Somrice + Blue Dots. Sala Matisse. Valencia,
29 – 6 – 2013
Danzad, danzad,
malditos. Ése, además del título de una famosa película de
finales de los años 60, era el lema escogido para la noche de ayer
en la Sala Matisse
(por mi parte, casi que prefiero no bailar, salvo que quien me lo
pida valga realmente la pena el ridículo de hacerlo). No era la
única referencia al pasado ayer: tanto Blue Dots comoSomrice
(y podríamos extenderlos a Los
Flintsouls, que pincharon temazos de
décadas pretéritas durante toda la noche) se reflejaban en el
espejo de los 70, sin ira, por supuesto, pero tampoco sin asomo de
nostalgia.
Blue Dots
y Somrice
parten, en verdad, de propuestas parecidas: homenaje al soul y al
funky setentero (más variado y completo el repertorio en el caso deBlue Dots,
con toques dance y alguno levemente reggae en el de Somrice),
del que, sin duda, son auténticos conocedores, rendidos admiradores
y buenos alumnos (mucho más que yo, de hecho: la experta en el
género en Alquimia Sonora
es Amalia,
en verdad), tienen dos cantantes que rivalizan en simpatía,
perfectas voces (todavía más elaborada, si eso es posible, la de Somrice)
y, hasta me atrevería a decirlo, bailan parecido, más allá del
carácter monumental de la cantante de Blue Dots o el diminuto tamaño de la de
Somrice,
tienen miembros en el grupo caracterizados por cierta excentricidad
en su atuendo (el guitarrista deBlue Dots, siempre, sea cual sea el grupo en
el que toca – también milita, por ejemplo, en The Sanford Alligator Band, pegado a sus
gafas de sol y a su traje y corbata de color chillón; el teclista de
Somrice,
aunque, hay que reconocerlo, éste estaba más comedido que en otros
directos de la banda a los que he acudido, donde se descolgaba
siempre con su canción homenaje a los calvos), y, sobre todo, las
ansias de, pues eso, hacer bailar al respetable.
Blue Dots,
que está preparando su nuevo disco (del que presentaron en directo
un maravilloso avance, una pieza de puro garage, y, posiblemente, la
mejor canción de la noche), como decíamos, tiene un repertorio
bastante amplio, con referencias al pop-rock indie. Ayer, quizás por
lo “temático” de la noche, se centraron más en el puro soul,
guitarrero a tope, eso sí, en el que no dejaron ni un segundo para
el aburrimiento. Ya sé que no se trata de comparar ni tonterías
así, y puede que sea simplemente porque mis afinidades y gustos van
más por su lado, pero si tuviera que quedarme con un grupo anoche,
Blue Dots,
sería, sin dudas, mi elección.
Pero ese paso
adelante inane que acabo de dar no me impide reconocer los logros de
Somrice
(que ayer presentaban su nuevo ep, BlackTo Red) y su soul elegante. Comandados
por su cantante, ya sea enfundada en plumas rojas o tras un antifaz,
en ningún momento disgustan, y la diversión es imposible de no obtener. Los he visto ya tres veces (una en el Concurso
Pop-Rock de la Cárcel, que creo
recordar que acabaron entre los tres primeros... si es que a alguien
le importaron los resultados aquellos dos días; y una segunda, me parece que en El Loco Club),
y siempre me han resultado extremadamente entretenidos. Lo que pasa
(quizás sea culpa mía, porque sus fans se cuentan por numerosas
decenas, que siempre abarrotan y disfrutan sus actuaciones) es que nunca me
acaban de llegar/llenar totalmente. Las letras, en si, me parecen algo convencionales (algo
totalmente entendible teniendo en cuenta el género que transitan,
normalmente tan directo a los pies), pero, anoche, se despidieron con
una canción inédita, que se transformó, más allá de sus pequeños
y, a la postre, perdonables defectos (y sus dos versiones, algo flojas, tanto de
Morcheeba
como de Amy Winehouse...
algo extendible, en mi opinión personal e intransferible, a los ya
dudosos originales), en una conclusión esperanzadora para el futuro
de la banda, un grupo que está creciendo estilísticamente poco a poco, directo a directo, dejando de lado, quizás únicamente sobre el escenario, un poco del humor levemente gamberrete de otrora.
Acabo de terminar de leer este artículo, de ver los vídeos y las fotos que, por cierto, me han encantado. Yo también estuve allí y, con toda razón, no defraudaron. No obstante, se me ha hecho complicado seguir la crítica a ambos grupos. En mi opinión hay demasiados paréntesis (no olvidemos que son para aclarar texto y que deben utilizarse siempre que el texto quede igual tras obviarlos), sobran comas y faltan puntos. Es increíble que no me ahogue al leer un párrafo de 14 líneas sin un sólo punto. En serio, intenta leerlo en voz alta.
Respecto al concierto, te agradezco tu franqueza al informar de que tus gustos musicales se acercan más a Blue Dots. "No se trata de comparar, ni tonterías así", pero respecto a las cantantes he de mostrarme en desacuerdo contigo: sí, increíbles voces, ambas, y repletas de simpatía, independientemente del tamaño, que al parecer, es lo suficientemente importante como para sacarlo a colación. No obstante, a Martina Sunrise, la vi más dinámica y segura en el escenario. Quizá sus letras sean algo convencionales, pero la puesta en escena fue más sorprendente o inesperada, en el caso de Somrice que en Blue Dots. Creo que se notan las diferentes experiencias que han vivido. Sospecho, de cualquier modo, que en gustos musicales no coincido con el autor del artículo. Puedo extenderme hablando del resto de los componentes del ambos grupos, pero dado que sólo se habla de sus estilismos, me quedaré aquí. Sólo puedo añadir, por el bien de vuestros fieles lectores y nuestra salud, que cuidéis el estilo.
Acabo de terminar de leer este artículo, de ver los vídeos y las fotos que, por cierto, me han encantado. Yo también estuve allí y, con toda razón, no defraudaron.
ResponderEliminarNo obstante, se me ha hecho complicado seguir la crítica a ambos grupos. En mi opinión hay demasiados paréntesis (no olvidemos que son para aclarar texto y que deben utilizarse siempre que el texto quede igual tras obviarlos), sobran comas y faltan puntos. Es increíble que no me ahogue al leer un párrafo de 14 líneas sin un sólo punto. En serio, intenta leerlo en voz alta.
Respecto al concierto, te agradezco tu franqueza al informar de que tus gustos musicales se acercan más a Blue Dots. "No se trata de comparar, ni tonterías así", pero respecto a las cantantes he de mostrarme en desacuerdo contigo: sí, increíbles voces, ambas, y repletas de simpatía, independientemente del tamaño, que al parecer, es lo suficientemente importante como para sacarlo a colación.
No obstante, a Martina Sunrise, la vi más dinámica y segura en el escenario. Quizá sus letras sean algo convencionales, pero la puesta en escena fue más sorprendente o inesperada, en el caso de Somrice que en Blue Dots. Creo que se notan las diferentes experiencias que han vivido.
Sospecho, de cualquier modo, que en gustos musicales no coincido con el autor del artículo. Puedo extenderme hablando del resto de los componentes del ambos grupos, pero dado que sólo se habla de sus estilismos, me quedaré aquí.
Sólo puedo añadir, por el bien de vuestros fieles lectores y nuestra salud, que cuidéis el estilo.
Un saludo