La primera vez que vi a Furia Trinidad (entonces Furia, a secas), en el SMS de Málaga, me quedó claro que estaba ante uno de esos fenómenos musicales, únicos e irrepetibles que te encuentras muy de vez en cuando y te convencen a primera escucha. Aquel día no fue el sonido (que en su caso fallaba constantemente) sino la actitud. Una actitud que les distingue y se ha convertido en un sello, una firma con la que rubricar sus actuaciones.

Sobre el potente tándem Nur Wong -Goli Supersummer (voces y guitarras ambos), el resto de la banda, Daniel Escortel al bajo y Alberto Moreno a la batería,  no desmerece a la hora de presentarse en directo. Pero claro, ante unos front con tanta personalidad, lo difícil es perder de vista a alguno de ellos. Un ying-yang cargado de energía se perfila en el escenario en cuanto salen a escena.


Impacta la fuerte contraposición de la serena sobriedad de Nur frente al desenfreno y la locura de Goli, a quien puedes ver sobre el escenario, sobre la barra, reptando en el suelo entre el público, saltando sobre la batería o convulsionando en un rincón de la sala, cual poseso.

Una locura estudiada al milímetro, un show que potencia y resalta unas composiciones duras, ácidas, directas como puñetazos en mitad de la cara. Para que no te quedes quieto, buscando que reacciones. Para que te metas de lleno en un paraje árido, desértico y mires de reojo, por si en algún momento todo lo que ocurre ante ti forme parte del guión de una película de Tarantino, un “abierto hasta el amanecer” made in Puerto de Santa María.


Tras un exitoso primer disco,  “Listen to Phenomenal Western Rock Combo” (2014), con el que han girado dentro y fuera de nuestras fronteras, este verano entraron en los estudios de Paco Loco para grabar el LP que presentan en estos momentos “She and the Sunshine” (2016), un disco que podríamos llamar más maduro, aunque la denominación sería injusta teniendo en cuenta que, como banda, alcanzaron la madurez musical ya desde su primer trabajo.

Con este último se subieron el viernes al escenario de La Sala, de nuevo a golpe de tacón y con verdaderos trallazos musicales, riff demoledores y  esa fuerza escénica que les caracteriza. Lo hicieron presentando su última referencia, pero sin dejar atrás los temas que han sido claves en el proceso de darse a conocer, quizás porque con ellos rompían la monotonía reinante entre algunas de las bandas más punteras, para situarse en un cara a cara frente a lo más reseñable del panorama nacional con un rock fronterizo que no deja a nadie indiferente.


Entre ellos, “Shake it”, “Pushloop”, “Money” o “I’m a man”, imprescindibles ya entre sus temas en directo y fácilmente intercalables con los del nuevo disco, como el que da nombre al mismo o “Isla de la Reunión”, en el que muestran la influencia de su paso por esa isla el pasado año durante su gira.

Y reptando, saltando, contorsionando y gritando, un concierto de algo más de una hora, precedido por la estupenda voz de Alice Wonder, como invitada, transcurría una noche en la que la banda convenció de lleno a los que aún no habían tenido oportunidad de verlos y al resto nos hacía ratificarnos en que hace tiempo hacía falta un grupo que actuase como revulsivo ante la homogenización imperante en los escenarios. Y mira tú por dónde, producto andaluz, desde el Puerto. Ahí es ná!

Crónica: María Villa
Fotos: PerseFone

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