Carolina Durante en Industrial Copera (Granada) 11/02/2023

 


Un sábado cualquiera, en Granada, las salas de conciertos resuenan y palpitan al unísono. Este sábado además, con el corazón partío, Rufus T. Firefly en Sala Tren y Carolina Durante en Industrial Copera se repartían a un público que, de no darse esta coincidencia, posiblemente hubieran asistido a ambos eventos. Aún así, ya en la apertura de Muro María, la banda alicantina, producida por Carlos Hernández (que les acompañaba desde la mesa cuidando de su sonido). Llegaron presentando “Estoy pensando en dejarlo” (BMG, 2022), cuyo título, así a bote pronto, me lleva hasta la extraña película dirigida por Charlie Kaufman.


Algo menos extraño que la cinta es este EP cargado de ironía, humor, autocrítica y reminiscencias al noise británico, cercano a unos enérgicos Yawners donde resuenan ecos de bandas como Él Mató a un Policía Motorizado, Bestia Bebé, o Las Ligas Menores y sin dudas, gustó a los primeros que se adentraron en la sala puntualmente para verles telonear a Carolina Durante.



Puntuales como un partido de futbol, con la alineación titular de esos “Cuatro chavales” que han revolucionado el panorama del indie pop, a pesar de que su sonido es indiscutiblemente un punk rock acelerado cuyos destinatarios no eran los punkis de siempre, sino esa “chavalada” punk que ahora llena salas y festivales y exhibe camisetas de Los Ramones made in Zara.



Camisetas sin embargo, las que más abundaban en la sala, eran las de merchandising de la propia banda que recuerdan esos “10” argentinos a los que la banda dedica uno de sus temas. Ante una Industrial Copera prácticamente llena, los madrileños salieron a ocupar sus puestos ante animadísimo público que les recibió dando saltos desde el primer tema a gritos de “Aaaaaa#$!&" para seguir saltando con su “10”, corear sus “Nuevas formas de hacer el ridículo”, debatirse en la existencialidad de “Joder no sé”, destrozarse las gargantas voz en grito con “Niña de hielo” y terminar de darlo todo con “Perdona, ahora sí que sí”, “Cayetano”, “La noche de los muertos vivientes”, “Las canciones de Juanita” y su “Famoso en tres calles”, aunque ellos, a estas alturas, lo son ya en unas cuantas más.



Con un Diego, como siempre, acelerado, que no deja de correr y saltar sobre el escenario, lo difícil fue captarle con la cámara en los escasos momentos en los que se quedaba parado ante el micro y sin embargo, imposible recoger, desde la cámara, el momento en que saltó sobre el público y se metió en el último y más loco de los muchos pogos que se habían formado durante la noche a pie de escenario.



Y es que, esa juventud que se deshace con bandas como Carolina Durante, necesita de esa energía, de esa fuerza que se comparte a ambos lados del escenario y, para eso, Diego sabe bien cómo transmitir toda la locura del mundo no sólo con su lenguaje gestual, sino con la acidez de todas esas letras desencantadas con el mundo con el que les ha tocado lidiar.



Como refuerzo, un quinto “Carolina”, desde la mesa, micro en mano, haciendo los coros y disfrutando como un chaval más, que ya no serían cuatro, sino esos cinco donde Carlos Hernández Nombela no sólo maneja mandos, sino que suena, da brillo y esplendor y deja espacios para que los demás recuperen el resuello.Así es un concierto de Carlina Durante, adrenalínico, lleno de fuerza y de emoción. Así les conocimos hace unos años y así siguen. Así lo vivimos nosotros, y así se lo hemos contado.







Publicar un comentario

0 Comentarios