Silva Screen Records, 1979.
La redacción de Alquimia está en silencio. Una ligera brisa que no sabemos de dónde viene mueve los papeles en las mesas de los redactores. Las luces fluorescentes parpadean, clamando por un cambio de tubo desde hace meses. Una puerta llama la atención sobre las demás, más que nada porque las demás son la del baño compartido lleno de moscas.
Nos adentramos en un despacho amplio, con ventanas enormes, aire acondicionado, spa, LED de 50 pulgadas, home cinema, nevera, baño propio, una cama, un escritorio, un sillón de lujo... y en una esquina, una cámara criogénica. Dentro está la criatura más terrorífica que ha conocido nuestro universo, en estado letárgico, esperando su momento. De repente se abre la cámara lentamente, con un siseo. Se percibe moviento en su interior, una mano asoma por la abertura, luego una pierna... pero no sigo mirando, no puedo, el terror me atenaza. Me escondo tras la estatua tamaño natural de Han Solo congelado en carbonita. Desde allí tiemblo de terror observando a la criatura, que ya ha salido de su hyper siesta. De repente, como si me sintiera, se gira hacia mí. Me mira como estudiándome, con esos ojos llenos de legañas. Ladea un poco la cabeza mientras saca lentalmente el látigo. Ya no puedo huir, todo está perdido. Abre su boca y de su interior sale el sonido más acojonante que el oído humano halla escuchado jamás: Trepamurosssss, ¿¡¡!¡dónde co** está tu artículo de esta semana!!?
A escasos 17 días del estreno de Prometheus... en todo el mundo menos en España y otro par de países, que no la veremos hasta Agosto, (si es que no nos hemos enterado ya de media película por internet), ha llegado el momento de hablar de uno de los scores más célebres de Jerry Goldsmith.
Lo sé, lo sé, estoy de un original que lo bordo últimamente, ¿a que sí?. Esto de que vayan a estrenar precuelas, secuelas y derivados es fuente infinita de inspiración para nuevos artículos.
Alien supuso una de las películas más terroríficas que ha parido la ciencia ficción a lo largo de su historia. Y si Ridley Scott tiene su mérito, no menos lo tuvo el fallecido compositor.
Alien es un score inhumano, lleno de sonidos perturbadores, alienígenas, creando una sensación totalmente ajena a la familiaridad de cualquier obra común. Incluso los temás más comunes del disco están llenos de tensión, no dejando al oído ningún motivo para transmitir tranquilidad al cerebro.
Abrochaos los cinturones, pues vamos a tomar tierra en LV-426, comúnmente conocido como Acheron:
El Main Title, que también es el End Title, comienza con un "afinamiento" de instrumentos de cuerda. Luego una trompeta emite una melodía triste, que se deja acompañar por los cada vez más estridentes sonidos de cuerda, llegando estos a sustituir al trompeteo. El tema acaba con un sonido percusivo que yo llamo de reloj; acompasado, maracando un ritmo, acompañado por un par de notas de clarinete o flauta.
De nuevo en The Landing, escuchamos el mismo tema, con un juego de sonidos de cuerda in crescendo, dándole paso a un mayor protagonisto a los instrumentos de viento en una cuenta atrás tensa hasta el final.
The Terrain es un conjunto de graves acompañados por otra serie de notas cortas acompasadas, con ese toque de misterio y tensión que caracteriza al disco, acentuado por otro sonido agudo del cual no consigo adivinar la instrumentación que lo componen.
The Skeleton es una de las piezas que más juega con los sonidos alienígenas, sobre todo al inicio, con golpes de sonido chirriantes y uno en particular que se cruza con la melodía, más grave, como un eco que se pierde en la distancia.
Con Here Kitty, (no confundir con Hello Kitty, aunque también sea un gato), escuchamos una melodía misteriosa, llena de subidas y bajadas de tensión, que desemboca en el primer ataque del Xenoformo, con ese extraño sonido a "rayo láser" que lo anuncia y unas notas que recuerdan ligeramente a las de Tiburón de John Williams.
Finalmente: The Cupboard, Parker's Death, Sleepy Alien y Out The Door juegan con el mismo tipo de sonidos, se podría decir que son versiones de un mismo tema con algunas variaciones. Son temas acelerados, tensos, de acción, pero de una acción desenfrenada, caótica, terrorífica...
En definitiva, este disco es un xenoformo musical de considerable calidad, lleno matices. Muy recomendable y doblemente disfrutable si escucháis el score completo.
Y, aunque no sea de ámbito estrictamente musical, sí que se puede comentar que, en la escena de los huevos, se usaron el equipo de lásers y humo del grupo británico The Who, que andaba por aquel entonces probándolo en otro set cercano al estudio.
Yo me despido hasta la próxima, si es que consigo quitarme el parásito que llevo dentro, que me ha hecho tragar Anlien como castigo, antes de que me reviente el pecho y me quite el puesto.
Xenomórficos y viscosos saludos.
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