Sorprendieron, por su juventud y seguridad, en la
presentación de la banda, en abril de 2016, cuando ningún miembro del grupo
había cumplido la mayoría de edad y ya tenían un buen puñado de temas a
presentar. Temas que han ido evolucionando y creciendo con ellos y que se
materializaron en un primer ep “astro rutina” (La factoría del ruido, 2016) que
también fue un éxito en su presentación en noviembre de ese mismo año. Un mes
atrás se hicieron con el segundo premio del RecPlay-Otoño en Verso de
Diputación de Granada y mientras presentaban ese primer trabajo entraron a
grabar un segundo ep “Crónicas de invierno”, que sólo vio la luz en edición
limitada a cincuenta copias, por lo que, “Discurso
de astronautas” (Parra Music, 2017) es realmente su segundo trabajo, aunque
suponga su tercera incursión en estudio.
Con ese álbum precisamente y tras un cambio de formación en
la banda, que inicialmente se formó desde el núcleo Fernando Cuesta (voz,
ukelele y acústica) y Víctor Alonso (guitarra eléctrica) la banda coge impulso
y presenta “Discurso de astronautas” en
un Planta Baja lleno de jóvenes
dispuestos a bailar y pasar un buen rato con estos jóvenes granadinos que en
menos de dos años han dado nada menos que cincuenta conciertos, algunos de
ellos en esa misma sala como teloneros de bandas como Kokoscha y
participando en algunos pequeños festivales no sólo de Granada sino de otras
provincias.
En ese tiempo, ser semifinalistas de Pulpop’17 y finalistas
de Indio Rock’17 y Málaga Crea Rock’17 han sido hitos importantes sobre los que
ha ido asentándose una banda que, a pesar de la poca edad de sus miembros, han
demostrado una creatividad y originalidad de la que no muchas bandas hacen
gala.
Y, llegado el día de la puesta de largo del disco, una
presentación es el día en el que un grupo puede hacer todo lo que realmente le
apetece y para ello, Vita Insomne, que en esta gira nos han acostumbrado a su
imagen setentera de chaquetas multicolor (diseño de Claudina Mata), saltaron al
escenario tras una intro que simulaba el despegue de un cohete y que daba
espacio a la colocación de los músicos en el escenario para, inmediatamente,
arrancarse con una intro atmosférica y envolvente preludio de su “Crónicas”,
uno de los temas que más cambios y evolución ha registrado en este camino tan
cósmico que emprendieron desde “astro rutina”.
Un setlist que sólo necesitó de una versión, de las más
reclamadas siempre por el público, el “Metralleta Joe” de Ángel Stanich en el
que Axel, uno de los miembros de su staff se subió junto a ellos a hacer coros,
para completar más de una hora de repertorio, ya propio, en el que tocaron los
cuatro temas del ep junto a varios de sus anteriores trabajos y anunciaron que
la banda ya está componiendo nuevos temas, aunque no desvelaron cuándo se podrán
escuchar.
Sorpresa también la subida al escenario de Alberto, primer
bajista de la banda en sus comienzos (a juzgar por su cara él fue el primer
sorprendido) en “La canción más moñas escrita en la historia del universo”
(astro rutina). Sorprendente también la actitud y el empaque de la banda, que
en este concierto contó con el jovencísimo Javier Moreno a las baquetas que ya
tienen gestos y recursos de banda muy experimentada, con un directo que
mantiene al público arriba durante todo el repertorio.
Igualmente sorprendente, aunque ya lo hemos visto así
otras veces, la puesta en escena de Víctor
Alonso a la guitarra con unos espectaculares solos que sitúan la música de
estos chicos cara a cara con los músicos de Ángel
Stanich o los mismísimos Oasis y que
no dudó en saltar a pie de pista entre el público o arrojar la guitarra sobre
el mismo en el último tema, muy ‘rock star’ en su espontánea reacción en todo
momento.
Impactó también, por conocerla ya desde el inicio de este
proyecto, la fuerza y originalidad de su peculiar cantante, Fernando Cuesta, a
quién cada vez se ve más cómodo y suelto en los escenarios y que encuentra en
temas como “Sonambulista” el punto adecuado para desarrollar por completo ese
universo interior que en temas como este se ponen más aún de manifiesto.
Junto a ellos, la destreza en la batería de Javier Moreno y
el bajo de Felipe Aguilera formaron la pieza cuadrangular sobre la que Vita Insomne se desarrolla con plenitud
en estos momentos, en un año que, viendo el éxito de público y la entrega de
los asistentes, que lo dieron todo cantando y bailando junto a la banda, se
augura de lo más exitoso.
Fotos: FOL CONTRERAS
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