas en algunos de los temas.
No tardaron en salir (los cambios
fueron muy rápidos en este festival) unos debutantes Oniric Prison que
no estaban dispuestos a bajar el listón a pesar de la enorme calidad de todos
los grupos del cartel. Debutantes, que no sin experiencia, demostraron también
que subirse a un escenario como el de Sala Tren con ilusión es el
ingrediente necesario para hacer un show a la altura de las circunstancias.
Presentaban su ep homónimo y lo hicieron con una buena dosis de thrash death metal
y ante una sala que ya llevaba horas en su máximo apogeo. Atentos al grupo los
amantes de este estilo, llegan con ganas de dar que hablar y seguro van a
hacerlo.
Llegados a ese punto, cargados de
energía y ganas de echar ya los restos, los asistentes esperaban impacientes a Hamlet
que, desde Madrid, dentro de la intensa gira presentación de “Berlín”
llegaron a Granada con el disco ya bien rodado y la puesta en escena estudiadísima
y llena de recursos, con capacidad para poner boca abajo la sala. Son muchas
las tablas tras 30 años de escenarios y muchos festivales a cuestas como para
no hacer saltar y empujarse a unos entregadísimos fans que disfrutaron de los
mejores momentos de Molly, entre el público, haciéndose pedazos con unos temas
que ya han calado de lleno en sus seguidores.
No necesitaban mucho para
convencer y lo hicieron también desde la intro una “Mirislou” que todo el mundo
conoce por “Pulp Fiction” y que los que repetían concierto (algunos estaban allí
por tercera vez en esta gira) sabían que era el preludio de “Persiste, insiste,
repite” y, desde ahí, a dejarse la piel en temas como “Tu Destino”, “Vivir es
una Ilusión”, “Denuncio a Dios”, en la que hizo agacharse a toda la sala para
saltar mientras él dirigía al público antes de seguir un show en el que todos fuimos realmente “Salvajes”.
Temas siempre bien recibidos,
como “No sé decir Adiós”, “Héroe”, “Cada día un día más” en los que crujen con fuerza los riffs inconfundibles de Luis Tárraga. Sonaron también,
igualmente potentes temas como “Limítate”, “Antes y Después” o “Irracional” que
entraron como apisonadoras antes de rematar la jugada con metralla de gran
calibre en forma de “Imaginé”, “Jodido Facha”, “Habitación 106” y “Egoísmo”
para cerrar el concierto en todo lo alto.
Poco sudor quedaba ya que
derramar tras seis grupos dando lo mejor de sí mismos, cada uno en su estilo,
más o menos hardcore, más o menos melódicos, buenas bandas con buenos temas, a
la altura de la situación, como se merece algo donde has puesto todo Al Alma.
Crónica: Narmia
Fotos: Fran Ortiz para Universo Sabika
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