“Ese es uno de los conciertos que iría a ver de la Feria de Julio”, nos comentaba una amiga vía Facebook hace unos días. Quizás nos solo por la expectación que trae consigo un apellido como el de Blades, sino por la lección de compromiso social y sentimental que araña en cada uno de sus poemas musicados. Bajo el título de su (extensísima) gira por Europa, “Cantos y Cuentos Urbanos”, ya podíamos predecir qué encontraríamos en esta cita en los Conciertos de Viveros, título al que apostillaríamos también “...y viscerales...”. Porque bajo el vestido de gala de color salsa se esconde la esencia de lo vivido por el panameño lejos de pedanterías y ataques altaneros. Ese tipo normal de un barrio normal que vivió una vida normal... esos retales de sus 64 años cumplidos esta misma noche son los que nos remendó uno a uno a base de dignidad.
Blades ha sobrevivido a dictaduras como la de Noriega, a asesinatos de compañeros como el de Facundo Cabral hace solo unos días, a los prejuicios con-contra la salsa, a censuras (como con “Decisiones”, censurada en 1984) y a su propia pluma desenfundada y dispuesta a arremeter con poesía y lirismo contra todo lo acometible. Junto a él, el lujo sonoro de la percusión o de los metales llegados también desde Panamá con La Orquesta de Roberto Delgado, la banda que acompaña a Blades en estos “Cantos y Cuentos Urbanos”. El tándem idóneo para adentrarse sin medias tintas en la trastienda cultural, política y sonora de latinoamérica.

Haciendo gala de esa “dignidad” que defendería a lo largo de 2 horas y media de concierto, Rubén Blades agradeció a los presentes su confianza y que pagaran para dar de comer a ese puñado de músicos sabiendo cuál es la situación. Y con ese disparo certero a las conciencias y corazones de cada uno arrancó “La rosa de los vientos” que guiaría su viaje a lo largo de la noche.
Un viaje en el que el ritmo, la política, los cambios sociales, la autoridad, la historia, los abusos, la economía, etc... tuvieron un lugar de excepción, como en realidad siempre lo han tenido en la obra del panameño. Desde recordar el cáncer de su madre con “Amor y control” o denunciar el imperialismo en latinoamérica con “Tiburón”, a recordar el Apartheid con “Muévete” o criticar el consumo de drogas en “Caína”.

En el catálogo de recuerdos vividos, de amigos perdidos, de vidas contadas y de reivindicaciones sociales, Rubén Blades dejó de lado algunos de los temas que más pidió el público, como ese “Desapariciones” o la mención que no hizo con el tema “Todos vuelven” y que ya dedicó hace unos días al cantautor argentino Facundo Cabral, asesinado por unos sicarios en Guatemala hace menos de una semana.
Uno de los momentos más emotivos de su paso por Valencia fue sin duda la llegada de “El Padre Antonio y el Monaguillo Andrés”, en la que aparecieron de repente Víctor Jara y Arnulfo Romero y un Iniesta que compartía verso con Pelé. Ese “matan a la gente pero no a las ideas” devolvió esa fuerza idealista a los presentes, y recalcó los casos de Pinochet y Videla. Esos golpes de efectismo social y político que podrían haber embravecido al público asistente pero que, sin embargo, se mostró más entregado a sus ritmos salseros y a los bailes, ya fuera en pareja o en solitario. Personalmente nos gustó la mención que hizo al recordar su trabajo para la Faina (antes de entrar en disputas en los tribunales), que era, para que nos entendamos, la Motown del Caribe.
Ritmos de salsa que la Orquesta de Roberto Delgado se encargó de confeccionar con todo ese sonido brillante de los 4 trombones, las 2 trompetas, los 2 teclados, los 4 percusionistas y el bajo del propio director de la orquesta, Roberto Delgado. Salsa desde la primera canción hasta que acabó el “Muévete” final pero que en algunos capítulos de las historias contadas de Blades coqueteaban con ritmos como la batucada en la percusión inicial de “María Lionza”.
Rubén Blades terminó de condimentar su salsa de domingo, como si de una cena de gala se tratara, con la indispensable “Pedro Navaja”. Esa copa de vino añejo que todos esperaban con la tranquilidad que da el saber que no podría quedarse fuera de su setlist. La versión caribeña del texto de Bertold Brecht que conocimos modo swing on como “Mack de Knife” y que, con bongos, el revólver del 38 y ese diente de oro que alumbra la noche, presagiaba la despedida del concierto con guiños sonoros al Robbins y Wise más “Shakespearianos” y a la tómbola de Algueró.
Tras los bises, entre los que sonó “Patria” o “Muévete”, un reprise final por parte de la Orquesta de Roberto Delgado en el que demostraron que el ritmo se lleva en las venas y que la sombra de grandes nombres de la salsa sigue presente en los músicos actuales, como Tito Puente. Y volviendo a la historia-drama de “Pedro Navaja”, al igual que la vida, en este caso fueron los Conciertos de Viveros los que “...dieron sorpresas...” en la recta final de la Feria de Julio. Sorpresas con el tema que recuperaremos de su paso por los Jardines de Viveros, “Ligia Elena”.
Rubén Blades: “Ligia Elena” (Jardines de Viveros. Valencia 15-07-12)
Rubén Blades en los Conciertos de Viveros
Rubén Blades: "Ligia Elena"
Rubén Blades: "Caína"
Rubén Blades: "Amor y control"
Rubén Blades: "Plástico"
Rubén Blades: "Pedro Navaja"
Setlist Rubén Blades:
01. La rosa de los vientos
02. Las calles
03. Decisiones
04. Pablo Pueblo
05. Ligia Elena
06. Caína
07. Amor y control
08. Todos vuelven
10. Plástico
11. Juan Pachanga
12. Tiburón
14. María Lionza
15. Pedro Navaja
16. Patria
18. Muévete
Más info:
Próximos Conciertos Feria de Julio:
Venta de entradas:
Próximos conciertos Rubén Blades:
22 Julio – Caracas
26 Julio – Madrid (Madrid Arena)
27 Julio – Barcelona (La Farga d'Hospitalet)
28 Julio – Cádiz (Muelle de Cádiz)
03 Agosto – Berlín (Alemania)
04 Agosto – Malmö (Suecia)
09 Agosto – Marciac (Fracia)
10 Agosto – Oslo (Noruega)
11 Agosto – Estocolmo (Suecia)
15 Agosto – Los Ángeles (EEUU)
1 Comentarios
Peaso crónica ... Gracias :-)
ResponderEliminarRuben Blades, ... PRESENTE !
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