Parece que fue ayer cuando aquí el que suscribe acudía junto a su pandilla a la fiesta de inauguración de un nuevo local en el valenciano barrio de Benimaclet justo cuando el siglo en que vivimos comenzaba a despegar. Tulsa Café se llamaba el invento y a partir de entonces se inmiscuyó en mi vida y en la de muchos otros como pocos lugares lo han hecho. He perdido la cuenta de las veces que he pinchado discos allí (o en Swan, el pequeño disco-pub que montaron al lado y que tantas noches de juerga nos regaló durante su existencia), que he tomado copas, disfrutado de conversaciones, tocado en directo o he sido espectador de alguno de los mejores conciertos acústicos de la ciudad, dentro de su necesario ciclo Aperitiver, que urdieron en su día junto a los no menos necesarios responsables de la revista Verlanga, aunque de un tiempo a esta parte su gestión es exclusiva del local.
Todo ese tiempo el Tulsa ha demostrado ser un espacio especialmente abierto para todo tipo de arte y entretenimiento. No sólo es un sitio donde copear y escuchar buena música, también suele haber exposiciones, charlas, degustaciones de comida e incluso encarnizados campeonatos de Trivial. Se me ocurren pocos sitios con tanta solera y tan estimulantes en toda la ciudad. Por eso es un gran logro a celebrar que hayan alcanzado la friolera de dos décadas de supervivencia, con sus más y con sus menos, pero con envidiable salud y además, tengan ganas de celebrarlo. Eso es, sin duda, señal de que habrá más aniversarios que celebrar en el futuro.
Y lo celebran, cómo no, de la única forma que saben: con música y fiesta. El sábado 7 de marzo, en la Sala 16 Toneladas y a partir de las 23.30 h (entradas aquí) tendrán lugar unos fastos que dan buena muestra del elegante eclecticismo del que siempre hacen gala Raúl y Giusseppo, los dos propietarios de la criatura.
Empezaremos, por cercanía, con los valencianos Tercer Sol. Editado por bCore el año pasado, Lejos es la confirmación de que las extraordinarias maneras que el cuarteto apuntaba cinco años antes en un EP de debut que dio mucho que hablar, permanecen, no sólo intactas, sino aumentadas en un disco que sin duda fue de lo más impactante de su ejercicio. Un dechado de virtudes que maridan psicodelia, post-punk y un talento para la inmediatez que hace que el conjunto sea, como ellos mismos lo definen, como "un caramelo envuelto en celofán negro".
The Limboos son una de las máquinas de incitación al baile más peligrosas de la península ibérica. Procedentes de Galicia pero afincados en Madrid desde hace años, el cuarteto destila un irresistible rhythm and blues exótico y ya cuenta con tres espléndidos discos en su haber editados por Penniman Records desde 2014 hasta la fecha, el último de los cuales, Baia (2019), ha sido especialmente laureado en listas y demás maniobras prescriptoras de la prensa musical, lo cual no hace sino confirmar que estamos ante una de esas bandas imprescindibles para entender la escena musical de este país. Infalibles en lo suyo, ya sea grabado o tocado en directo, hacen de "efervescente" una palabra que se queda corta para definirles.
Y por si esto no fueran motivos suficientes, la noche seguirá y seguirá hasta besar la mañana con las sesiones de Vic Iwanna, ElBarrejat, Shagalagalú y Giusseppo Tulswan DJs. Acudan en tropel a bailar y celebrar!
https://thelimboos.bandcamp.com/
https://bcoredisc.bandcamp.com/album/lejos
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