Érase una vez una cantante caída en desgracia a la que, en sus tiempos mozos, apodaron la Princesa del Pop, aunque todos en su casa a la hora de comer la llamaban Britniespirs.

Ella cantaba y cantaba,
ella reía y reía,
y, sin saber muy bien como,
todo se fue al carajo un día.

Hablaba de fantasmadas
por la noche y por el día,
y luego la criticaban,
que si no bailaba la tía.

Siguendo con nuestro bello cuento, parece ser que la Princesa Britniespir estaba tranquilamente trabajando en un nuevo álbum musical en su palacio de cristal cuando, oh, milagros de la vida moderna, alguien le hizo llegar un retrato fotográfico muy particular.

De un Mendigo se trataba
el que en la "afoto" salía,
y se ve que el tío llevaba
un mensaje pa su diva.

"Quiero el CD de la Britni",
en el cartel se leía,
"aquél que me lo consiga,
que Dios santo le bendiga".

Nuestra dulce princesita no vaciló ni un instante ya que, conmovida por sus palabras, se puso inmediatamente en su búsqueda. En su propio espacio virtual, de esos tan de moda ahora, Britniespirs publico la foto del mendigo en cuestión y escribió a sus fanes todita ella emocionada: "Si alguien puede encontrar a este hombre... Tengo un paquete con toda mi discografía y su nombre escrito en él".

A lo que desde el reino de Alquimia Sonora respondemos: Princesa Britniespirs, hija, que el detalle está mu bien y tal pero, sospechamos no sé muy bien por qué, que por mucho CD que le regales el mendigo seguirá siendo mendigo. A no ser, pienso, que dentro del paquete acompañe a la discografía un traje de Armani, un contrato laboral indefinido y un puñao de billeticos de dólares pa que empiece el mes bien, el pobre hombre...