Neuman – Sala Matisse. Valencia 04-10-13 

Realmente imaginábamos a los murcianos Neuman presentando su último EP en Valencia en un ambiente propicio, emulando la portada de ese “Bye Fear / Hi love” que más de uno llevó a la Sala Matisse para que volviera a casa firmado. Eso habría sido el remate de un concierto emotivo y sobrio, el poder contarlo con los aires melancólicos del otoño en nuestro relato. Cosas de un octubre disfrazado de agosto, de repente el día se tornó "neumaniano" y nos dejó ahogar la magia de unos temas redondos en las reminiscencias temporales de nuestra estación preferida. Pero dejando atrás estas licencias poéticas, lo que la banda dejó en su paso por la ciudad fue la sincera desnudez de un proyecto que ha cobrado intensidad emocional desatándose lo que nos habían mostrado en sus anteriores trabajos. 

Parecía que Neuman se adentrarían en terrenos poco consistentes cuando cambiaron de discográfica, cuando anunciaron un EP tras dos largos o cuando supimos que con ellos trabajaría Ken Stringfellow. Pero ese “cambio” fue más un paso hacia delante, una evolución de lo que nos habían mostrado en “The Family Plot” o en “Plastic Heaven”, dejando atrás los pasajes más oscuros y adentrándose en la sensibilidad que gran parte de sus temas escondía bajo un cascarón de electricidad indie. En su equipaje sonoro Paco Román (voz), David Manzullo (bajo), Fernando Lillo (piano) y Álex Dumdaca (batería) trajeron un poco de todo su universo y de la estela sonora que se evidencia con ese “Bye Fear / Hi Love”. 

Atreverse a abrir el show con "A part of me", a bocajarro y sin anestesiar, fue toda una declaración de intenciones. Los primeros compases al teclado de Fernando Lillo consiguieron replegar la sala alrededor de la aureola, discreta pero seductora, que la propia formación extiende tas subirse al escenario. Un espectacular “dulce regreso” (tema que faltó) que fue tomando forma a medida que se desgranaban temas como “You fill my heart”, “A crab kiss” con banjo incluido o “Hell”, sin dejar atrás la desmedida luminosa del tema que da nombre al EP.

Y aunque la motivación de los asistentes (casi en familia) estaba presente en momentos como el de "If" (silencio absoluto en el que un Paco Román la emprendía con la electroacústica y su voz en las posibilidades constantes contadas en ese tema), el show no fue lo que esperábamos de la banda. Desde los problemas de acoples en uno de los cortes que se presuponía alentaría al público, el "Bye Fear / Hi Love" que además tuvieron que comenzar en dos ocasiones, a alguna que otra confusión en la guitarra que Paco Román elegiría para tocar o a algúnçerror en el volúmen de monitores. Un deslucido show que fueron remontando a base de la artillería neumaniana con églogas eléctricas como las de "The family plot".

Del “pasado” volvieron a traer cortes como aquel retrato familiar que conformaban temas como “Jane”, “My dad” o “Friends” o el viaje al cielo de plástico que hicieron para cerrar el show con la magnificencia oscura de “Sil Fono”, una progresión a medio tiempo en la que instrumentalidad inundó como si de un mantra sonoro se tratara, toda la sala, sin olvidar a un frontman por los suelos y golpeando con el puño su guitarra. Y como regalo, ese “If” del que os hablábamos antes, que todavía no habíamos escuchado y que se presume incluirán en su próximo trabajo, lo que nos deja la pregunta de ¿hacia dónde virarán el timón Paco Román y los suyos? 

Sobre el escenario son precisos. No hay poro por el cual podamos ver escapar un mal tema o una mala interpretación; sin embargo sí una no tan buena noche. Certeros en su sonido y homicidas emocionales a discreción, los murcianos firmaron una de esas noches mágicas de emociones “escarpiadas” que tan difíciles son de vivir y que se sacrifican las más de las veces por la potencia pasada de vueltas. Sin fisuras argumentales en la partitura de la noche, ni siquiera en un setlist, pese a escucharle a alguien lamentarse a la salida por no haber escuchado “La Yo”. 

Imposible transmitiros desde estas líneas cómo la chispa que saltó desde las cuerdas de Neuman incendió los fueros internos de los asistentes, o cómo buenas composiciones pasan desapercibidas sin hacer ruido, sin patalear a su llegada. Pero lamentándonos de no haber asistido a uno de sus mejores shows ni por asomo. Con esa sobriedad que os contamos es como el otoño se convirtió en otoño al salir de la Sala Matisse y vagamos por la niebla y los paisajes de “Bye fear / Hi love”. Y como muestra, la primera parte del "The Family Plot" en vídeo.

 

Neuman: “The Family Plot” (Sala Matisse. Valencia 03-10-13)

Neuman en la Sala Matisse de Valencia

Neuman en la Sala Matisse de Valencia

Neuman en la Sala Matisse de Valencia

Neuman en la Sala Matisse de Valencia

Neuman en la Sala Matisse de Valencia

 Neuman en la Sala Matisse de Valencia