Desde estas líneas seguimos firmes en nuestra pretensión de acercaros a propuestas musicales que se alejan de lo recurrente, se saltan cualquier propósito comercial, y se maceran de forma libre y sin límites temporales. El empeño en nuestro cometido, que no es otro que, intentar ser vuestra particular hoja de ruta musical, hace que abramos nuestras puertas a cualquier banda que nos toque con cariño y respeto. Cuando descubrimos “Espejismos” de los zaragozanos Calavera, se nos volvió a dibujar la sonrisa al sumergirnos en otro proyecto marcado por un pop luminoso y altamente emocional. 

 

Curioso que Álex Ortega, el artífice de toda esta delicia pop, haya marcado su evolución a la inversa que la mayoría, y que tras haber sacado  “Exposición” bajo el respaldo de una banda, convirtiera Calavera en su proyecto personal: “Desde los primeros inicios del grupo, Calavera se ha nutrido de mis canciones. En mayor o menor medida, éstas se terminaban de arreglar en el local, con la participación de la banda. Los primeros EPs se desarrollaron así, de manera muy natural, pero en nuestro anterior LP, ‘Exposición’, se empezó a notar la presión y el desgaste. Y después de una gira relativamente amplia, diferencias creativas y cambios de vida, derivaron en la situación, en la que me encuentro: en solitario a los mandos del proyecto, pero rodeado de músicos para el directo. Y es que sigo teniendo cosas que contar y ganas de hacer canciones.” 

 

El disco contiene ocho cortes que se impregnan de su fuerte personalidad y son un reflejo de la honestidad, siendo de sobra palpable que son el resultado de un un proceso de madurez que alcanza ya unas cotas considerables: “No he sido muy consciente de ello, pero está claro que ha habido una evolución. Desde luego ‘Espejismos’ no sale de la nada. Es fruto de todos los trabajos anteriores. La personalidad de Calavera se ha ido forjando con pequeños cambios a cada nuevo lanzamiento, sin perder la esencia. Quizás en favor de una canción más redonda en la que me he sentido con libertad absoluta."

 

Acudimos muchas veces a esas frases que suenan a tópico, como la de que un músico se desnude en sus discos. Pero si tenéis a bien de escuchar el disco y acudir a uno de sus intensos directos, seguro que os embebéis de lleno con unas letras sinceras que descubren su yo de forma muy prístina. Un valiente ejercicio de mostrar el interior bajo un imaginario particular: “No sé escribir sin ese deje autobiográfico. Casi siempre hablo de cosas que me han pasado. Y no por usar esa escritura como catarsis ni nada de eso. Simplemente porque me parece que es de lo que hay que hablar, de sentimientos. De hecho, creo que a veces me pasan algunas cosas para poder tener emociones de las que tirar a la hora de componer una canción. No es algo que me de miedo, porque siempre lo hago bajo el escudo del símil o la metáfora, de la poesía, al fin y al cabo.” 

 

Canciones sensibles, con la capacidad para dejarse llevar y emocionar, transitando ritmos electrónicos, oníricos (algo de psicodelia), creando ambientes inmensos en los que perderte es un lujo: “Quería que fuesen luminosas. Frescas. Que entraran de primeras e invitaran a más escuchas. Y por supuesto que llegaran emocionalmente al oyente. Son letras tristes pero esperanzadoras y fácilmente cualquier persona se puede sentir identificada de alguna manera. Me gustaría llegar a transmitir las sensaciones que yo he vivido cuando me han sucedido las historias que cuento. Y que el sonido sea reconocible, tener una personalidad propia.”

 

Viniendo de Zaragoza, el hacer buen pop, es seguir por las sendas mañas en las que este estilo se ha visto tan bien representado por grupos como El niño gusano o La Costa brava. Les descubrimos, precisamente, en un vídeo que interpretaban “El hombre bombilla” bajo el Arco Dean de Zaragoza: “Qué guay aquella época :) Efectivamente, de aquí han salido grupos muy relevantes y además en casi todos los estilos, pero mis influencias son muy amplias y variadas. No me cierro a fronteras locales ni nacionales. De pequeño en casa se oía desde Triana a Michael Jackson, pasando por Mecano, Phil Collins, Santana, Dire Straits o Supertramp...Hoy en día que hay acceso a toda la música que quieras, puede que se te queden detalles de tantos sitios, que resulta difícil citar algo en concreto. Pero si te diré que figuras y discursos como los de Amaral, Bunbury o Santiago Auserón, hacen que uno se sienta orgulloso.” 

 

“Ámbar” es una de las canciones más inmensas de “Espejismos” que cuenta con una colaboración importante. La voz de Eva de Amaral encaja a la perfección, y se siente como un encuentro natural, en el que ambos recorréis una línea compositiva tan mágica y conmovedora con una magnificencia esplendorosa: “Sí. No estaba en mi mente hacer una colaboración, a pesar de estar tan en auge en estos momentos. Simplemente surgió. La canción me lo pedía, y me pedía la voz de Eva. Conocía personalmente a Amaral, pero no dejaba de ser una locura que participaran en un proyecto tan humilde. Sin embargo, la respuesta fue afirmativa desde el principio, y a pesar de la pandemia, pudimos llevarlo a cabo felizmente. En un honor para mí. Sé que gracias a ellos mucha gente se ha acercado al disco, y les estoy muy agradecido.” 

 

Todo lo que rodea “Calavera” huele a querer hacer las cosas bien, con profesionalidad y criterio, algo fundamental para darse a conocer y llegar a un público más amplio. La promoción es importante y se trabaja desde dentro: “Sin duda lo es. Y hoy en día, como bien dices, más aún. En cierto modo tengo la sensación de que se nos exige ser profesionales, sin serlo. Quiero decir, tú lanzas tu trabajo o presentas tu disco en directo y el público va a valorar a Calavera del mismo modo que a Vetusta Morla, por ponerte un ejemplo de un grupo sobradamente solvente y que puede dedicar todo su tiempo a la música. Para todas estas labores extramusicales, está mi equipo formado por Lago/Cráter, TBC y Lume. Sello, booking y promo, respectivamente.” 

 

“Espejismos” está disponible formato vinilo y con una portada abstracta, colorista y muy atrayente a cargo de Txema Cañada: “A Txema lo descubrí durante el confinamiento, a través de unas ilustraciones que fue subiendo a Instagram. Me flipó el estilo y le lancé la propuesta. Había alguna idea, pero también fuimos improvisando sobre la marcha hasta dar con el resultado final. Tuvo mucha paciencia con mis indecisiones y cambios, pero creo que al final ambos salimos muy contentos con el resultado. De hecho, ver la ilustración completa fue el detonante para terminar de decidirme por ponerle al disco el título de ‘Espejismos'."