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lunes, octubre 24, 2011

Standstill – Teatros del Canal. Madrid. 22-10-11

Standstill – Teatros del Canal. Madrid. 22-10-11

Oscuridad sobre el escenario y silencio en el auditorio. Segundos que anticipan lo que en breve sucederá en los Teatros del Canal de Madrid; segundos que se tornan una eternidad y que se tiñen de contenida emoción hasta que Standstill y la Bonaparte Ensemble aparecen en escena. Enric Montefusco, Ricky Lavado, Piti Elvira y Ricky Falkner salen acompañados de 9 músicos más: entre ellos el cuarteto de cuerdas Brossa y Pau Vallvé. Y aunque ya sabíamos que lo que iba a pasar sería un reflejo de lo que se vivió en el Palau de la Música de Barcelona el pasado 1 de abril, la expectación (mezclada con un mucho de corazón) estaba presente. En esta ocasión, el concierto tendría además una réplica menos de 24 horas después en el mismo auditorio.

Formales, correctos y precisos incluso cuando Piti Elvira se “equivocó” de instrumento y Ricky Lavado tuvo que pedirle que se colocara con la percusión auxiliar. Una limpieza escénica que hoy en día solo podemos encontrar en Standstill y que en ocasiones puede transformar en mecánico un setlist como el suyo. Sin embargo no sería este el caso. Un espectáculo heredado del “Rooom” con un lavado de cara y de concepto musical que repasó su último trabajo, “Adelante Bonaparte” (2010), con paradas en “Viva la guerra” (2006), “Standstill” (2004) o incluso en “The tide” (1998). Un viaje perfectamente organizado en el que las concesiones al público no existen y en el que la presencia de esa cuarta pared teatral se hace más visible que nunca.

Y es que es complicado intentar definir con claridad el uso escénico de las canciones de estos barceloneses. Temas que en una sala habitual suenan a tantos y tantos conciertos vividos y que, sin embargo, sobre un escenario más formal, lo transforman todo dotando a cada segundo de una fuerza efímera y sangrante. Esa “magia” escénica que se repliega sobre sí misma es la que utilizaron para hipnotizar a un público que, en gran medida, ya llegaba decidido a dejarse llevar. Y es también la que dejaron en órbita, sobre las cabezas de todo el auditorio, cuando comenzaron a sonar las primeras notas del “Todos de pie”... Así comenzaba el viaje: con muerte y dolor. Estados al que se le unirían posteriormente el desamor, la alegría, la belleza o la rabia desatada. Porque Standstill consigue que cada canción deje de ser canción para convertirse en sentimiento más allá de letras, melodías o recuerdos. Y esto, alquimistas, no es algo fácil, común o comercial.

“Vida normal”, “Hombre araña”, “Moriréis todos jóvenes”, “Elefante” o “Ayer soñé contigo” se desnudaron al contraluz de los matices teñidos del escenario. Rojos y azules que nos recordaban vagamente el “Rooom” y que convertían en más de una ocasión en siluetas a todos los músicos. Olvidémonos de la voz de Enric o de la callada presencia de Falkner; olvidémonos de todos los demás y quedémonos con la esencia de todo, con las pulsiones vividas a través de la música y con las siluetas de las historias contadas... Destacar las versiones de “Adelante Bonaparte” (una de ellas en tiempo de descuento), uno de los temas más enérgicos conceptualmente del grupo, y “Cuando ella toca el piano”, canción a la que finalmente hemos rendido pleitesía y que en escena cobró toda la emoción que requería. Un tema que se rompió en aplausos en el primer puente musical y que fue capaz de mantener el silencio, quizás más emocional que físico, hasta el último acorde que Montefusco rasgó en su guitarra.

En la otra orilla, la de las canciones más potentes, estaban esperando algunos cortes del “Viva la guerra” como “1, 2, 3 sol”, “La risa funesta”, “Víctor San Juan”, “La mirada de los mil metros” o “¿Por qué me llamas a estas horas?”. Temas con más recorrido que prácticamente todo el auditorio tenía memorizados pero que rezaba en voz baja, quizás por eso de “no molestar” en una sala tan formal... Es en alguno de estos cortes donde Standstill cobraban más vida y se despojaban durante unos minutos del preciosista efecto de los metales o los vientos. Standstill al más puro estilo Standstill.

