Mis disculpas. Me recomendaron a este chico rubio de la chaqueta con escorpión a la espalda, (que a ver si la lava, porque parece que no se la haya quitado nunca), para traerme, pero es demasiado eficiente. Está claro que español no es.
Hoy voy a hablar brevemente de Drive. Una de las películas sorpresa del año pasado con una banda sonora bastante peculiar. El score de Cliff Martinez parece mezclar sonidos oníricos con algún que otro detalle ochentero, que me resulta complicado analizar, porque fuera del contexto del film no me resulta muy propensa a la escucha. Es uno de esos que se sale de lo común y funciona bien dentro, pero no tanto fuera. De todos modos os dejo una muestra para que os hagáis una idea.
Sin embargo, de lo que quiero hablar es de la parte de los grupos y canciones elegidas para acompañar y fomentar ese sabor añejo de hace tres décadas. Concretamente tres de las cinco canciones originales del disco se ciñen a ello y me han gustado:
El primero se trata de Nightcall, de Kavinsky (feat Lovefoxxx).
Después tenéis A Real Hero de la mano de College (feat Electric Youth).
Y por último Under your Spell, por Desire, que podéis disfrutar acompañada de imágenes de la película al final de la reseña.
Los tres son temas lentos, a juego con la peli, con sonidos de referencia ochenteros, pero también otros más actuales. Una combinación muy curiosa capaz de transportarnos, al menos a los que crecimos por aquel entonces, a la década de nuestra niñez sin que pertenezcan a la misma. Eso es algo que, cuanto menos, llama la atención.
Así que os recomiendo las canciones, la película y su score durante el visionado. Eso sí, todo es muy lento… ¡No como tú chófer! ¡Andando! Y esta vez no pares hasta que sea Lunes por lo menos, ¿queda claro?
Alquímicas conducciones.
3 Comentarios
Me gusto la peli...y nada mas empezar le dije a mi chico: nene sabes que voy a bajarme todo el B.S.O. jajaj
ResponderEliminarlas canciones si son dignas de ser escuchadas fuera de la pelicula
ResponderEliminarPero si es nuestro Anónimo preferido y yo sin enterarme. Pasa miniño, pasa, como si estuvieses en tu casa. Ahora acércate a esa pizarra y escribe: la palabra propensa y la palabra digna no significan los mismo, la palabra propensa y la palabra digna no significan los mismo, ... venga, así, muy bien. Y no te despegues de la pizarra hasta que te sangren los dedos o se gaste la tiza. No te preocupes por lo segundo, tenemos de sobra en la redacción.
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