Con este título tan de película (tan de película en la traducción que harían en España, el título original diría algo así como "The Miley Cyrus Circus"), queremos comentar lo malamente que está esta chica, lo echada a perder, lo malvada que se está volviendo y cómo le está corrompiendo la fama, el dinero y los coleccionables de kiosko que nos inundan cada septiembre porque, queridos lectores... ¡Miley Cyrus fuma tabaco!

¿Pero cómo se puede ser tan bala perdía? ¿Es que no te das cuenta, mi adorable y angelical Hanna Montana, que ahora eres la oveja negra de la sociedad estadounidense? ¡Eres peor que satanas, con esas cosas horrorosas que te ha dado por hacer ahora! Que si no trabajar más para la puritana Disney, que si teñirte el pelucón de otro color, que si poner letras de adultos en tus canciones esas tan chulis, que si fumar...

¿Por qué nos haces eso? Tú, que con esa carabollo que tienes parecías la dulzura encarnada y la hija ideal (sí, nena, porque yo con mi edad ya podría ser tu padre, así que deja de llamarme para "tomar café", anda).

Muy grave ha tenido que ser la noticia esta para que, desde principios del mes de agosto, haya trascendido a diversos medios de comunicación corriendo como la pólvora, digo yo. O eso o, como en verano nunca hay cosas realmente interesantes de las que hablar y hay que rellenar los telediarios con lo primero que se pille, pues le ha tocado a esta chavala.

Alquimia Sonora, en su labor social antitabaco, sólo quiere añadir: ¡Miley, copón, a ver si aprendemos a coger bien el cigarrillo, que parece que estés posando para un robado y que se hable de tí! (ejem...)