Pero si de esta forma el grupo puede desprenderse unos minutos del atuendo de cámara que vestía, también puede transformar canciones totalmente eléctricas en poemas sonoros. Standstill deja de ser Standstill por unos minutos y se transforma en esta ocasión en otra lectura standstilliana. Como ejemplo la reinvención del tema “What truth?” que incluían en “The Tide”. De cómo una canción se convierte en otra cosa totalmente distinta y de cómo la letra es capaz de mantenerse inalterable a esos cambios. Una versión sorprendente pero que ya pudimos disfrutar hace un par de años en un concierto íntimo que realizaron con motivo del In-Edit Festival Falkner y Montefusco en la sala Apolo de Barcelona.

Del LP “Standstill” sonaron temas como “Feliz en tu día” y esa orgía musical que es “Cuándo”, en la que todo parece explotar al final de la canción, nosotros incluidos. Una canción que se va haciendo a medida que va transcurriendo y que solo cobra final una vez llega al final. Los azules escenográficos dieron paso a los recortes de luz blanca sobre cada músico, y a un ataque frontal y estroboscópico cuando Ricky Lavado, baqueta en mano, transforma la canción en un grito visceral. Y entre tanto, la voz de Enric subiendo tonos y elevándolo todo a un estado etéreo imposible de alcanzar a medio camino entre la bacanal sonora de cuerdas, percusión, distorsiones y luz. Y acabar una ovación al unísono devuelve el aire a los asistentes, que pueden volver a respirar... Quizás uno de los temas que más consiguen mutarlo todo sobre el escenario.

Porque esa falta de aire se convirtió en una constante a lo largo de todo el concierto. No solo en las canciones más emocionales, en las que más a flor de piel podría sentirse la voz de Montefusco, y en las que más de uno terminó por emocionarse... sino también en los temas menos intimistas, pero no por ello menos emocionantes. Ese poder transmitir a partes iguales en cualquiera de los registros de la noche es quizás el aspecto más reseñable del paso de Standstill y la Bonaparte Ensemble por los Conciertos Retratos Mahou. Conseguir ese estado de ingravidez emocional desde la primera nota y hacer que todos se sumerjan en ella sin manidas estrategias efectistas a las que estamos acostumbrados (y de las que estamos vacunados, dicho sea de paso). Quizás por eso este concierto en concreto lo hayamos vivido en Alquimia Sonora desde otro punto de vista, desde el aceptar ese reto desde la oscuridad previa al show y dejarse llevar canción tras canción por todos aquellos recovecos latentes que la música a veces olvida. Y esto solo lo consiguen hacer los grandes.

“Canción sin fin” cierra el círculo, como lo hace en el último trabajo, de este concierto; pone a la gente de pie y obliga al grupo a conceder un “Adelante Bonaparte” para que todos los asistentes puedan escapar hacia delante. Un plan más que inventado sentido desde ese lugar en el que Standstill entiende la música y, más concretamente, su propia música. Y Ricky Falkner comienza a dar palmas al inicio de la canción y parece que todo cobre sentido en ese momento... Una larga ovación del público para la banda dejó claro lo que se había vivido, lo que se llevarían esa noche a casa y lo que, sin duda, son capaces de hacer Standstill más allá de su pasado, más allá de espectáculos escénicos y de cuartetos de cuerdas. Mucho más allá de todo eso Montefusco y los suyos han sabido encontrar cuál era el lugar sonoro de las emociones.

Tras los conciertos de Second (de los que podéis revisar la entrevista que les hicimos aquí), Malú y Standstill, la última cita del ciclo Conciertos Retratos Mahou llegará el próximo 8 de noviembre de manos de Despistaos también a los Teatros del Canal. Seguid atentos a Alquimia Sonora porque los de Guadalajara compartieron unos minutos con nosotros y nos hablaron de lo que será su show en Madrid y de las sorpresas que, sin duda, nos depararán en este último concierto. Una interesante propuesta que viste de gala estilos tan distintos como los que han pasado por el escenario de los Teatros del Canal y de la que esperamos próximas ediciones. Y para ir suavizando la espera, hemos seleccionado esta versión del tema “Cuándo” en la realización que Ramón Balagué hizo para Concerts Privats en la Fundació Miró de Barcelona.

Enric Montefusco

Standstill y la Bonaparte Ensemble

Enric Montefusco y Ricky Falkner

Standstill y la Bonaparte Ensemble

Ricky Falkner

Standstill

Ricky Falkner

Enric Montefusco



“Cuándo”
(Ramón Balagué, 2011)

Próximos conciertos:
05 noviembre – Ponferrada (Sala La Vaca)
11 noviembre – Granada (Teatro Caja Granada Isidoro Máiquez)
04 febrero 2012 – Valladolid (Centro Cultural Miguel Delibes)

Más info:
http://www.standstillband.com/
http://www.teatroscanal.com/

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