Desde entonces, a Polonio (dirigido por Toni Cárdenas, que también milita en Velocista, grupo con el que últimamente ha estado desarrollando un nuevo álbum) lo habré visto en directo, no sé, tres o cuatro veces. Y siempre salgo diciendo lo mismo: creo que al día siguiente de este concierto (que será el próximo sábado 1 de junio, a partir de las 11 de la noche, por sólo 5 euros, en el que va incluida una consumición y la posibilidad de ayudar a la banda a financiar su primer disco, que tienen la intención de lanzar el próximo otoño), cuando haga la crónica de la noche anterior, salvo hecatombe, catástrofe o apocalipsis, volveré a hacer mención a las mismas cosas.
Porque me gusta la forma de Polonio (que se presentará con cambios en su formación: a Ernest Aparici, Sandra Ferrer, Miguel Tatay y Leví Corrales, se unen ahora Jordi Sempere y Lourdes Casany, por lo que, nuevamente, lograrán abarrotar el reducido tamaño del escenario de La Caverna) de plantearse el pop, me parece la ideal, la del pasajero por la vida que ve en cada detalle una inspiración para escribir una nueva canción, y después la perfecciona una y otra vez, encontrando la melodía exacta y la más preciosa instrumentación, y que con sus conciertos, lo repetiré mil veces, te hacen salir flotando, con ganas de afrontar un nuevo combate por la vida, por hacerla más justa y más bella, desnudarla hasta su esencia como si estuvieras en la habitación de un hotel. Melancolía decía antes: Polonio es uno de los grandes grupos expertos en encontrarla, de una manera incomprensible para mi, pero, quizás por eso mismo, tan hermosa: el misterio de una extraña e inspiradora felicidad. Para los demás, es tan fácil como acudir el próximo sábado a La Caverna, y Polonio nos la muestra.
Más info:
http://polonio.bandcamp.com/
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