Y es que es el duro precio que tiene la fama a pagar (ese y el tener que estar obligado a acostarte con deslumbrantes modelos, actrices y cantantes a cada cual más potente, qué se le va a hacer...)

Hace unos días se publicó una encuesta sobre Justin Bieber en la revista Vanity Fear en la que, básicamente, la opinión del público era que al chaval le espera un futuro no muy halagüeño.

Según los resultados y con un 30% de votos que apoyan esta teoría, de aquí a los 30 años Justin será adicto a las drogas y, un 18% de votantes, afirman que también rondando esa edad se le habrá acabado el chollo este de la música y que se habrá retirado por completo.

Que digo yo, ¿de verdad tenemos que esperar tanto a que esto suceda? ¡Provoquémoslo ya, en beneficio de una sociedad no borreguil en donde sólo lancen discos al mercado cantantes de verdad! ¡Tomemos las riendas de la cultura musical y empleemos nuestro dinero en grandes álbumes de artistas reconocidos! ¡Apoyemos a los verdaderos compositores y creadores para que su supervivencia nos traiga la mejor música y dejemos de lado a estos productos, estos "triunfitos" de la industria americana que son ya muñecos rotos y...

No. No, no. Mejor pasemos de las tonterías que acabo de decir, que los "músicos de verdad" están muy bien pero quién realmente nos da noticias para alimentar Alquimia Sonora es Bieber y su pandilla... Nada, no he dicho nada (ejem).