Kitty, Daisy & Lewis + Gilbertástico – La Rambleta. Valencia 24-11-15.

Sin revisitar a los clásicos, los Durham presentaban los temas de “Third” a golpe de groove: los hermanos se abren camino por donde les da la gana.

Hermanos, Kitty, Daisy & Lewis, pero sin dejar atrás a sus progenitores: Graeme Durham e Ingrid Weiss. La familia de gira y pateando cada uno de los 12 temas que confirman su tercer trabajo. Cortes bastardos que coquetean con el pop, con el funk, el soul… dejando atrás el purismo rockabilly de aquel primer homónimo trabajo de gramola y cigarro de 2008. Una evolución en su sonido que prometía, quizás, algo más. Pero tendríamos que esperar a que pisaran el escenario del Ram Club (La Rambleta) para comprobarlo. Un martes sorprendentemente agradecido para sacar a la gente de sus casas y alejarlos del tripartito sofá-manta-tele pero que disfrutaron todos los presentes desde ese “Bitchin’ in the Kitchen” con wah wah incluido hasta el alarde de genialidad modo jam session on.

Pero antes de que los Durham dejaran que “el tercero” se amotinara en el Ram Club, Gilbertástico fue el encargado del recibimiento musical, y junto a él Antonio José Iglesias a la percusión. Si a priori no nos parecía la mejor elección para maridar el primer plato de esta cena de martes, lo cierto es que Gilberto Aubán sabe cómo condimentar melodía, lirismo y sentido del humor a partes iguales. Teclado y batería (varias tallas más pequeña de lo que estamos acostumbrados a ver) para desarrollar un pequeño setlist que picaría por todos los trabajos anteriores de Gilbertástico: temas que discurrieron desde “Huesos sonrientes” a “Un nombre vasco” pasando por “Planteando” o “Ballenas & venganza”. Efectista recorrido por ritmos que podían detenerse en el reggae, en el rockabilly, pintar siluetas orientales en ese “La elegancia es un factor” (sonrisa asegurada siempre con el verso “...follar con calcetines tiene ventajas...”) o rememorar a Bryan Adams en la intro de “Un nombre vasco”. Corto pero certero paso por La Rambleta aunque el público todavía no llenara la sala como pasaría minutos más tarde.

Los Durham aparecerían con esa evolución que es “Thrid”. Musicalmente pero también en cuanto a su puesta en escena, algo que no escapó a los presentes. “¿Te acuerdas de cómo vestían cuando les vimos en el Loco?” escuchamos preguntar a nuestras espaldas. Aquello fue allá por 2010, y en estos 5 años “Third” es el ejemplo de que aquel rockabilly añejo y de aguja de tocadiscos desgastada ha desembocado distintos deltas. El primero, en los colores (y texturas) de Kitty y Daisy, que impregnarían cortes como el que abrió la noche, “Bitchin' in the kitchen” y el propio Ram Club; Lewis, más clásico, combinaría perfectamente con temas como “It ain’t your business” o “Baby bye bye”.

Multi-instrumentalistas y en rotación constante. Kitty (voz, armónica, guitarra, batería, banjo), Daisy (batería, voz, teclado) y Lewis (guitarra, voz, teclado, batería) brillarían igualmente sustituyeran a quien sustituyeran. Junto a ellos, en la retaguardia, Graeme Durham a las guitarras y pequeña percusión e Ingrid Weiss con el bajo y el contrabajo. Brillantes en cuanto a ejecución y mucho más “sueltos” que en aquella ocasión que rememoraba uno de los asistentes. Y es que en este tiempo no solo han ganado en confianza y destreza, sino en quererse sobre el escenario y en hacerse querer, comunicar con los presentes y salvar las distancias que entonces denotaban una juventud que podría remontarse.

La familia Durham además invitó en esta gira al trompetista Eddie “Tan Tan” Thornton, que desató la entrega de los presentes desde que sonaran los primeros acordes de “Turkish delight”. “Whenever you see me” y “Good looking woman” también jugaron con la trompeta de Thornton, dejando en este último tema uno de los momentos más “jazzies” de la noche. Y es que a medida que el setlist que tenían preparado iba desvelando sus temas, ese ambiente jazz de jam y de “improvisación” parecía que iba tomando el show.

Momentos a destacar además del toque del metal de Thornton: el slap de Kitty a la guitarra en “No action”. Si antes comentábamos que este “Third” vaga por otros recovecos, el toque setentero está más que presente. El wah wah, el slap o la propia ropa de Kitty y Daisy. Espectacular, en toco caso, el dominio que tanto Kitty como Lewis tienen de las 6 cuerdas. Destacar también el juego que daba a la batería Daisy o la armónica incisiva de Kitty. Rotaciones, rotaciones, rotaciones... Eso sí, los progenitores, Graeme e Ingrid, en un segundo plano manteniendo ese groove que iba in crescendo.

Evolución evidente y arrolladora la de Kitty, Daisy and Lewis. Si a estas edades (los tres están en la veintena) son capaces de atesorar un conocimiento y dominio musical y estilístico, ¿qué nos depararán en el futuro?. Nosotros nos quedamos con el segundo tema de los ingleses. Con este “Feeling of wonder” que prácticamente abría su paso por La Rambleta.