Que Serpiente Negra es el rara avis de la programación musical granadina es algo que no se escapa ya a casi nadie en la ciudad. No sólo por traer a todas esas bandas importantes e imprescindibles que pasan por nuestra geografía, pero no recalan directamente en los festivales, pero tienen un numeroso público, sino también por los días y horarios elegidos para cada picadura, normalmente domingos, en horario de tarde, para no coincidir con las programaciones/contraprogramaciones de esta ciudad tan prolífica musicalmente.

Esta vez, aunque normalmente nos traen una exquisita programación de rock’n’roll para sibaritas, la serpiente se retorcía sobre sí misma para romper también un poco su costumbre y regalarnos el mejor bocado para tan peculiar tardeo con el personalísimo Pablo und Destrukion en formato dúo guitarra junto al grandísimo Pablo González “Pibli” a la batería, aderezados con sampler varios lanzados por el propio Pablo. Recurso más que lícito, que para eso está la tecnología.

Aunque la crítica ‘destruktiva’ de Pablo lleva en los escenarios once años ya, no fue hasta que cierta radio nacional, de bastante repercusión musical, apostara por la Vigorexia Emocional en forma de cápsulas con “A veces la vida es hermosa” (Maxofone, 2015), el público general, incluyéndonos en él a nosotros, prestase la debida atención a este fenómeno de la crítica ácida y el inconformismo social. Una suerte de cantautor visceral que exhibe una gran acidez sin perder por ello elegancia.

Si bien, el artista asturiano, nacido en ese lluvioso Gijón que tan buenos artistas y poetas aúna en sus húmedas calles está en plena presentación de su último álbum Ultramonte (La Synthesis/ Humo internacional, 2022), no faltaron en su repertorio el ya mencionado tema procedente de aquella etapa vigoréxica, ni canciones tradicionales, estupendamente modernizadas, como “A la mar fui por naranjas”, ni ese “Gijón” donde, al igual que su paisano Rodrigo Cuevas, relata la historia de aquel Rambal, transformista que paseaba Cimavilla del que, hasta hace poco, casi no se había hablado tras su oscuro asesinato.

Escuchamos también, entre la voz de crooner contestatario y la contundencia de una batería que marcaba cada frase con fuerza, temas como “Puro y Ligero” (Predación, 2017) e incluso una toná con la que Pablo und Destruktion amenizó el momento cambio de amplificador, tras detectar que el suyo emitía un ruido de fondo que le resultaba molesto. Con la sala casi llena nuevamente, el final vino con temas tan adecuados para el cierre como “Medalla de Oro” o “El salto de Charly García”, ambos temas de este Ultramonte que está presentando y que ha tenido su presencia este fin de semana en tierras andaluzas.  

Un nuevo éxito facturado por Serpiente Negra en Planta Baja, que nos emplaza para su próximo concierto imprescindible, el domingo 26 de febrero, con O.J.O. y E.V.A., cita muy recomendada en la que, de nuevo, intentaremos acompañarles. 

Fotos: María Villa