El pasado fin de semana se celebró la doceava edición del Pulpop Festival de Roquetas de Mar (Almería). Dos jornadas que recogieron las actuaciones de bandas nacionales Triángulo de Amor Bizarro, Sidonie, La Habitación Roja, Viva Suecia y Toulouse junto a las locales Nixon y Fumangie.
En un país dónde la música en directo se ve castigada durante el resto del año en el circuito de salas, el entramado que gira en torno a la industria musical solo le queda buscar refugio en los festivales de verano. Como una plaga, se extienden a lo largo y ancho de nuestro país, llegando casi al extremo de una saturación desmedida; esa burbuja festivalera a la que muchos le vaticinan un deshinche en un futuro muy próximo. Una mina de oro para promotores que han querido repetir una y otra vez la misma fórmula universal para llegar al éxito en su negocio. Dentro de este complejo maremágnum, quedarían al margen los festivales que arriesgan guiándose más por un criterio de calidad (véase el Vida Festival) y esos que aún conservan su carácter gratuito (Aspe Suena, FRA...). El Pulpop Festival lleva ya doce años apostando para que la localidad de Roquetas de Mar tenga su propio festival.

La actuación de Nixon era una de las más esperadas, un directo que albergó cientos de sentimientos por la banda local con más proyección del momento. Sus avances siguen sin tener límite en un proceso lento pero seguro que esperemos que algún día les sitúe en el éxito masivo que bien merecen. Las canciones de "El último fuego" sonaron en casa más emotivas que nunca. Su directo fue impecable, sin fisuras y voló en altas esferas; atmósferas envolventes, matices sonoros de refinado gusto, una robusta base rítmica y la potente voz de Alejandro, fueron responsables de dejar testimonio de unas composiciones de alta calidad.
A continuación Triángulo de Amor Bizarro, se encargaron una vez más de subir las revoluciones (y el volumen) con el único objetivo de arrollar al respetable al éxtasis atronador; disparos certeros hacia polos oscuros e hipnóticos que destripan la esencia del punk bajo el halo de una personalidad descomunal. Isa Cea (voz, bajo), Rodrigo Camaño (voz, guitarra), Rafael Mallo (batería) y Zippo (guitarra, teclados), dejaron patente de la solidez y potencia que poseen como banda, presentando cortes de su último trabajo "Salve Discordia" y rescatando piezas vitales de su carrera como "Robo tu tiempo", "De la monarquía a la criptocracia" o "El crimen: cómo ocurre como remediarlo". Un esplendoroso cierre para la primera jornada que destapó toda la energía comedida del público hasta el momento.

La conexión del Pulpop con tierras vecinas siempre ha unido estrechos lazos con Murcia y Granada. Para esta edición no olvidaron la filosofía marcada desde sus inicios trayendo a Viva Suecia y Toulouse; dándoles presencia en el cartel. Bandas con cierto despunte en sus carreras pero que siguen necesitando de estas concesiones para seguir creciendo. Desde Granada una de las bandas que siguen la estela de la escuela pop granadina nos dejaron uno de los directos más emotivos del festival. Con la sencillez como arma, supieron emprender un directo solvente y desgarrador. Su contundencia instrumental protagonizada por su juego de guitarras y letras directas nos envolvieron en atmósferas eléctricas e íntimas. Su potente sonido explosionó en temas como "Ceniza", "El príncipe & la corista" o "La Isla", melodías cuidadas con una base sólida que dejaron un soplo de aire fresco indispensable para dar paso a los murcianos Viva Suecia.

Los murcianos en su rueda de prensa dieron alguna pincelada de por dónde se dirige su sonido; influencias del post-rock o bandas como The National, McEnroe o Standstill, fueron algunas claves desveladas. Su paso por el festival supuso un viaje con parada en parajes que se dibujaron con contrastes de calma y tempestad sonora. Un brillante juego de cambios de intensidad con la base de la experimentación del post-rock y el estallido sonoro del shoegaze, cabezas visibles de un alma profunda y atractiva. Una buena dosis de emoción y belleza la que ofrecieron con su directo.

Sidonie dieron paso a la bacanal final de la noche con el directo más divertido y descarado del festival. Los barceloneses, aunque llevan tiempo repitiendo un show similar y recorriendo el circuito de festivales, son garantía de profesionalidad, disfrute sobre las tablas y fe absoluta en su trabajo. Una banda capaz de desgranar las delicadas atmósferas hedonistas y afrancesadas de “Costa Azul” y jugar con referencias cinéfilas o de la cultura popular (guiños que vuelven a utilizar en su provecho en “Sierra y Canadá”, su último trabajo). Aun con altibajos compositivos o discos menos consistentes dentro de su carrera, son el equilibrio perfecto entre el tono festivo y el oficio de contar historias. Comenzar el concierto con “Costa Azul” y “Fascinado” puede asemejar quemar cartuchos demasiado pronto para el público nostálgico de su primera época, pero son la apuesta segura en el setlist de cualquier concierto de Sidonie, como la corta aproximación al “Costa Azul” (qué bien sigue sonando “Los Olvidados”,,,). Himnos para el público, como la desnuda “En mi garganta”, “Por ti”, u otros más recientes como “Un día de mierda”, que Marc cantó llevado a hombros entre el público, pusieron el contrapunto a las guitarras de “El bosque” (con la colaboración de José de LHR a la percusión) o “El incendio”.
Pulpop festival, es ejemplo de perseverancia, honestidad y buen hacer. Desde hace ya unos cuantos años, son punto de mira en Andalucía (y fuera de esta) en el mapa festivalero de nuestro país. Sobrevivir a más de una década de existencia no es tarea fácil. En esta edición han conseguido reunir a más de 5.000 asistentes para seguir sumando la valía de su propuesta.
Texto: María Carbonell y Susana Godoy
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Pulpop Festival
Sonograma
Stone Pillow
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