Un sábado cualquiera, en Granada, las salas de conciertos resuenan y palpitan al unÃsono. Este sábado además, con el corazón partÃo, Rufus T. Firefly en Sala Tren y Carolina Durante en Industrial Copera se repartÃan a un público que, de no darse esta coincidencia, posiblemente hubieran asistido a ambos eventos. Aún asÃ, ya en la apertura de Muro MarÃa, la banda alicantina, producida por Carlos Hernández (que les acompañaba desde la mesa cuidando de su sonido). Llegaron presentando “Estoy pensando en dejarlo” (BMG, 2022), cuyo tÃtulo, asà a bote pronto, me lleva hasta la extraña pelÃcula dirigida por Charlie Kaufman.
Algo menos extraño que la cinta es este EP cargado de ironÃa, humor, autocrÃtica y reminiscencias al noise británico, cercano a unos enérgicos Yawners donde resuenan ecos de bandas como Él Mató a un PolicÃa Motorizado, Bestia Bebé, o Las Ligas Menores y sin dudas, gustó a los primeros que se adentraron en la sala puntualmente para verles telonear a Carolina Durante.
Puntuales como un partido de futbol, con la alineación titular de esos “Cuatro chavales” que han revolucionado el panorama del indie pop, a pesar de que su sonido es indiscutiblemente un punk rock acelerado cuyos destinatarios no eran los punkis de siempre, sino esa “chavalada” punk que ahora llena salas y festivales y exhibe camisetas de Los Ramones made in Zara.
Camisetas sin embargo, las que más abundaban en la sala, eran las de merchandising de la propia banda que recuerdan esos “10” argentinos a los que la banda dedica uno de sus temas. Ante una Industrial Copera prácticamente llena, los madrileños salieron a ocupar sus puestos ante animadÃsimo público que les recibió dando saltos desde el primer tema a gritos de “Aaaaaa#$!&" para seguir saltando con su “10”, corear sus “Nuevas formas de hacer el ridÃculo”, debatirse en la existencialidad de “Joder no sé”, destrozarse las gargantas voz en grito con “Niña de hielo” y terminar de darlo todo con “Perdona, ahora sà que sÔ, “Cayetano”, “La noche de los muertos vivientes”, “Las canciones de Juanita” y su “Famoso en tres calles”, aunque ellos, a estas alturas, lo son ya en unas cuantas más.
Con un Diego, como siempre, acelerado, que no deja de correr y saltar sobre el escenario, lo difÃcil fue captarle con la cámara en los escasos momentos en los que se quedaba parado ante el micro y sin embargo, imposible recoger, desde la cámara, el momento en que saltó sobre el público y se metió en el último y más loco de los muchos pogos que se habÃan formado durante la noche a pie de escenario.
Y es que, esa juventud que se deshace con bandas como Carolina Durante, necesita de esa energÃa, de esa fuerza que se comparte a ambos lados del escenario y, para eso, Diego sabe bien cómo transmitir toda la locura del mundo no sólo con su lenguaje gestual, sino con la acidez de todas esas letras desencantadas con el mundo con el que les ha tocado lidiar.
Como refuerzo, un quinto “Carolina”, desde la mesa, micro en mano, haciendo los coros y disfrutando como un chaval más, que ya no serÃan cuatro, sino esos cinco donde Carlos Hernández Nombela no sólo maneja mandos, sino que suena, da brillo y esplendor y deja espacios para que los demás recuperen el resuello.Asà es un concierto de Carlina Durante, adrenalÃnico, lleno de fuerza y de emoción. Asà les conocimos hace unos años y asà siguen. Asà lo vivimos nosotros, y asà se lo hemos contado.
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